Wednesday, March 31, 2021

Gobierno de España: la amoralidad como base para ciertas leyes

El actual gobierno español parece instalarse algunas veces en la amoralidad, al considerar esta postura como la más convenientemente democrática a la hora de hacer ciertas legislaciones. Leyes como la de la eutanasia, o la nueva ley de educación, que cercena la libertad de enseñanza, establecen distancias contra las actitudes cristianas. Estas jurisprudencias se han hecho rápidamente, aprovechando circunstancias de pandemia y negando cualquier diálogo con los profesionales sanitarios y educativos correspondientes. 

Tales leyes se añaden a la consideración del aborto como un derecho, sin el más mínimo respeto para la vida del nonato, a la manipulación de embriones humanos, y a leyes sobre el matrimonio donde se vacía de contenido a una antropología cristiana. La defensa de estas leyes se plantea como una sana diferencia con lo confesional; pero no es así. Un planteamiento moral cristiano no quiere un confesionalismo de estado, sino defender derechos humanos universales, naturales, basados en imperativos morales válidos para todos los hombres, como son: no matar o no robar. La existencia de una ética natural, al establecer una ley superior a la de grupos de intereses, asegura la protección de tales imperativos de respeto a toda vida humana. Además, existen millones de personas de diferentes credos al cristiano, y sin ningún credo particular, que defienden la citada ética natural o ley natural. Excluir la valoración cristiana a la hora de legislar, descalificando a quienes la profesan de confesionales, no solo es una marginación de muchos ciudadanos, sino una falsedad que supone un serio empobrecimiento de la democracia. Los citados gobernantes, que hablan frecuentemente de libertad, la niegan -incluso con medidas legales- a quienes discrepan en cuestiones claves para entender al ser humano, como es la realidad de la familia. También imponen ideologías opuestas al sentir de muchos ciudadanos, utilizando el sistema público de enseñanza como un rodillo ideológico, sin ningún tipo de consulta a los padres de los niños y jóvenes. 


Desde el respeto a su dedicación al servicio público, sabiendo que el actual gobierno es sensible a causas nobles como la ayuda a los emigrantes, la promoción de la mujer en la vida social y la ecología, entre otras, los cristianos tenemos derecho a que se tengan en cuenta nuestras ideas sobre derechos humanos, sabiendo que pueden ser defendidas desde diversas opciones políticas. Tenemos, por tanto, el deber de participar en la elaboración de las leyes de nuestra sociedad y también de lo que es específicamente cristiano: comprender, procurar buscar puntos comunes y rezar por los que pretenden mantenernos fuera de la construcción de la esfera pública.

 


José Ignacio Moreno Iturralde


El Papa Francisco habla sobre la libertad de enseñanza

En la Exhortación Apostólica Amoris Laetitiae, 84-85, el Papa Francisco dice: "me parece muy importante recordar que la educación integral de los hijos es «obligación gravísima», a la vez que «derecho primario» de los padres. No es sólo una carga o un peso, sino también un derecho esencial e insustituible que están llamados a defender y que nadie debería pretender quitarles. El Estado ofrece un servicio educativo de manera subsidiaria, acompañando la función indelegable de los padres, que tienen derecho a poder elegir con libertad el tipo de educación —accesible y de calidad— que quieran dar a sus hijos según sus convicciones. La escuela no sustituye a los padres sino que los complementa. Este es un principio básico: Cualquier otro colaborador en el proceso educativo debe actuar en nombre de los padres, con su consenso y, en cierta medida, incluso por encargo suyo. Pero se ha abierto una brecha entre familia y sociedad, entre familia y escuela, el pacto educativo hoy se ha roto; y así, la alianza educativa de la sociedad con la familia ha entrado en crisis.

La Iglesia está llamada a colaborar, con una acción pastoral adecuada, para que los propios padres puedan cumplir con su misión educativa. Siempre debe hacerlo ayudándoles a valorar su propia función, y a reconocer que quienes han recibido el sacramento del matrimonio se convierten en verdaderos ministros educativos, porque cuando forman a sus hijos edifican la Iglesia, y al hacerlo aceptan una vocación que Dios les propone."

Tuesday, March 30, 2021

Infancia: los ojos de los padres


La felicidad y seguridad que da una familia a sus hijos, especialmente en la infancia, es uno de los tesoros más valiosos de la existencia. Todo ese mundo de juegos, alegrías, esfuerzos y educación de los primeros años de vida, hace que los niños crezcan con plena confianza. El enorme esfuerzo de los padres por criar y educar a sus hijos es bastante ignorado por los pequeños, al mismo tiempo que forja y expande las personalidades del padre y de la madre. Los ojos de los hijos miran con una mirada renovadora de la realidad; y es precisamente esta mirada infantil la que es luz y guía para los padres. Recordamos que la paternidad no es exclusivamente biológica, y que hay diversos modos de contribuir a la educación y desarrollo de muchos chicos y chicas.

La generosidad, basada en la ayuda de Dios, es la mejor garantía de estabilidad y fidelidad matrimonial, por la que se entiende que la felicidad personal es fruto de la donación a los demás, y no tanto la consecuencia pasajera de una satisfacción afectiva individual.

Sólo la luz de los hijos es capaz de hacer un futuro verdaderamente humano. En sus ojos se encuentran los de sus padres, formando el círculo virtuoso del amor que da vida.

 

José Ignacio Moreno Iturralde


Monday, March 29, 2021

Aprender de los alumnos (vídeo)

 

Vídeo José Ignacio Moreno

¿De donde nacen los derechos? (vídeo)

 Vídeo José Ignacio Moreno

Infancia y luz



Vacaciones: despertarse, abrir la ventana,

y bañarse en la luz de la mañana.

Mamá atareada, colacao y tostadas,

los hermanos ya juegan con historias inventadas.

Papá poda el seto; y en su rama, canta el verdín;

surge tumultuoso el trajín:

bicicletas, subidas al monte, excursiones,

balones, risas y empujones.


Infancia de músculos desplegados,

de horizontes abiertos, de sueños dibujados,

en el azul pálido del cielo, en el anochecer estrellado,

recorriendo un camino por los grillos encantado,

o al curar una herida tras caerse en la bicicleta,

o al beber en una fuente, tras haber llegado a meta.

Juego y luz que el niño vive en su alma impetuosa,

guían su visión del mundo, que resulta novedosa.


Luz de la vida y de la familia, luz de la infancia,

luz que ilumina la muerte y que rompe la arrogancia,

sonrisas que dan sentido hasta lo más tenebroso,

porque el saberse hijos es siempre más luminoso.

 

 

José Ignacio Moreno Iturralde