Saturday, June 22, 2019

Dignidad humana XXI

Seguiremos tratando los temas más relativos a la dignidad humana en el blog: Dignidad humana XXI

Wednesday, June 12, 2019

Ser padre



Ser padre es estar ahí, tranquilo y disponible para la familia. Es trabajar duro todos los días, con ganas o sin ellas, para hacer un mundo más humano. Requiere convencerse de que el camino a seguir tiene el nombre de mi vocación y, por tanto, renovar el amor cada día con detalles. Esforzarse por domar la mente aventurera, siendo muy realistas. Y sujetar al loco del corazón, con una camisa de fuerza si hiciera falta. Ser padre es vivir para hacer feliz a los demás, olvidándome de mi propia felicidad, y así poder encontrarla. Soñar con los mejores sueños de los hijos, para ser eterno y dichoso. Es reírse un poco de los triunfos y tragarse las lágrimas para regar los frutos. Ser padre, especialmente con paternidad espiritual, es ser muy hombre porque uno se sabe profundamente hijo.



José Ignacio Moreno Iturralde

Saturday, June 08, 2019

La muerte del compositor Enrique Granados

"El 24 de marzo de 1916 el matrimonio abandonó Londres con destino al puerto de Folkestone, y embarcó en el vapor Sussex de la Compañía de los Ferrocarriles Franceses. La nave zarpó a las 13:15 con rumbo al puerto francés de Dieppe, en la otra orilla del canal de La Mancha. Hacia las 14:30 el Sussex fue detectado por el submarino de guerra alemánUB-29, bajo el mando del capitán Herbert Pustkuchen, que aparentemente lo confundió con un barco minador y hacia las 14:50 lanzó un torpedo que impactó en el medio del casco, partiendo al Sussex por la mitad. La proa del Sussex se hundió enseguida, mientras que la popa quedó a la deriva y fue remolcada posteriormente hasta el puerto de Boulogne. El camarote de los Granados se hallaba en la popa, y en él fueron encontrados sus equipajes y muchos objetos personales, pero se sabe que en el momento del impacto el matrimonio se encontraba en otra parte del barco. Según testigos oculares, Enrique Granados se lanzó al agua y fue izado al poco a bordo de una de las lanchas de salvamento, pero al ver poco después a su esposa debatiéndose entre las olas, se lanzó a rescatarla, siendo engullidos los dos por el mar". (https://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_Granados) 

Monday, June 03, 2019

Libertad, democracia materialista y familia




La libertad es una raíz vigorosa, de la que sale el árbol de la propia vida. Es maravilloso ser y sentirse libre, y sin libertad la vida pierde su sentido. Pero la libertad no es un fin para sí misma, sino que tiene su diana en el bien. Tal ejercicio de tiro requiere muchas virtudes; es decir: bastante esfuerzo. Si ya no sabemos dónde está el bien, éste se irá transformando en lo útil, lo placentero, lo que halaga el propio yo. Una sociedad que ha perdido el sentido de lo que está bien y lo que está mal, aunque lógicamente habrá circunstancias personales que influyen en las decisiones éticas, se convierte en una sociedad libertaria, individualista y materialista. Una manifestación clara es el aumento de divorcios, que dejan a los hijos perplejos y sin referencias sólidas para acometer la vida.

El relativismo moral, como base de la democracia, hace que la libertad de los más fuertes ahogue la de los más débiles -el caso más flagrante es el aborto industrializado, masificado y legalizado-. Se trata de la libertad de unos que ataca a la libertad de otras y que, por tanto, agosta el tejido social y el sentido compartido y democrático de la propia libertad. No es extraño que los países en los que se asientan estas lacras acaben por dividirse, ante una falta del sentido de la realidad para poder dialogar con fruto.

La confusión de lo bueno con lo útil lleva también a un materialismo, con frecuencia zafio, que cercena la inteligencia y la voluntad de muchos jóvenes y no tan jóvenes.

Podríamos seguir con los males que se enquistan en nuestro mundo occidental, pero existen también bastantes bienes. Hay mucha gente estupenda que lucha por su familia; y es ahí donde me quiero fijar. Las grandes batallas del pasado se libran ahora más modestamente, pero de un modo tanto o más importante, en la propia vida privada. Ser ejemplares en el propio hogar, como mujer, marido, hijo o hija, hermano o hermana, es la solución de nuestra civilización. Estar ahí, en la familia, dispuestos a servir, utilizar con responsabilidad la tecnología y enseñarlo así a los hijos, educar el corazón, la sensibilidad y la inteligencia, fomentar la humildad y el buen humor, poner horarios familiares sensatos -aunque vayan contracorriente-, son manifestaciones de una estrategia no solo saludable, sino necesaria. Esta fortaleza familiar redundará en beneficio de una sociedad más generosa, solidaria y humana.

Rescatando el sentido genuino de la libertad y centrándolo en la verdad de la realidad, y no en una autonomía enfermiza y autorreferencial, recuperaremos la alegría de vivir con más ilusión, con ganas de dejar surco, de hacer el bien a muchas personas, de nuestro país y de todo el mundo. Y este sueño grande, que hace la vida más hermosa, comienza en las mil pequeñas batallas cotidianas de cada día, siendo las de la propia familia las más importantes.


José Ignacio Moreno Iturralde