Para el tema del desarrollo de la población vamos a citar
varias ideas de Jorge Scala [1]:
-Es antinatural separar la
sexualidad de la procreación. Señalemos aquí una reflexión de Victoria Gillick:
“La contracepción es una negación fundamental del amor sin condiciones. El amor
contraceptivo es, por ello, una contradicción, una paradoja. Porque si el amor
total exige la entrega total de sí mismo, la donación total, la contracepción
convierte el don en incompleto, a la entrega en condicionada”.
-La humanidad siempre ha crecido.
La disminución de la sociedad resulta perjudicial para la sociedad. Los grandes
avances en la historia europea y en su cultura
coinciden con épocas de fuerte incremento poblacional. Por ejemplo:
Italia pasa de 7.500.000 habitantes en el año 1450, a 10.500.000 en el año
1500, y a 13.300.000 en el año 1600, coincidiendo con el esplendor cultural y
económico del Renacimiento italiano. Otro caso: La Revolución Industrial
comienza en Inglaterra, que pasa de 10.900.000 habitantes en el año 1800 a
36.900.000 en el año 1900.
-La importancia de pirámides de
población con una base (niños y jóvenes) amplia. La población de los países en
desarrollo ha crecido exponencialmente durante el siglo XX. Sin embargo, los
países desarrollados se dirigen rápidamente hacia el suicidio demográfico y
pretenden que el resto de las naciones los acompañe. Zurfluh en su libro
“¿Superpoblación?” afirma: “Hoy en día, las mujeres tienen un promedio de 1 ó 2
hijos. Algo marcha mal en la sociedad cuando ocurre esto. Imagínese que su
moneda nacional fuera devaluada en un 75%. Esto sólo ocurriría si algo hubiese
funcionado muy mal. Pues lo mismo podemos decir para nuestra tasa actual de
natalidad: algo ha funcionado muy mal”. Para Scala “cada país europeo tiene su
propia pirámide poblacional, lo que implica –insisto que sólo en caso de
mantenerse la fecundidad actual-, que tardarán unos años más o menos en llegar
al colapso, pero el mismo es inevitable si no se toman rápidas medidas para
aumentar notablemente la natalidad. Ahora bien,... el llamado mundo
desarrollado está empeñado en que los países del Tercer Mundo lleguen a tener
disminuciones de su fecundidad similares a las suyas propias. El argumento es
mantener el actual equilibrio demográfico, que les permita una dominación
económica con su correlativa dominación política; y la amenaza más grave a
dicho situación es que el Tercer Mundo siga aumentando su población como hasta
ahora”.
Existen
tópicos falsos sobre el desarrollo de la población. Scala explica varias
equivocaciones:
-La supuesta modernidad de la
contracepción. Esta actividad comienza
asociada a la prostitución. Autores antiguos, como Platón, ya hablan de la
contracepción.
–La equivocación sobre las
estadísticas de la vida humana. No es posible la medición matemática del
hombre; como se ha puesto de manifiesto a lo largo del siglo XX respecto a la
población que existiría en el año 2000. Malthus (1766-1834) calculó que en 1998
habría 128 mil millones de habitantes en el planeta; a fecha de hoy se habla de
7000 millones.
–La equivocación del agotamiento
de los recursos y de la escasez de alimentos. Roger Revelle, quien fue director
del Harvard Center for Population Studies, ha llegado a afirmar que las
capacidades tecnológicas actuales, bien aplicadas, permitirían alimentar a
40.000 millones de personas en el mundo. Colin Clark llega a la conclusión de
que hay posibilidad de alimentar a 39 mil millones de habitantes, suponiendo
que las técnicas agrícolas no mejoren.
-La supuesta defensa de la
humanidad. Se ha comprobado lo contrario; Pierre Chaunu lo resume así en
“Historia y población”: “El hueco que se formó en la pirámide de edades de la
cuarta parte más inteligente del mundo no tiene precedentes. Aún si todo
regresara al orden el año próximo, la perturbación provocada por esa mutilación
de una cuarta parte del mundo supera, y con mucho, las pérdidas provocadas por
las dos grandes guerras mundiales”.
[1] Scala, J. “IPPF” (Ed. Promesa. 2ª ed. 2001)
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