Como hemos
visto antes, hay dos posturas distintas para explicar la evolución de la vida.
Por una parte, la posición que afirma que todo el desarrollo del universo es
fruto exclusivo del azar. Por otra, la posición que afirma que la evolución de
la vida es consecuencia de un orden
inteligente planificado por una inteligencia creadora. Ambas posturas coinciden
en afirmar la existencia de animales evolucionados, que llamamos homínidos, y
cuyo surgimiento puede llamarse hominización. Pero en lo que se distinguen
ambas posiciones es en la idea que tienen del surgimiento de la persona humana.
Para la postura del azar, hominización y humanización serían un mismo proceso
guiado por la casualidad. Para la escuela que sostiene la inteligencia
creadora, la humanización supondría una preparación del organismo para llegar a
un momento, a partir del que es posible realizar operaciones racionales así
como para la constitución de la familia monógama y el cuidado de los hijos[1].
Recordemos
algunas nociones históricas: El ser humano pertenece al género homo, especie
homo sapiens sapiens. Para el surgimiento del ser humano hizo falta el
surgimiento del bipedismo y de un cerebro desarrollado. Entre los posibles
antecesores del ser humano se encuentran los siguientes:
a) El australophitecus, de hace 4 millones de
años. No pertenece al género homo.
b) El homo habilis, que se
remonta a 2,5 millones de años. Era capaz de fabricar y utilizar instrumentos.
Se extinguió 1 millón de años después.
c) El homo erectus, su origen
data de 1,8 millones de años. Utilizó el fuego. Se extinguió hace 200.000 años.
Era capaz de tallar piedra.
d) El homo antecesor: En la
sierra de Atapuerca de Burgos (España) se encontraron restos de seres humanos
de hace unos 800.000 años. Las investigaciones demostraron que se trataba de
una especie nueva perteneciente a las primeras poblaciones llegadas al continente europeo. Es un
antecesor común de neandertales y cromañones.
d) El homo sapiens. Hay dos
subespecies: el neandertal y el cromañón u homo sapiens sapiens. El neandertal
vivió entre 200.000-30.000 años. Su desaparición puede estar relacionada con su
aislamiento geográfico, debido a una glaciación. Enterraba a sus muertos y
fabricaba utensilios en piedra. El cromañón es el prototipo de hombre actual.
Era un ser capaz de creación artística o simbólica como lo manifiestan las
pinturas rupestres. Aparece hace 40.000 años.
Gorilas, chimpancés y orangutanes no
pertenecen al género homo y no existe ninguna conexión comprobada con un
antecesor común.
Una pregunta
de interés es esta: ¿Cuándo se puede considerar humano un fósil? Es difícil saberlo, pero hay un testimonio
inequívoco: los enterramientos de los muertos. Los más antiguos son de hace
65.000 años. El fuego es anterior al homo sapiens; pertenece a la cultura
achelense de hace 400.000 años.
Todas
las especies del género homo dan muestras de actividad racional y de cultura,
antes no ocurre así. Restos de colonizaciones hacen ver que se ha dado
intercambio genético y cultural entre el homo habilis y el homo erectus y entre
el homo erectus y el homo sapiens.
Desde
la actualidad, es posible establecer un árbol genealógico común que entronca
con poblaciones africanas. Algunos investigadores tienen la hipótesis de que
toda la humanidad actual procede de una mujer africana de hace 150-200.000
años.
La
humanización supone la aparición de la inteligencia; capacidad distintiva de
los homo sapiens. Consideramos que el surgimiento de la racionalidad y la
moralidad humana es una revolución esencial en la identidad del viviente. No se
puede tener autoconciencia racional y moral a medias; se tiene o no se tiene,
si bien caben grados de desarrollo.
Considerar la
vida, más aún la humana, como fruto del azar es mucho más aventurado que
afirmar que muchos abecedarios, combinándose aleatoriamente, den lugar a
cualquier novela universal, como la de Don Quijote. El novedoso principio
racional humano es el que puede llegar a escribir cientos de novelas y a
construir molinos de viento.
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