Friday, December 29, 2006

El Papa y la Vida

Mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Paz 2007

«La persona humana, corazón de la paz»

1. Al comienzo del nuevo año, quiero hacer llegar a los gobernantes y a los responsables de las naciones, así como a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, mis deseos de paz. Los dirijo en particular a todos los que están probados por el dolor y el sufrimiento, a los que viven bajo la amenaza de la violencia y la fuerza de las armas o que, agraviados en su dignidad, esperan en su rescate humano y social. Los dirijo a los niños, que con su inocencia enriquecen de bondad y esperanza a la humanidad y, con su dolor, nos impulsan a todos trabajar por la justicia y la paz.
Pensando precisamente en los niños, especialmente en los que tienen su futuro comprometido por la explotación y la maldad de adultos sin escrúpulos, he querido que, con ocasión del Día Mundial de la Paz, la atención de todos se centre en el tema: La persona humana, corazón de la paz. En efecto, estoy convencido de que respetando a la persona se promueve la paz, y que construyendo la paz se ponen las bases para un auténtico humanismo integral. Así es como se prepara un futuro sereno para las nuevas generaciones.
La persona humana y la paz: don y tarea

2. La Sagrada Escritura dice: «Dios creó el hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó» ( Gn 1,27). Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien, capaz de conocerse, de poseerse, de entregarse libremente y de entrar en comunión con otras personas. Al mismo tiempo, por la gracia, está llamado a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y amor que nadie más puede dar en su lugar.[1] En esta perspectiva admirable, se comprende la tarea que se ha confiado al ser humano de madurar en su capacidad de amor y de hacer progresar el mundo, renovándolo en la justicia y en la paz. San Agustín enseña con una elocuente síntesis: « Dios, que nos ha creado sin nosotros, no ha querido salvarnos sin nosotros ».[2] Por tanto, es preciso que todos los seres humanos cultiven la conciencia de los dos aspectos, del don y de la tarea.

3. También la paz es al mismo tiempo un don y una tarea. Si bien es verdad que la paz entre los individuos y los pueblos, la capacidad de vivir unos con otros, estableciendo relaciones de justicia y solidaridad, supone un compromiso permanente, también es verdad, y lo es más aún, que la paz es un don de Dios. En efecto, la paz es una característica del obrar divino, que se manifiesta tanto en la creación de un universo ordenado y armonioso como en la redención de la humanidad, que necesita ser rescatada del desorden del pecado. Creación y Redención muestran, pues, la clave de lectura que introduce a la comprensión del sentido de nuestra existencia sobre la tierra. Mi venerado predecesor Juan Pablo II, dirigiéndose a la Asamblea General de las Naciones Unidas el 5 de octubre de 1995, dijo que nosotros «no vivimos en un mundo irracional o sin sentido [...], hay una lógica moral que ilumina la existencia humana y hace posible el diálogo entre los hombres y entre los pueblos ».[3] La “gramática” trascendente, es decir, el conjunto de reglas de actuación individual y de relación entre las personas en justicia y solidaridad, está inscrita en las conciencias, en las que se refleja el sabio proyecto de Dios. Como he querido reafirmar recientemente, «creemos que en el origen está el Verbo eterno, la Razón y no la Irracionalidad».[4] Por tanto, la paz es también una tarea que a cada uno exige una respuesta personal coherente con el plan divino. El criterio en el que debe inspirarse dicha respuesta no puede ser otro que el respeto de la “gramática” escrita en el corazón del hombre por su divino Creador.
En esta perspectiva, las normas del derecho natural no han de considerarse como directrices que se imponen desde fuera, como si coartaran la libertad del hombre. Por el contrario, deben ser acogidas como una llamada a llevar a cabo fielmente el proyecto divino universal inscrito en la naturaleza del ser humano. Guiados por estas normas, los pueblos —en sus respectivas culturas— pueden acercarse así al misterio más grande, que es el misterio de Dios. Por tanto, el reconocimiento y el respeto de la ley natural son también hoy la gran base para el diálogo entre los creyentes de las diversas religiones, así como entre los creyentes e incluso los no creyentes. Éste es un gran punto de encuentro y, por tanto, un presupuesto fundamental para una paz auténtica.
El derecho a la vida y a la libertad religiosa

4. El deber de respetar la dignidad de cada ser humano, en el cual se refleja la imagen del Creador, comporta como consecuencia que no se puede disponer libremente de la persona. Quien tiene mayor poder político, tecnológico o económico, no puede aprovecharlo para violar los derechos de los otros menos afortunados. En efecto, la paz se basa en el respeto de todos. Consciente de ello, la Iglesia se hace pregonera de los derechos fundamentales de cada persona. En particular, reivindica el respeto de la vida y la libertad religiosa de todos. El respeto del derecho a la vida en todas sus fases establece un punto firme de importancia decisiva: la vida es un don que el sujeto no tiene a su entera disposición. Igualmente, la afirmación del derecho a la libertad religiosa pone de manifiesto la relación del ser humano con un Principio trascendente, que lo sustrae a la arbitrariedad del hombre mismo. El derecho a la vida y a la libre expresión de la propia fe en Dios no están sometidos al poder del hombre. La paz necesita que se establezca un límite claro entre lo que es y no es disponible: así se evitarán intromisiones inaceptables en ese patrimonio de valores que es propio del hombre como tal.

5. Por lo que se refiere al derecho a la vida, es preciso denunciar el estrago que se hace de ella en nuestra sociedad: además de las víctimas de los conflictos armados, del terrorismo y de diversas formas de violencia, hay muertes silenciosas provocadas por el hambre, el aborto, la experimentación sobre los embriones y la eutanasia. ¿Cómo no ver en todo esto un atentado a la paz? El aborto y la experimentación sobre los embriones son una negación directa de la actitud de acogida del otro, indispensable para establecer relaciones de paz duraderas. Respecto a la libre expresión de la propia fe, hay un síntoma preocupante de falta de paz en el mundo, que se manifiesta en las dificultades que tanto los cristianos como los seguidores de otras religiones encuentran a menudo para profesar pública y libremente sus propias convicciones religiosas.
Hablando en particular de los cristianos, debo notar con dolor que a veces no sólo se ven impedidos, sino que en algunos Estados son incluso perseguidos, y recientemente se han debido constatar también trágicos episodios de feroz violencia. Hay regímenes que imponen a todos una única religión, mientras que otros regímenes indiferentes alimentan no tanto una persecución violenta, sino un escarnio cultural sistemático respecto a las creencias religiosas. En todo caso, no se respeta un derecho humano fundamental, con graves repercusiones para la convivencia pacífica. Esto promueve necesariamente una mentalidad y una cultura negativa para la paz.
La igualdad de naturaleza de todas las personas

6. En el origen de frecuentes tensiones que amenazan la paz se encuentran seguramente muchas desigualdades injustas que, trágicamente, hay todavía en el mundo. Entre ellas son particularmente insidiosas, por un lado, las desigualdades en el acceso a bienes esenciales como la comida, el agua, la casa o la salud; por otro, las persistentes desigualdades entre hombre y mujer en el ejercicio de los derechos humanos fundamentales.
Un elemento de importancia primordial para la construcción de la paz es el reconocimiento de la igualdad esencial entre las personas humanas, que nace de su misma dignidad trascendente. En este sentido, la igualdad es, pues, un bien de todos, inscrito en esa “gramática” natural que se desprende del proyecto divino de la creación; un bien que no se puede desatender ni despreciar sin provocar graves consecuencias que ponen en peligro la paz. Las gravísimas carencias que sufren muchas poblaciones, especialmente del Continente africano, están en el origen de reivindicaciones violentas y son por tanto una tremenda herida infligida a la paz.

7. La insuficiente consideración de la condición femenina provoca también factores de inestabilidad en el orden social. Pienso en la explotación de mujeres tratadas como objetos y en tantas formas de falta de respeto a su dignidad; pienso igualmente —en un contexto diverso— en las concepciones antropológicas persistentes en algunas culturas, que todavía asignan a la mujer un papel de gran sumisión al arbitrio del hombre, con consecuencias ofensivas a su dignidad de persona y al ejercicio de las libertades fundamentales mismas. No se puede caer en la ilusión de que la paz está asegurada mientras no se superen también estas formas de discriminación, que laceran la dignidad personal inscrita por el Creador en cada ser humano.[5]
La ecología de la paz

8. Juan Pablo II, en su Carta encíclica Centesimus annus, escribe: « No sólo la tierra ha sido dada por Dios al hombre, el cual debe usarla respetando la intención originaria de que es un bien, según la cual le ha sido dada; incluso el hombre es para sí mismo un don de Dios y, por tanto, debe respetar la estructura natural y moral de la que ha sido dotado ».[6] Respondiendo a este don que el Creador le ha confiado, el hombre, junto con sus semejantes, puede dar vida a un mundo de paz. Así, pues, además de la ecología de la naturaleza hay una ecología que podemos llamar « humana », y que a su vez requiere una « ecología social ». Esto comporta que la humanidad, si tiene verdadero interés por la paz, debe tener siempre presente la interrelación entre la ecología natural, es decir el respeto por la naturaleza, y la ecología humana. La experiencia demuestra que toda actitud irrespetuosa con el medio ambiente conlleva daños a la convivencia humana, y viceversa. Cada vez se ve más claramente un nexo inseparable entre la paz con la creación y la paz entre los hombres. Una y otra presuponen la paz con Dios. La poética oración de San Francisco conocida como el “Cántico del Hermano Sol”, es un admirable ejemplo, siempre actual, de esta multiforme ecología de la paz.

9. El problema cada día más grave del abastecimiento energético nos ayuda a comprender la fuerte relación entre una y otra ecología. En estos años, nuevas naciones han entrado con pujanza en la producción industrial, incrementando las necesidades energéticas. Eso está provocando una competitividad ante los recursos disponibles sin parangón con situaciones precedentes. Mientras tanto, en algunas regiones del planeta se viven aún condiciones de gran atraso, en las que el desarrollo está prácticamente bloqueado, motivado también por la subida de los precios de la energía. ¿Qué será de esas poblaciones? ¿Qué género de desarrollo, o de no desarrollo, les impondrá la escasez de abastecimiento energético? ¿Qué injusticias y antagonismos provocará la carrera a las fuentes de energía? Y ¿cómo reaccionarán los excluidos de esta competición? Son preguntas que evidencian cómo el respeto por la naturaleza está vinculado estrechamente con la necesidad de establecer entre los hombres y las naciones relaciones atentas a la dignidad de la persona y capaces de satisfacer sus auténticas necesidades. La destrucción del ambiente, su uso impropio o egoísta y el acaparamiento violento de los recursos de la tierra, generan fricciones, conflictos y guerras, precisamente porque son fruto de un concepto inhumano de desarrollo. En efecto, un desarrollo que se limitara al aspecto técnico y económico, descuidando la dimensión moral y religiosa, no sería un desarrollo humano integral y, al ser unilateral, terminaría fomentando la capacidad destructiva del hombre.
Concepciones restrictivas del hombre

10. Es apremiante, pues, incluso en el marco de las dificultades y tensiones internacionales actuales, el esfuerzo por abrir paso a una ecología humana que favorezca el crecimiento del « árbol de la paz ». Para acometer una empresa como ésta, es preciso dejarse guiar por una visión de la persona no viciada por prejuicios ideológicos y culturales, o intereses políticos y económicos, que inciten al odio y a la violencia. Es comprensible que la visión del hombre varíe en las diversas culturas. Lo que no es admisible es que se promuevan concepciones antropológicas que conlleven el germen de la contraposición y la violencia. Son igualmente inaceptables las concepciones de Dios que impulsen a la intolerancia ante nuestros semejantes y el recurso a la violencia contra ellos. Éste es un punto que se ha de reafirmar con claridad: nunca es aceptable una guerra en nombre de Dios. Cuando una cierta concepción de Dios da origen a hechos criminales, es señal de que dicha concepción se ha convertido ya en ideología.

11. Pero hoy la paz peligra no sólo por el conflicto entre las concepciones restrictivas del hombre, o sea, entre las ideologías. Peligra también por la indiferencia ante lo que constituye la verdadera naturaleza del hombre. En efecto, son muchos en nuestros tiempos los que niegan la existencia de una naturaleza humana específica, haciendo así posible las más extravagantes interpretaciones de las dimensiones constitutivas esenciales del ser humano. También en esto se necesita claridad: una consideración “débil” de la persona, que dé pie a cualquier concepción, incluso excéntrica, sólo en apariencia favorece la paz. En realidad, impide el diálogo auténtico y abre las puertas a la intervención de imposiciones autoritarias, terminando así por dejar indefensa a la persona misma y, en consecuencia, presa fácil de la opresión y la violencia.
Derechos humanos y Organizaciones internacionales

12. Una paz estable y verdadera presupone el respeto de los derechos del hombre. Pero si éstos se basan en una concepción débil de la persona, ¿cómo evitar que se debiliten también ellos mismos? Se pone así de manifiesto la profunda insuficiencia de una concepción relativista de la persona cuando se trata de justificar y defender sus derechos. La aporía es patente en este caso: los derechos se proponen como absolutos, pero el fundamento que se aduce para ello es sólo relativo. ¿Por qué sorprenderse cuando, ante las exigencias “incómodas” que impone uno u otro derecho, alguien se atreviera a negarlo o decidera relegarlo? Sólo si están arraigados en bases objetivas de la naturaleza que el Creador ha dado al hombre, los derechos que se le han atribuido pueden ser afirmados sin temor de ser desmentidos. Por lo demás, es patente que los derechos del hombre implican a su vez deberes. A este respecto, bien decía el mahatma Gandhi: «El Ganges de los derechos desciende del Himalaya de los deberes». Únicamente aclarando estos presupuestos de fondo, los derechos humanos, sometidos hoy a continuos ataques, pueden ser defendidos adecuadamente. Sin esta aclaración, se termina por usar la expresión misma de « derechos humanos », sobrentendiendo sujetos muy diversos entre sí: para algunos, será la persona humana caracterizada por una dignidad permanente y por derechos siempre válidos, para todos y en cualquier lugar; para otros, una persona con dignidad versátil y con derechos siempre negociables, tanto en los contenidos como en el tiempo y en el espacio.

13. Los Organismos internacionales se refieren continuamente a la tutela de los derechos humanos y, en particular, lo hace la Organización de las Naciones Unidas que, con la Declaración Universal de 1948, se ha propuesto como tarea fundamental la promoción de los derechos del hombre. Se considera dicha Declaración como una forma de compromiso moral asumido por la humanidad entera. Esto manifiesta una profunda verdad sobre todo si se entienden los derechos descritos en la Declaración no simplemente como fundados en la decisión de la asamblea que los ha aprobado, sino en la naturaleza misma del hombre y en su dignidad inalienable de persona creada por Dios. Por tanto, es importante que los Organismos internacionales no pierdan de vista el fundamento natural de los derechos del hombre. Eso los pondría a salvo del riesgo, por desgracia siempre al acecho, de ir cayendo hacia una interpretación meramente positivista de los mismos. Si esto ocurriera, los Organismos internacionales perderían la autoridad necesaria para desempeñar el papel de defensores de los derechos fundamentales de la persona y de los pueblos, que es la justificación principal de su propia existencia y actuación.
Derecho internacional humanitario y derecho interno de los Estados

14. A partir de la convicción de que existen derechos humanos inalienables vinculados a la naturaleza común de los hombres, se ha elaborado un derecho internacional humanitario, a cuya observancia se han comprometido los Estados, incluso en caso de guerra. Lamentablemente, y dejando aparte el pasado, este derecho no ha sido aplicado coherentemente en algunas situaciones bélicas recientes. Así ha ocurrido, por ejemplo, en el conflicto que hace meses ha tenido como escenario el Sur del Líbano, en el que se ha desatendido en buena parte la obligación de proteger y ayudar a las víctimas inocentes, y de no implicar a la población civil. El doloroso caso del Líbano y la nueva configuración de los conflictos, sobre todo desde que la amenaza terrorista ha actuado con formas inéditas de violencia, exigen que la comunidad internacional corrobore el derecho internacional humanitario y lo aplique en todas las situaciones actuales de conflicto armado, incluidas las que no están previstas por el derecho internacional vigente. Además, la plaga del terrorismo reclama una reflexión profunda sobre los límites éticos implicados en el uso de los instrumentos modernos de la seguridad nacional. En efecto, cada vez más frecuentemente los conflictos no son declarados, sobre todo cuando los desencadenan grupos terroristas decididos a alcanzar por cualquier medio sus objetivos. Ante los hechos sobrecogedores de estos últimos años, los Estados deben percibir la necesidad de establecer reglas más claras, capaces de contrastar eficazmente la dramática desorientación que se está dando. La guerra es siempre un fracaso para la comunidad internacional y una gran pérdida para la humanidad. Y cuando, a pesar de todo, se llega a ella, hay que salvaguardar al menos los principios esenciales de humanidad y los valores que fundamentan toda convivencia civil, estableciendo normas de comportamiento que limiten lo más posible sus daños y ayuden a aliviar el sufrimiento de los civiles y de todas las víctimas de los conflictos.[7]

15. Otro elemento que suscita gran inquietud es la voluntad, manifestada recientemente por algunos Estados, de poseer armas nucleares. Esto ha acentuado ulteriormente el clima difuso de incertidumbre y de temor ante una posible catástrofe atómica. Es algo que hace pensar de nuevo en los tiempos pasados, en las ansias abrumadoras del período de la llamada “guerra fría”. Se esperaba que, después de ella, el peligro atómico habría pasado definitivamente y que la humanidad podría por fin dar un suspiro de sosiego duradero. A este respecto, qué actual parece la exhortación del Concilio Ecuménico Vaticano II: «Toda acción bélica que tiende indiscriminadamente a la destrucción de ciudades enteras o de amplias regiones con sus habitantes es un crimen contra Dios y contra el hombre mismo que hay que condenar con firmeza y sin vacilaciones».[8] Lamentablemente, en el horizonte de la humanidad siguen formándose nubes amenazadoras. La vía para asegurar un futuro de paz para todos consiste no sólo en los acuerdos internacionales para la no proliferación de armas nucleares, sino también en el compromiso de intentar con determinación su disminución y desmantelamiento definitivo. Ninguna tentativa puede dejarse de lado para lograr estos objetivos mediante la negociación. ¡Está en juego la suerte de toda la familia humana!
La Iglesia, tutela de la trascendencia de la persona humana

16. Deseo, por fin, dirigir un llamamiento apremiante al Pueblo de Dios, para que todo cristiano se sienta comprometido a ser un trabajador incansable en favor de la paz y un valiente defensor de la dignidad de la persona humana y de sus derechos inalienables. El cristiano, dando gracias a Dios por haberlo llamado a pertenecer a su Iglesia, que es « signo y salvaguardia de la trascendencia de la persona humana » [9] en el mundo, no se cansará de implorarle el bien fundamental de la paz, tan importante en la vida de cada uno. Sentirá también la satisfacción de servir con generosa dedicación a la causa de la paz, ayudando a los hermanos, especialmente a aquéllos que, además de sufrir privaciones y pobreza, carecen también de este precioso bien. Jesús nos ha revelado que « Dios es amor» ( 1 Jn 4,8), y que la vocación más grande de cada persona es el amor. En Cristo podemos encontrar las razones supremas para hacernos firmes defensores de la dignidad humana y audaces constructores de la paz.

17. Así pues, que nunca falte la aportación de todo creyente a la promoción de un verdadero humanismo integral, según las enseñanzas de las Cartas encíclicas Populorum progressio y Sollicitudo rei socialis, de las que nos preparamos a celebrar este año precisamente el 40 y el 20 aniversario. Al comienzo del año 2007, al que nos asomamos —aun entre peligros y problemas— con el corazón lleno de esperanza, confío mi constante oración por toda la humanidad a la Reina de la Paz, Madre de Jesucristo, « nuestra paz » ( Ef 2,14). Que María nos enseñe en su Hijo el camino de la paz, e ilumine nuestros ojos para que sepan reconocer su Rostro en el rostro de cada persona humana, corazón de la paz.
Vaticano, 8 de diciembre de 2006.
BENEDICTUS PP XVI
Notas
[1] Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 357.
[2] Sermo 169, 11, 13: PL 38, 923.
[3] N. 3.
[4] Homilía en la explanada de Isling de Ratisbona (12 septiembre 2006).
[5] Cf. Congr. para la Doctrina de la Fe, Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre la colaboración del hombre y de la mujer en la Iglesia y en el mundo (31 mayo 2004), 15-16.
[6] N. 38.
[7] A este respecto, el Catecismo de la Iglesia Católica ha impartido unos criterios muy severos y precisos: cf. nn. 2307-2317.
[8] Const. past. Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, 80.
[9] Ibíd., 76.

Monday, December 25, 2006

Estatua de Jesús Niño

Gracias a varios diarios he podido escribir alguna carta acerca de una estatua del Niño Jesús en la plaza madrileña que lleva el mismo nombre. Tal estatua estaba en mal estado y en un lugar escondido y marginal. Tras una insistencia ciudadana se llevó a cabo su restauración. Después de meses, la estatua de escayola fue puesta en el mismo lugar y a las pocas semanas algún individuo decidió volver a destrozarla. Fue retirada. En el reciente día de Navidad la única estatua pública madrileña dedicada al Niño Jesús –que yo sepa- ha desaparecido. No pienso que haya que dramatizar la cuestión, pero tampoco me parece una nadería. Ya que cada vez se pone más difícil la expresión pública y democrática de símbolos cristianos pensé en algún lugar seguro para erigir esa estatua. Se me ocurrió uno pero de muy difícil acceso. Me dio alegría considerar que, si los cristianos nos decidiéramos a poner por obra esa idea, la presencia del chaval nazareno en el mundo aumentaría no tanto en su figura como en su Persona.

José Ignacio Moreno Iturralde

Sunday, December 24, 2006

Una cita para toda la vida

"Dios no ha puesto la perfección en la multiplicidad de los actos que hemos de realizar para agradarle, sino en el modo de realizarlos: no otro que el de hacer lo poco que hagamos según nuestra vocación, en el amor, por el amor y para el amor".

San Francisco de Sales.

Friday, December 22, 2006

¡MUY FELIZ NAVIDAD!

Red Madres con los niños pobres

Queridos amigos

¡Feliz Navidad!

Como bien sabéis llegan los Reyes Magos y hay muchos niños muy pobres que conocemos muy bien en Madrid que no tendrán ningún regalo el día 6 de enero.

Para evitar esto, y además para que sus madres y padres sepan que les queremos, en AVA hemos emprendido una campaña desde hace una semana para hacer de pajes reales para niños muy pobres cuyas madres están siendo atendidas por las 25 entidades de la Red de Madres de la Comunidad de Madrid www.redmadres.org

Son mujeres embarazadas españolas e inmigrantes y/o con varios hijos y muchas de ellas han sufrido el trauma de un aborto provocado en sus vidas coaccionadas por su entorno y víctimas de su soledad y pobreza.

Este viernes 22 tendremos una recogida oficial de cartas de hijos y padres y tendremos con nosotros en exclusiva al Rey Melchor y sus pajes en un sitio que está pendiente de concretar mañana.

Tenemos un local donde recibir los regalos todas las tardes - pueden ser usados, nuevos, etc. Dicho local está en C/ Fuencarral, 36-38 - 2º izda. Allí un grupo de voluntarios haremos los paquetes según lo que pidan en sus cartas. Dichos paquetitos con los regalso les serán entregados a las entidades de la Red el 4 y 5 de enero para que los reciban los niños en su casa como Dios manda.

Os rogamos que los regalos que querais aportar a estos 800 niños pobres nos los hagais llegar a dicha dirección avisando previamente al 620 85 86 96. También podéis participar como pajes reales y voluntarios para hacer los paquetes durante las siguientes semanas.

Tu Navidad habrá sido diferente si metes a estos 800 niños en tu corazón. Prueba que seguro que caben.

Recibe un gran abrazo

Dra. Victoria Uroz MartínezAsociación de Víctimas del Aborto - AVA www.vozvictimas.org

620 85 86 96

Libertad religiosa

Navidad 2006.

Cada año sale la noticia de más colegios en los que, por abuso de autoridad, se priva a los alumnos de la gozosa celebración de la venida de Jesús, venerado también por los musulmanes, que lo cuentan entre los grandes profetas. Se celebra con muchos actos en los centros de enseñanza, el Día de la Paz Escolar y de la no violencia ( finales de enero, recordando aGandhi); pero se impide a los cristianos festejar el Nacimiento de Cristo, el Hijo de Dios, que se hizo Hombre por nuestra salvación y es el centro de laHistoria, Príncipe de la Paz y el mayor sembrador de Amor y de Esperanza. Lo que viví hace años, hoy se extiende: una de las Jefas prohibió cantar villancicos en el aula y hasta en cualquier rincón del patio durante el recreo. Claro que algunos no admitían la injusta norma y, en mi clase, se atrevían a entonarlos por su cuenta el último día, siguiéndoles el resto. Bajo las presiones del laicismo, Noche de Paz, el Tamborilero y la Marimorena llegaban más al alma y se hacían muy sabrosos. ¿ Por qué yo habría de impedirlo, como se me pedía? Ser tajante en ese punto, además de contradecir mis sentimientos, habría sido una injusta represión de la libertad de los chicos. La Jefa en cuestión, era presa de una absurda ideología laicista; quizá pretendiera cosechar méritos o ignorara la Constitución y la Ley orgánica de libertad religiosa.Una norma que prohibe la exteriorización de laalegría de la Navidad con cánticos, escenificaciones o con el tradicional belén, además de ilegal y de ser índice de la intolerancia de los que la imponen, ¿ noes antidemocrática, totalitaria e irrespetuosa connuestra cultura y tradiciones?

Josefa Romo

Icono bizantino navideño


El icono clásico bizantino de la Natividad presenta una imagen diferente del acontecimiento de la Navidad si lo comparamos con imágenes occidentales más recientes. El objetivo de este icono es el de instruir, hacer visible la historia del nacimiento de Cristo, el milagro de la Encarnación de Dios. Esta historia se encuentra en dos pasajes de los Evangelios: Mateo 2:1-12, y Lucas 2:1-20. Elementos adicionales se han tomado de algunas tradiciones cristianas encontradas en escrituras antiguas no incluidas en la Biblia Canónica.

El tema central de la imagen es la Madre y el Niño dentro de una cueva oscura. El significado simbólico de la cueva es el mundo, oscurecido por el pecado del hombre, y ahora iluminada por la Luz de la Encarnación. La Virgen María pone con cuidado al Niño en el pesebre (...).
En la esquina inferior izquierda se encuentra sentado San José con un traje verde, con el halo de santidad y un rótulo escrito en Griego que refleja así su importancia. Él se enfrenta al diablo, disfrazado como un viejo pastor, que trata de persuadir a José de que el parto virginal de María no es posible. En la esquina inferior derecha hay dos mujeres que lavan al Niño. Estas son dos comadronas traídas por José para asistir a María como se describe en los Evangelios apócrifos.
Otros elementos de la escena forman parte de las historias de los Evangelios canónicos. Los Magos de Oriente que llevan regalos están descritos en Mateo 2:1-12. Los ángeles que traen " las buenas nuevas de gran alegría " a los pastores que cuidan sus rebaños son un pasaje conocido de Lucas 2:8-14. La Estrella de Belén (Mateo 2:9) dirige un rayo directamente hacia el Niño. La estrella es representada como un agujero en la esfera de Cielo, dejando que un rayo de luz caiga sobre Él. La inscripción griega cerca de la parte superior del icono se traduce como " el Nacimiento del Mesías ".

Este icono representa no sólo el milagro de la Encarnación, sino también el efecto de aquel milagro sobre el mundo. Toda la creación está representada en el acontecimiento: la tierra por las colinas y cueva, el cielo por la estrella; la naturaleza por los animales y plantas ; los ángeles en sus papeles de mensajeros divinos y en el de glorificadores de Dios, y la humanidad en sus distintas formas - el sabio y el sencillo, el bien y mal, el joven y los viejos, los hombres y mujeres.

DVD La primera Navidad


PACK LA PRIMERA NAVIDAD
CONTIENE: -DVD con historia de la Navidad
-CD de villancicos
-Peluche de regalo
Precio: 20 Euros.

arvo@casablan.org

DVD Jesús ha nacido


DVD "JESÚS HA NACIDO"
Colección la Biblia para niños en dibujos animados
DURACIÓN: 30 min.
Precio: 16 Euros.

PARA MAYOR INFORMACIÓN DE DVD DIRIGIRSE A:
arvo@casablan.org

Noche de Paz

Regale Zenit: Información doctrinal

Friday, December 08, 2006

María Inmaculada, Imagen de la Belleza de Dios

CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 7 diciembre 2006 (ZENIT.org).

- La Inmaculada Concepción es «imagen de la belleza y de la caridad divina», considera el cardenal Tarcisio Bertone, en un mensaje enviado en nombre de Benedicto XVI. El purpurado salesiano saluda con la misiva pontificia a los participantes en XI Sesión Pública de las Academias Pontificias, organizada este jueves por las Pontificias Academias de la Inmaculada y Mariana Internacional, sobre el tema: «La Inmaculada, Madre de todos los hombres, imagen de la belleza y de la caridad divina». Este tema, aclara el cardenal Bertone, «quiere subrayar precisamente la participación singular de la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios y Madre de todos los hombres, en el misterio de Dios, misterio excelso de belleza y de caridad». «Dios, Uno y Trino, que difunde su belleza y su caridad en el mundo que creó, comunica de manera particular estas cualidades suyas a las criaturas humanas por medio del perfectísimo Mediador, su Hijo Jesucristo, modelándolas y santificándolas con la potencia del Espíritu Santo, para que sean santas e inmaculadas en su presencia por la caridad». Ahora bien, añade, «María de Nazaret destaca entre todas las criaturas como espejo resplandeciente de la belleza divina pues, al haber sido “preservada” del pecado original y llena “de gracia”, está tan animada y penetrada por la caridad del Espíritu Santo que se convierte en prototipo de la persona humana, que de la manera más radical y sin reserva alguna, acoge al Hijo de Dios, en la hora trágica de su Pasión y en la de la Resurrección». «Al permanecer profundamente unida a Cristo, crucificado y resucitado, María se revela como Madre de toda la humanidad y, en particular, de los discípulos del Hijo». El cardenal Bertone cita la primera encíclica «Deus caritas est» cuando dice: «María se ha convertido efectivamente en Madre de todos los creyentes. A su bondad materna, así como a su pureza y belleza virginal, se dirigen los hombres de todos los tiempos y de todas las partes del mundo en sus necesidades y esperanzas, en sus alegrías y contratiempos, en su soledad y en su convivencia». «Y siempre experimentan el don de su bondad; experimentan el amor inagotable que derrama desde lo más profundo de su corazón. Los testimonios de gratitud, que le manifiestan en todos los continentes y en todas las culturas, son el reconocimiento de aquel amor puro que no se busca a sí mismo, sino que sencillamente quiere el bien», añade el mensaje. A través de la misiva, el Papa alienta a todos los que estudian la figura de María para que se adentren en su descubrimiento por el «camino de la verdad» y el «camino de la belleza», que quedan abarcados en el «camino de la caridad».

Inmaculada IX


“La absoluta enemistad puesta por Dios entre la mujer y el demonio exige, por tanto, en María la Inmaculada Concepción, es decir, una ausencia total de pecado, ya desde el inicio de su vida. El Hijo de María obtuvo la victoria definitiva sobre satanás e hizo beneficiaria anticipadamente a su Madre, preservándola del pecado. Como consecuencia, el Hijo le dio el poder de resistir al demonio, realizando así en el misterio de la Inmaculada Concepción el más notable efecto de su obra redentora”

Juan Pablo II. Audiencia General 29-V-1996

Inmaculada VIII

Inmaculada VII

Inmaculada VI

Inmaculada V

Inmaculada IV

Inmaculada III

Inmaculada II


María es verdaderamente Madre de Dios porque es la madre de Jesús (Jn 2, 1; 19, 25). En efecto, aquel que fue concebido por obra del Espíritu Santo y fue verdaderamente Hijo suyo, es el Hijo eterno de Dios Padre. Es Dios mismo." (Compendio Catecismo de la Iglesia Católica, 95)

Inmaculada I

Wednesday, December 06, 2006

El padre Al Rais secuestrado en Irak

Ante la desaparición de otro sacerdote, obispo iraquí denuncia la pasividad del mundoEl padre Sami Al-Rais permanece secuestrado desde el lunes BAGDAD, martes, 5, diciembre 2006 (ZENIT.org).- El rector del seminario mayor caldeo en Al Dora (Bagdad), el padre Sami Al-Rais permanece secuestrado desde el lunes, denuncia el obispo auxiliar local, monseñor Shlemon Warduni. «Se lo llevaron esta mañana hacia las 9.30 horas a pocos pasos de la iglesia de Mar Khorkhis, en Bagdad Jadida», confirmó el prelado el lunes a la agencia «Sir» del episcopado italiano. «Estamos ante un nuevo secuestro. Esperamos la petición de un recate. El mundo duerme; si no despierta no habrá futuro para Irak ni para los crsitianos iraquies», alertó. Con el del padre Al Rais, ya son cinco los secuestros de sacerdotes caldeos en Bagdad desde el pasado julio. La comunidad católica caldea es la mayor comunidad cristiana del país. Y el pasado octubre el padre Paul Iskandar -sacerdote siro-ortodoxo- fue brutalmente asesinado. El padre Sami, rector del seminario mayor caldeo en Al Dora y párroco de la anexa iglesia de San Pedro y San Pablo, debería estar presente el miércoles en la inauguración del año académico del «Babel College» -que dirige la Iglesia católica en Bagdad (única Universidad Teológica Cristiana en el país)-, de donde es profesor de Moral. Pero tal Facultad, desde Al Dora, dada la situación de inseguridad, ha sido trasladada a la iglesia de Mar Khorkis. La citada ceremonia de apertura de curso ha sido pospuesta. El Patriarcado caldeo de Irak ha lanzado desde su web un llamamiento –del que se hace eco «AsiaNews.it»- a los secuestradores: «Os rogamos que no le hagáis daño y que le tratéis bien». «Ponemos al padre Sami en manos del Señor y de la Providencia pidiéndole que nos ayude a salvar Irak de estos secuestros que aterrorizan a todos, adultos y niños», prosigue. «Invocamos a la Virgen para que le salve y le haga regresar pronto a su iglesia y al servicio de los fieles», concluye el texto. Este martes el seminario «Simón Pedro», cerrado por la creciente inseguridad, debería haber reanudado las clases «por una semana de prueba». «Ahora el seminario tendrá otros problemas, porque además de la falta de seguridad y de las amenazas, debe soportar la ausencia de su rector», comentan algunos de los pocos estudiantes que quedan allí, según recoge «AsiaNews.it».

Monday, December 04, 2006

Adviento recuerda el verdadero sentido de la Navidad

En www.zenit.org 3.XII

Investigaciones modernas sobre Jesús de Nazaret

En www.zenit.org 2.XI

El Papa espera que su viaje a Turquía contribuya al diálogo con ortodoxos y musulmanes

Da gracias a las autoridades y a los ciudadanos por «su tradicional espíritu de hospitalidad» CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 3, diciembre 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI espera que la «inolvidable experiencia» de su viaje a Turquía contribuya a profundizar en la colaboración y el diálogo con los cristianos ortodoxos y con los seguidores del islam. El pontífice confesó su deseo al dirigirse este domingo a miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro para participar en el primer Ángelus presidido por el Papa a su regreso de Estambul. Hablando desde la ventana de su estudio, el Santo Padre dio ante todo «gracias al Señor» y a todas las personas del mundo que han rezado por el buen resultado de su peregrinación por tierras turcas, que tuvo lugar del 28 de noviembre al 1 de diciembre. El Papa espera que de este viaje «surjan frutos de bien para una cooperación cada vez más sincera entre los discípulos de Cristo y para un diálogo fecundo con los creyentes musulmanes». El obispo de Roma renovó su gratitud «a quienes han organizado el viaje y han contribuido de diferentes maneras a su desarrollo pacífico y fructuoso». En particular, mencionó a «las autoridades de Turquía y al amigo pueblo turco, que me ha ofrecido una acogida digna de su tradicional espíritu de hospitalidad». Asimismo, recordó «con afecto y reconocimiento a la querida comunidad católica que vive en tierras turcas» y que atraviesa «condiciones que con frecuencia no son fáciles».

«Verdaderamente es un pequeño rebaño, variado, rico de entusiasmo y de fe que por así decir vive constantemente y de manera intensa la experiencia del Adviento apoyado por la esperanza», reconoció. Benedicto XVI ya había recordado este viaje a Turquía el sábado por la tarde en la homilía que pronunció en la Basílica de San Pedro del Vaticano durante las vísperas del primer domingo de Adviento. «La paz es la meta a la cual aspira toda la humanidad --aseguró--. Para los creyentes paz es uno de los más bellos nombres de Dios, que quiere el entendimiento entre todos sus hijos, como he tenido ocasión de recordar en mi peregrinación de estos días pasados en Turquía». Como el Papa anunció al rezar el Ángelus, el próximo miércoles ofrecerá un balance de su visita durante la semanal audiencia general a los peregrinos. ZS06120304

San Josemaría: Amar al Mundo apasionadamente


CD-"AMAR AL MUNDO APASIONADAMENTE"
43 min.
Precio: 10 Eu.

PARA MAYOR INFORMACIÓN DE DVD DIRIGIRSE A:
arvo@casablan.org
http://www.casablan.org/

Juan Pablo II en Tierra Santa


EL SANTO PADRE EN TIERRA SANTA
PACK DE 2 DVD´s
160 min.
Precio: 16 Eu.

PARA MAYOR INFORMACIÓN DE DVD DIRIGIRSE A:
arvo@casablan.org
http://www.casablan.org/

Novena a la Inmaculada


CASABLANCA COMUNICACIÓN
arvo@casablan.org
http://www.casablan.org/

Tfno.: 923.26.13.03 - Fax.: 923.21.65.11

NOVENA A LA INMACULADA
D. RICARDO MARTÍNEZ CARAZO
EDICIÓN DE 1997
Acorde con estas fechas ofrecemos este folleto de devoción a la Virgen María.

72 páginas
Precio: 6 Euros.

Thursday, November 30, 2006

El Papa muestra con su vida que Dios es Caridad

Benedicto XVI ha realizado un viaje a Turquía de alto riesgo para su vida a sus 79 años. Ha demostrado con obras su irrenunciable compromiso ecuménico con los ortodoxos. Ha manifestado su voluntad de sincero respeto y diálogo con el Islam. Acudió a esta cita histórica como valedor del derecho a la libertad religiosa y a la libertad de expresión. Con un coraje ejemplar ha mostrado, con su vida, que Dios es razonable y, sobre todo, que es Caridad.

José Ignacio Moreno Iturralde

Saturday, November 25, 2006

Cristo Rey

Predicador del Papa: Cristo Rey, «humanísimo y trascendente» a la vezComentario del padre Raniero Cantalamessa, ofmcap., a la liturgia del próximo domingo ROMA, viernes, 24 noviembre 2006 (ZENIT.org).- Publicamos el comentario del padre Raniero Cantalamessa, ofmcap. -predicador de la Casa Pontificia- a la liturgia del próximo domingo –solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo-, XXXIV y último del tiempo ordinario.
* * *
Le veréis venir entre las nubes del cielo...
XXXIV Domingo del tiempo ordinario (B): Solemnidad de Cristo Rey Daniel 7, 13-14; Apocalipsis 1, 5-8; Juan 18, 33b-37En el Evangelio de este domingo, Pilato pregunta a Jesús: «¿Eres tú el Rey de los judíos?», y Jesús responde: «Sí, como dices, soy Rey». Poco antes, Caifás le había dirigido la misma pregunta de otra forma: «¿Eres tú el Hijo de Dios bendito?», y también esta vez Jesús respondió afirmativamente: «Sí, yo soy». Es más: según el Evangelio de Marcos [Mc, 14, 62. Ndt.], Jesús reforzó esta respuesta, citando y aplicándose aquello que el profeta Daniel había dicho del Hijo del hombre que viene entre las nubes del cielo y recibe el reino que nunca pasará (primera lectura). Una visión grandiosa en la que Cristo aparece dentro de la historia y por encima de ella, temporal y eterno. Junto a esta imagen gloriosa de Cristo hallamos, en las lecturas de la solemnidad, la del Jesús humilde y sufriente, más preocupado de hacer de sus discípulos reyes que de reinar sobre ellos. En el pasaje del Apocalipsis Él es definido como quien «nos ama y nos ha lavado con su sangre de nuestros pecados y ha hecho de nosotros un Reino de Sacerdotes para su Dios y Padre».

Ha sido siempre difícil mantener unidas estas dos prerrogativas de Cristo –majestad y humildad-, derivadas de sus dos naturalezas, divina y humana. El hombre de hoy no tiene dificultad para reconocer en Jesús al amigo y al hermano universal, pero encuentra difícil proclamarle también Señor y reconocerle un poder real sobre él. En las películas sobre Jesús, esta dificultad salta a la vista. En general, el cine ha optado por el Jesús humilde, perseguido, incomprendido, tan cercano al hombre como para compartir sus luchas, sus rebeliones, su deseo de una vida normal. En esta línea se sitúan Jesucristo Superstar y, de manera más cruda y desacralizadora, La última tentación de Cristo –de Martin Scorsese-. También Pier Paolo Pasolini, en el Evangelio según Mateo, nos presenta a este Jesús amigo de los apóstoles y de los hombres, a nuestro alcance, si bien no carente de cierta dimensión de misterio, expresada con mucha poesía, sobre todo a través de algunos eficacísimos silencios. Sólo Franco Zeffirelli, en su Jesús de Nazaret, se esforzó por mantener juntos los dos rasgos de Él. Ahí se ve a Jesús como hombre entre los hombres, afable y a la mano, pero a la vez como alguien que, con sus milagros y su resurrección, nos sitúa ante el misterio de su persona que trasciende lo humano. No se trata de descalificar los intentos de reproponer en términos accesibles y populares el acontecimiento de Jesús. En su tiempo Jesús no se ofendía si «la gente» le consideraba uno de los profetas. Pero preguntaba a los apóstoles: «¿Y vosotros quién decís que soy yo?», dando a entender que las respuestas de la gente no eran suficientes. El Jesús que la Iglesia nos presenta en la solemnidad de Cristo Rey es el Jesús completo, humanísimo y trascendente. En París se conserva, bajo custodia especial, la barra que sirve para establecer la longitud exacta del metro, a fin de que esta unidad de medida, introducida por la Revolución Francesa, no se altere con el paso del tiempo. De forma similar, en la comunidad de creyentes que es la Iglesia, se custodia la verdadera imagen de Jesús de Nazaret que debe servir como criterio para medir la legitimidad de toda representación suya en la literatura, en el cine, en el arte.

No se trata de una imagen fija e inerte, que hay que conservar al vacío, como el metro, sino de un Cristo vivo que crece en la comprensión misma de la Iglesia, también a raíz de las cuestiones y de las provocaciones siempre nuevas planteadas por la cultura y por el progreso humano. [Traducción del italiano realizada por Zenit] ZS06112401

Friday, November 17, 2006

Jornada Mundial de la Juventud en Sidney

página oficial de la JMJ http://www.wyd2008.org/ (en Inglés)
http://www.wyd2008.org/index.php/es (en español)

Convoca un curso para prepararles para el gran evento SYDNEY, martes, 7 noviembre 2006 (ZENIT.org).- Preparará para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Sydney y será parte de su legado: se trata del curso para formar a jóvenes líderes, convocado por la organización del gran evento en Australia.Ya está abierta la inscripción a este «Curso de Formación de Jóvenes Líderes» para candidatos de 18 a 30 años que quieran brindar su ayuda en los preparativos locales y nacionales de la JMJ ’08 y tener un papel activo en la futura vida de la Iglesia.Del 15 al 20 de julio de 2008 la ciudad australiana acogerá el gran encuentro de fe y fiesta que reunirá a jóvenes de todo el mundo en torno al Papa. Será la primera visita de Benedicto XVI a Australia.Se prevé la llegada de medio millón de jóvenes peregrinos, incluyendo a unos 125 mil de otros países.Durante tres meses (de marzo a junio del próximo año), el citado curso ofrecerá formación intensiva para que estos jóvenes líderes tengan herramientas para preparar a otros en el camino a la JMJ.Bringelly, al sudoeste de Sydney, acogerá esta iniciativa.Igualmente, ese período formativo brindará habilidades específicas y experiencia para la implementación de programas de la JMJ en ministerios juveniles en las Iglesias locales, apunta el obispo coordinador de esta edición australiana, monseñor Anthony Fisher OP.«Buscamos que este curso impulse el crecimiento y el liderato cristiano, no sólo entre los participantes, sino también en las comunidades a las que regresarán», añade.Confirma que participarán en el curso obispos australianos, teólogos, filósofos, sacerdotes, periodistas y políticos, «todos apasionados por guiar a jóvenes líderes en el sendero de la JMJ».«Es parte de la inversión a largo plazo y del legado que proyectamos para la Jornada Mundial de la Juventud de 2008», añade.Faltan 615 días para el inicio de la XXIII Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará por décima ocasión fuera de Italia, esta vez en Australia.«Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos» (Hechos 1,8) es el lema elegido esta vez para la convocatoria.Más información sobre el curso en la página oficial de la JMJ http://www.wyd2008.org/ (sección «Australian Parishes and Schools»). Las inscripciones permanecerán abiertas hasta el próximo 31 de enero.

Cómo afrontar la enfermedad y el final de la vida

Autor: Miguel Ángel Monge

Una cuestión de amor
Welby ha sufrido de su dolencia durante muchos años y ahora está confinado a su cama, conectado a una máquina que le ayuda a respirar, informaba el 23 de septiembre el Corriere della Sera.Su petición recibió una amplia cobertura de los medios y ha abierto un debate nacional sobre el tema de la eutanasia. El 24 de septiembre, el periódico La Repubblica informó de que Napolitano había pedido al parlamento que considerara el tema.En los días que siguieron a la petición de Welby algunos grupos y figuras políticas declararon su apoyo a los cambios legales que permitieran alguna forma de eutanasia. Por su parte la Iglesia católica mostró una fuerte oposición contra cualquier tipo de legalización.En una entrevista con La Repubblica el 25 de septiembre, el cardenal Javier Lozano Barragán, presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios, recordaba a los lectores que no podemos ponernos nosotros mismos en lugar de Dios quitándonos nuestras vidas. Nuestra vida es un don de Dios y debe salvaguardarse, afirmaba.El cardenal explicaba, sin embargo, que la oposición de la Iglesia a la eutanasia no significa que defienda un tratamiento médico excesivo que prolongue la vida a costa de un sufrimiento innecesario. El cardenal Lozano Barragán también recomendaba prestar más atención a los tratamientos paliativos, para aliviar los sufrimientos de los enfermos terminales.Por su parte, el obispo de Terni, monseñor Vincenzo Paglia, recomendaba aprender de la experiencia de Cristo en la cruz. En una entrevista publicada el 25 de septiembre en el Corriere della Sera, moneñor Paglia afirmaba que se sintió golpeado por la conjunción de dos imágenes de vídeo enviadas por Welby: la del hombre sufriendo confinado en su cama, y la de un crucifijo en la pared de su habitación. La cercanía del crucifijo a Welby recordaba al obispo las palabras del Evangelio y la presencia de Cristo.Monseñor Paglia indicaba que se necesita más amor para personas, como Welby, para ayudarles a superar su sufrimiento. Este amor no incluye ayudar a nadie a morir, afirmaba el obispo. El amor cristiano nos permite dar nuestras vidas para salvar a los demás, pero no podemos quitar las vidas de otros, observaba.Otro pide más ayuda para vivir Deseo de vivir Cesare Scoccimarro, de 45 años, que sufre de una forma de esclerosis, replicó también a la petición de Welby. Según la agencia de noticias Ansa, Scoccimarro declaró que, a pesar de su grave enfermedad, que le ha confinado a una cama desde 1998, quiere seguir viviendo.Tras conocer la petición de Welby, Scoccimarro, que se comunica por medio de movimientos del ojo, redactó una carta al presidente de Italia. En ella afirmaba que a pesar de estar tan enfermo como Welby, su deseo de vivir es grande. Scoccimarro añadía que las personas en su condición necesitaban más ayudas para hacer frente a las graves dificultades a las que se enfrentan.Este fue el tema principal de un libro recientemente publicado. En «Eutanasia: Spunti per un Dibattito» (Eutanasia: Ideas para un Debate), la profesora de bioética Michele Aramini sostiene, entre otras cosas, la necesidad de una mayor solidaridad con el anciano y el enfermo.Esta solidaridad incluye proporcionar la atención médica y los cuidados paliativos adecuados, pero va más allá de los medios técnicos. Nuestra actitud hacia los demás es también una medida de nuestro nivel de humanidad, afirma Aramini. Además, la enfermedad y el sufrimiento tienen también un sentido moral, que necesitamos recuperar. Es necesario que, a los enfermos que tienen el don de la fe, les ayudemos a vivir sus esperanzas y valores religiosos. Incluso aquellos sin una fe activa necesitan ayuda para percibir el carácter trascendente de la persona humana.Aramini discute la noción de que la eutanasia es necesaria para poner fin al sufrimiento de las personas. Afirma que este suele ser un punto de vista excesivamente simplista del tema. De hecho, los estudios muestran que la mayoría de las personas ancianas que se suicidan tenían relativamente buena salud o, al menos, no tan enfermos como pensaban que estaban.De igual forma, quienes sufren de enfermedades terminales, y quienes quieren suicidarse, suelen sufrir de depresión. La solución para estos casos no es permitirles morir, sino tratar la depresión.Por eso, cuando alguien pide que se le permita suicidarse, continúa Aramini, lo que debemos hacer es investigar la situación de la persona para identificar las causas y proporcionar el tratamiento adecuado que le permita superar este deseo. Desde esta perspectiva, aceptar la idea de la eutanasia no significa ofrecer ayuda a alguien. Más bien significa rechazar ayudarles a hacer frente a sus necesidades.Un derecho poco claro ¿Derecho a morir? En el plano médico, estas necesidades incluyen extender la práctica de los cuidados paliativos de los pacientes y proporcionar el adecuado tratamiento del dolor. Para lograr esto, es necesario preparar mejor a los doctores y enfermeras para hacer frente a las necesidades de los enfermos terminales y de los ancianos. También son necesarias mejoras en la comunicación entre el personal médico, los pacientes y sus familias.Uno de los argumentos utilizados por quienes proponen la eutanasia es el de la autonomía, es decir, el derecho de cada persona a elegir el momento de su muerte. Pero este concepto no es tan decisivo, advierte Aramini.Para comenzar, no podemos estar seguros de que cuando una persona pide la eutanasia lo haga con verdadera voluntad; puede ser el resultado de un momento pasajero de sufrimiento. También hay que tener en cuenta el papel de los médicos y enfermeras. ¿Están obligados a ayudar a la gente a suicidarse sólo porque se lo pidan?Respecto a la cuestión de la autonomía individual, Aramini cuestiona si la muerte de una persona es sólo un tema personal, o si la sociedad también entra en juego. Si aceptamos la existencia de un «derecho a morir» personal y, aún más, si aceptamos un derecho a ser ayudado a morir, corremos el riesgo de devaluar la vida humana.Hay mucho en juego Con frecuencia la petición de morir de una persona enferma está influida por factores subjetivos relacionados con su enfermedad. Si se reconociera un «derecho a morir», sería más fácil que los pacientes se sintieran obligados a elegir la muerte, influidos por el deseo de no ser una carga para los demás. Podrían también sentirse presionados a no seguir utilizando valiosas camas de hospital y otros recursos médicos. Si se acepta ampliamente, la eutanasia podría convertirse en una alternativa económicamente atractiva al hecho de proporcionar un tratamiento caro.Aramini concluye que la legalización de la eutanasia significaría aceptar un punto de vista que hace que el concepto de dignidad humana dependa de la «calidad de vida».Tal dependencia mina el principio del valor y la dignidad incondicionales de cada persona, defiende Aramini. Dañar este principio en nombre de la autonomía personal afecta a la sociedad en su mismo fundamento. Por eso, es erróneo considerar la eutanasia como una decisión meramente personal que sólo afecta al individuo en cuestión.Una vez que perdemos nuestro respeto por el valor de la vida humana, abrimos entonces las puertas a toda clase de abusos, como ha ocurrido en Holanda con la práctica en expansión de la eutanasia, advierte Aramini. La compasión por el enfermo, por lo tanto, no significa acelerar indebidamente su muerte.

Friday, November 10, 2006

Paquito Fernández Ochoa

Tuve la suerte de que recibir clases de esquí de un hermano de Francisco Fernández Ochoa en Navacerrada: Jesús. A Paquito le vi una vez bajando la pista del Pluviómetro a una fortísima velocidad. Con motivo de su fallecimiento, he recordado el oro que ganó en Sapporo 72. Tras una bajada impresionante tuvo la genialidad, antes de llegar a meta, de tumbarse hacia atrás en los esquís, para arañar alguna décima de segundo menos. Su vida ha sido relativamente corta, como el slalom especial en que triunfó. Al tener noticia de cómo ha afrontado el cáncer se puede decir que Paquito ha vivido y ha fallecido con deportividad. Con su entereza, humana y cristiana, ha sabido ser ejemplar en su último torneo y, con todo el alma lo espero, ha vuelto a vencer.

José Ignacio Moreno Iturralde

Chesterton se quitó el sombrero

“Cuando entro en una Iglesia me quito el sombrero,no la cabeza”.

La quinta etapa de la vida de Chesterton coincide con su bautismo católico. En 1900 había conocido a Hilaire Belloc y en 1901 contrajo matrimonio con Frances Blogg, a la que había conocido en 1896. Frances era anglicana practicante y Chesterton la acompañaba a la Iglesia. Fue en esa época cuando comenzó a frecuentar los oficios litúrgicos. También por aquella época profundiza en una idea importante: la humildad.Reflexionando sobre el paganismo y sobre su grotesca parodia moderna se da cuenta de que el Cristianismo ha conquistado el corazón de los hombres a través de la humildad. Por eso frente al deber exigido por la mentalidad moderna el opone el don que ha de ser agradecido. La soberbia, por el contrario, deforma la perspectiva de las cosas e impide ver el mundo tal como es. De ahí que la autoafirmación propia del hombre moderno conduzca también a la ignorancia. Y una de las deformaciones más graves es el gnosticismo que, so pretexto de conocer los arcanos acaba negando el misterio de la Encarnación.Fue la sorpresa ante el mundo y la capacidad de asombro, unidos al agradecimiento por la vida, lo que llevó a Chesterton a abrazar cada vez más la fe hasta pedir el bautismo en 1922. Por fin llegaba a la que denominó la “casa del hombre”. Después, cuando viajó a Roma reafirmó que por fin se sentía en su hogar.Chesterton se bautizó en una sencilla barraca con tejado de uralita. En Beaconsfield aún no habían podido construir la Iglesia. Días antes se paseaba por su casa repasando un pequeño catecismo.

Más tarde, para responder a los que se preguntaban por su conversión al catolicismo escribió:
“Cuando la gente me pregunta a mí o a cualquier otro ¿Por qué te uniste a la Iglesia de Roma?, la primera respuesta esencial, aunque sea en parte incompleta es: “para librarme de mis pecados”. Porque no hay ningún otro sistema religioso que declare verdaderamente que libra a la gente de los pecados. (…) El sacramento de la penitencia da una vida nueva, y reconcilia al hombre con todo lo que vive: pero no como lo hacen los optimistas y los predicadores paganos de la felicidad. El don viene dado a un precio y condicionado a la confesión. He encontrado una religión que osa descender conmigo a las profundidades de mí mismo”.

Wednesday, November 01, 2006

Nostalgia de Dios

En el día de todos los santos supongo que bastantes personas echarán un vistazo a sus álbumes, llenos de recuerdos. Otra costumbre bien arraigada es la visita a las tumbas de los seres queridos. Allí, al considerar la alegría radiante de los bienaventurados, parece que algo de esa luz entra en nuestra vida haciéndola más grata, más amable. No digo que todo el mundo lo experimente así, pero pienso que detrás de todas esas manifestaciones, junto al cariño a los familiares difuntos, existe una nostalgia de Dios.

José Ignacio Moreno Iturralde

Thursday, October 12, 2006

Una historia increíble

Hace unos meses mi amigo Luis recibió una llamada, desde Alemania, de un amigo suyo. Tal amigo le comentó que su mujer estaba embarazada por fecundación artificial. Se había diagnosticado al feto un gran bulto en el cuello de un tamaño similar a la cabeza y les habían sugerido la posibilidad de abortar. Luis, castellano directo, le comentó que a la barbaridad de tener un hijo por fecundación artificial no debía añadir el crimen de una criatura inocente. Su amigo se enfadó con él por tan rotunda respuesta; quizás sin reparar que había llamado para pedir consejo. Tras algún tiempo el amigo de Luis volvió a llamarle para decirle varias cosas: Había desaparecido el bulto del feto, su mujer quería bautizar al niño cuando naciera; para lo que juzgó conveniente bautizarse ella también. Habían decidido llamar al niño Marcos Luis y querían que Luis fuese el padrino del bautismo del niño; cuestión que fue aceptada de inmediato. Queda algo más: El amigo de Luis estaba casado civilmente con su actual mujer; pero con anterioridad se había casado por la Iglesia con otra señora. Recientemente le ha llegado un comunicado de la parroquia donde se casó para decirle que aquél matrimonio no fue válido porque el sacerdote que lo celebró no tenía las oportunas licencias. El próximo día 3 de diciembre tendrá lugar el bautizo del niño.

José Ignacio Moreno Iturralde

Monday, October 09, 2006

La financiación de la Iglesia

El sostenimiento material de la Iglesia para que pueda realizar su servicio de la Palabra, de los Sacramentos y del testimonio de la caridad es, ha sido y será siempre una responsabilidad de sus hijos y una obligación nacida de las exigencias del mandamiento del amor que les vincula y une con su Señor y Salvador. Las necesidades materiales –o económicas– de la Iglesia, inherentes intrínsecamente a la posibilidad del recto ejercicio de su misión, han sido siempre cubiertas por la generosidad de sus fieles, desde los mismos días de la comunidad de discípulos de Jesús y de la primitiva comunidad cristiana hasta el día de hoy. Las formas en las que se ha prestado dicha ayuda ha variado mucho a lo largo de las distintas etapas de su historia. Pero el principio de la contribución de los fieles ha permanecido inalterable como signo e instrumento obligado de su comunión con la Iglesia y sus Pastores. La intervención del Estado y de la sociedad civil con sus leyes y el ordenamiento jurídico de la propiedad y de la economía han condicionado, por otra parte, en todas las épocas no sólo las formas técnicas de las aportaciones de los fieles a la Iglesia, sino incluso su misma viabilidad. En primer lugar, cerrando o abriendo el espacio de libertad personal e institucional para que los ciudadanos pudieran aplicar los recursos económicos, de los que disponían, a este fin y, luego, valorando positivamente o no el papel de la religión en la existencia personal del hombre y en la vida de la sociedad, como un factor de extraordinaria importancia para el bien de cada persona –siempre en busca de una felicidad que trasciende lo que el mundo ofrece y puede ofrecer– y de la sociedad misma, que no puede subsistir sin valores morales compartidos y fundados en principios no cuestionables por el poder humano: los de la justicia, de la solidaridad, de la libertad, del amor y de la paz. El condicionamiento mayor, sufrido por y en la autofinanciación de la Iglesia –como hoy acostumbramos a denominar su sustentación a cargo de sus fieles o de sus bienhechores– a causa del Estado, ocurrió con las leyes de desamortización de principios del s. XIX que la despojaron de sus bienes, fruto de las donaciones generosas de generaciones y generaciones de cristianos a lo largo de muchos siglos. Esta masiva acción expropiadora del Estado cercenó decisivamente las posibilidades económicas del mantenimiento de la vida y el servicio pastoral de la Iglesia en sí mismas y, sobre todo, como resultado de la generosa aportación de sus miembros. Coincidían estas drásticas medidas desamortizadoras, impuestas a la Iglesia, con el comienzo de la creciente tendencia del Estado moderno a asumir y ordenar todos los aspectos de la vida social de sus ciudadanos con una consecuencia: la de fijar y dominar por la vía del sistema fiscal sus recursos económicos, estrechando crecientemente su capacidad de disponer libre y responsablemente de los mismos, más allá de los intereses y objetivos determinados e impuestos por la autoridad política. Los Estados democráticos subvencionan en la actualidad las más variadas actividades que los ciudadanos puedan desarrollar en el terreno del deporte, de las artes, de la cultura, etc., a fin de que puedan ser sencillamente viables. ¿Por qué no las actividades relacionadas con la vida y actividad religiosa? El derecho a la libertad religiosa es intrínseco a la persona humana y anterior a las leyes positivas civiles, sea cual sea su rango. O, dicho con otras palabras, teniendo en cuenta la situación española: el Estado, en su autocomprensión contemporánea, ha de posibilitar eficazmente que también sus ciudadanos –los católicos y otros ciudadanos que coinciden con ellos– puedan contribuir efectivamente a un digno y suficiente sostenimiento de la Iglesia católica. Una de las fórmulas, por directa y expresa, de las más estimadas en la Europa de hoy –con antecedentes muy evidentes en el siglo XX– es la de que puedan destinar para este fin un tanto por ciento de los tributos que pagan al fisco. De ella se ha hecho uso en el Acuerdo firmado por la Santa Sede y el Gobierno Español sobre asuntos económicos después de aprobada la Constitución de 1978 y que está a punto de ser actualizada. El Gobierno y la Conferencia Episcopal Española, actuando ésta con mandato de la Santa Sede, acaban de ponerse de acuerdo en que el porcentaje de deducción del impuesto, que se paga en concepto de la renta de las personas físicas, a favor de la Iglesia Católica, pase del 0’52 al 0’70 %, dejando el Estado de aportar cualquier complemento presupuestario propio a lo recaudado y exigiendo a la Iglesia el pago del impuesto conocido por el IVA cuando adquiera bienes que pertenezcan al ámbito de las actividades propias de su Magisterio, del Culto o la Liturgia y de la Caridad. Queda así eliminada la inseguridad jurídica que había ido creciendo en los últimos tiempos en torno a la forma de la actuación del Estado en relación con su responsabilidad de posibilitar la autofinanciación de la Iglesia y la participación libre de los ciudadanos en la misma. Con ello no se resuelve, sin embargo, en su totalidad –¡ni mucho menos!– el problema de lo que significan las necesidades reales de la financiación de la Iglesia en España. Así lo hemos venido explicando los Obispos Españoles con insistencia en las dos últimas décadas y lo debemos seguir haciendo en esta nueva coyuntura. Lo que se recauda por esta vía de autofinanciación de la Iglesia, facilitada por el Estado, no sobrepasa el 30% de lo que implican sus necesidades pastorales, entendidas y vividas con una gran sobriedad, tanto en lo personal como en lo funcional y estructural. En nuestra Archidiócesis de Madrid apenas supera el 10%. La solidaridad activa de los católicos con la Iglesia en España y en Madrid continúa siendo vitalmente imprescindible y no debe decaer ni en su volumen material, ni en su intensidad espiritual. Al lado de la colaboración por la vía de la deducción del impuesto sobre la renta, propiciada por el Estado, y que no cuesta nada al contribuyente, es preciso seguir ofreciendo la generosa aportación ordinaria y perseverante de todos los fieles en la medida de sus posibilidades –¡ésta sí cuesta!–, como fruto de la caridad eclesial y del amor fraterno que nos une en la Comunión de la Iglesia, cuya Cabeza es Cristo, el Señor, y nosotros sus miembros.

+ Antonio Mª Rouco Varela Cardenal-Arzobispo de Madrid

Thursday, October 05, 2006

DVD: El Papa en Valencia

INFORMACIÓN Y SOLICITUDES:

CASABLANCA COMUNICACIÓN
arvo@casablan.org
www.casablan.org

Tfno.: 923.26.13.03 - Fax.: 923.21.65.11
EN FAMILIA CON EL PAPA
LO MEJOR DEL V ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS
Goya Producciones


La familia, defendida, arropada, bendecida... por Cristo, a través de su Vicario en la tierra, Benedicto XVI. Alegría y esperanza en la fiesta celebrada en torno al Santo Padre por millón y medio de sus hijos en el V Encuentro Mundial de las Familias, en Valencia. Este impresionante DVD conserva vivo su recuerdo y su imperecedero mensaje.
CONTENIDO: - Película En familia con el Papa (35 min.)

-Extras Biografía de Benedicto XVI (2 min.)
Himno del V EMF (10 min.)
Mensajes del Santo Padre (64 min.): saludo en el aeropuerto; meditación mariana en el Ángelus; discurso de Benedicto XVI a las familias; homilía del Papa en la Santa Misa; palabras del Santo Padre en el Ángelus; palabras de despedida en el aeropuerto.

Duración total: 112 minutos.
Precio: 10 Euros.

DVD Dimensión educativa del ocio audiovisual


INFORMACIÓN Y SOLICITUDES:

CASABLANCA COMUNICACIÓN
arvo@casablan.org
http://www.casablan.org/

Tfno.: 923.26.13.03 - Fax.: 923.21.65.11

DIMENSIÓN EDUCATIVA DEL
OCIO AUDIOVISUAL

TELEVISIÓN-VIDEOJUEGOS-INTERNET-MÓVILES

FOMENTO DE CENTROS DE ENSEÑANZABISEL DE COMUNICACIÓN

La capacidad educativa del ocio audiovisual es enorme y cada vez ocupa una franja mayor del tiempo libre de los niños y adolescentes.
Distintos expertos analizan esa dimensión educativa y ofrecen criterios y soluciones para que padres y educadores sepan afrontar el reto de las nuevas tecnologías.

Duración: 32 minutos

Precio: 12 Euros.

Monday, September 25, 2006

El Papa, la razón y el Islam

Firmante: Juan Domínguez
20-09-2006
099/06 Aceprensa.

¿Qué ha pasado para que el discurso más académico de Benedicto XVI en su visita a Baviera, pronunciado en la Universidad de Ratisbona, haya despertado un inesperado aluvión de críticas de portavoces musulmanes? Como suele ocurrir en estos casos, las primeras críticas suelen transmitir una idea simplificada –el Papa habría dicho que el islam es una religión violenta–, y los que vienen detrás se limitan ya a atacar a quien ha pronunciado tal «ofensa», sin preocuparse de conocer el texto y el contexto original.

El discurso pronunciado por Benedicto XVI el 12 de septiembre no versa sobre las relaciones entre el cristianismo y el islam, sino sobre «Fe, razón y universidad». El tema central es una cuestión muy querida en la reflexión del teólogo Ratzinger: la racionalidad de la fe, el interrogarse sobre Dios por medio de la razón, la convergencia entre la fe bíblica y la filosofía griega.

En este contexto, y con el estilo habitual de un académico que hace una cita que viene bien para el desarrollo de su tema, menciona el diálogo entre el emperador bizantino Manuel II Paleólogo (1350-1425) y un erudito persa sobre el cristianismo y el islam. Manuel II Paleólogo, hijo del emperador, había sido rehén en la corte otomana, sufrió la constante presión turca sobre Constantinopla y fue un erudito, autor de obras teológicas y retóricas.

Los párrafos incriminados dicen así: «En el séptimo coloquio editado por el profesor Khoury, el emperador toca el tema de la "jihad" (guerra santa). Seguramente el emperador sabía que en la sura 2, 256 se lee: "Ninguna constricción en las cosas de la fe". Es una de las suras del periodo inicial en el que Mahoma mismo aún no tenía poder y estaba amenazado. Pero, naturalmente, el Emperador conocía también las disposiciones, desarrolladas sucesivamente y fijadas en el Corán, acerca la guerra santa. Sin detenerse en los particulares, como la diferencia de trato entre aquellos que poseen el "Libro" y los "incrédulos", él, en modo sorprendentemente brusco, se dirige a su interlocutor simplemente con la pregunta central sobre la relación entre religión y violencia, en general, diciendo: "Muéstrame también aquello que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su directiva de difundir por medio de la espada la fe que él predicaba". El Emperador explica así minuciosamente las razones por las cuales la difusión de la fe mediante la violencia es una cosa irracional. La violencia está en contraste con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. "Dios no goza de la sangre; no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios. La fe es fruto del alma, no del cuerpo. Quien por lo tanto quiere conducir a otro a la fe necesita la capacidad de hablar bien y de razonar correctamente, no de la violencia ni de la amenaza"».

Lo que Benedicto XVI quiere destacar aquí no es el «brusco» juicio del emperador sobre la acción de Mahoma, sino la concepción cristiana del modo de actuar de Dios. «La afirmación decisiva –prosigue Benedicto XVI– en esta argumentación contra la conversión mediante la violencia es: no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios (...). Para la doctrina musulmana, en cambio, Dios es absolutamente trascendente. Su voluntad no está ligada a ninguna de nuestras categorías, incluso a la de la racionalidad».

De lo que está hablando el Papa es «del encuentro entre fe y razón, entre auténtica Ilustración y religión. Partiendo verdaderamente desde la íntima naturaleza de la fe cristiana y, al mismo tiempo, desde la naturaleza del pensamiento helenístico fusionado ya con la fe, Manuel II podía decir: No actuar "con el logos" es contrario a la naturaleza de Dios». Dios no actúa de modo arbitrario, sino de acuerdo con la razón creadora; y el hombre, para cumplir el proyecto divino, debe actuar conforme a la razón.

Dos modos de concebir a Dios

Benedicto XVI contrapone aquí dos modos de concebir la trascendencia divina. En un caso, «la trascendencia y la diversidad de Dios son acentuadas en modo tan exagerado, que también nuestra razón, nuestro sentido del verdadero y del bien no son ya un verdadero reflejo de Dios, cuyas posibilidades abismales permanecen para nosotros eternamente inalcanzables y escondidas tras sus decisiones efectivas. En contraste con ello, la fe de la Iglesia se ha atenido siempre a la convicción de que entre Dios y nosotros, entre su eterno Espíritu creador y nuestra razón creada, existe una verdadera analogía».

El secretario de Estado vaticano, cardenal Bertone, ha aclarado en un comunicado que al citar el juicio del emperador bizantino Manuel II Paleólogo, el Santo Padre no pretendía asumirlo, sino sólo utilizarlo para desarrollar en un contexto académico «algunas reflexiones sobre el tema de la relación entre religión y violencia en general y concluir con un claro y radical rechazo de la motivación religiosa de la violencia, independientemente de donde proceda».

No se trata de un problema de choque de civilizaciones. El mismo comunicado recuerda la advertencia, dirigida en otro discurso de Benedicto XVI a la cultura occidental secularizada, para que se evite «el desprecio de Dios y el cinismo que considera la irrisión de lo sacro como un derecho de la libertad».

En el mismo discurso en la Universidad de Ratisbona el Papa ha afirmado que la dimensión religiosa es esencial para un fructuoso diálogo entre culturas: «Las culturas profundamente religiosas del mundo ven la exclusión de lo divino de la universalidad de la razón como un ataque a sus convicciones más íntimas. Una razón que es sorda ante lo divino y que relega a la religión al ámbito de las subculturas es incapaz de participar en el diálogo entre las culturas».

Los portavoces islámicos deberían comprender que Benedicto XVI, al defender la apertura de la modernidad a Dios, está abriendo también espacio para todas las religiones. Y deberían plantearse si las dificultades del islam para encontrar su lugar en el mundo moderno provienen, no de los enemigos exteriores siempre invocados (los nuevos «cruzados», el Occidente agresor, los colonialistas), sino de un problema no resuelto entre la razón y la fe coránica.

Wednesday, September 20, 2006

Las palabras del Papa

He leído once libros del Papa, así como su encíclica"Deus Caritas est"; también un buen número de sus homilías e intervenciones y su discurso en Ratisbona. Me parece, como modesto profesor de filosofía y religión, que tal discurso es una reivindicación del papel de la razón al servicio de la fe para el diálogo y la fraternidad. La cita que ha desatado las iras de algunos musulmanes es una muestra ante la que el mismo Papa siente "estupor" y en ningún momento hace suya; trata de un problema histórico de falta de entendimiento. Se ha sacado de contexto esa cita y se ha malinterpretado. Es absurdo plantear tal cita como un ataque al Islam cuando lo que el discurso pretende es lo contrario. Otra cosa es que todos los creyentes de las diversas religiones, incluido el cristianismo, se planteen el necesario respeto con que han de tratarla dignidad humana de cualquier persona.

José Ignacio Moreno Iturralde

Tuesday, September 19, 2006

La religiosa asesinada en Somalia murió perdonando a sus asesinos

MOGADISCIO, lunes, 18 septiembre 2006 (ZENIT.org).- «Perdono, perdono, perdono». Estas fueron las últimas palabras de la misionera italiana asesinada este domingo en Mogadiscio, Somalia. Sor Leonella Sgorbati, nacida en Piacenza, Italia, en 1940, pertenecía a las religiosas misioneras de la Consolata y dirigía junto a tres hermanas en religión una escuela y el hospital pediátrico «SOS Kindergarten» en la capital del país africano. Sus asesinos estaban escondidos en coches estacionados en la carretera del hospital y dispararon a bocajarro contra la religiosa y contra una persona de seguridad del hospital, que también falleció, según ha explicado sor Marzia Feurra, misionera de la Consolata, a la agencia MISNA. La religiosa no murió al instante. La llevaron en una camilla al hospital. «Trabajadores del hospital trajeron unas cuatro o cinco bolsas de sangre, pero salía la misma cantidad que la sangre introducida», narra su hermana en religión. «Cuando llegó el cirujano nos dijo que no había nada que hacer. Sor Leonella todavía estaba viva, su sudor era frío. Nos dimos la mano, nos miramos, y antes de apagarse como una vela, en tres ocasiones, me repitió sus palabras de perdón: “Perdono, perdono, perdono”». «Fueron sus últimas palabras», afirma sor Marzia. Los funerales de la religiosa se celebrarán el próximo jueves en la Iglesia de la Consolata en Nairobi. La ceremonia será presidida por monseñor Giorgio Bertin, obispo de Gibuti y administrador apostólico de Mogadiscio.

La Comisión europea defiende al Papa ante las reacciones "desproporcionadas"

BRUSELAS, lunes, 18 septiembre 2006 (ZENIT.org).- La Comisión Europea calificó hoy de «inaceptables» las reacciones «desproporcionadas y que rechazan la libertad de expresión» como las producidas tras las palabras sobre el Islam que Benedicto XVI pronunció en un discurso en una universidad alemana. «La libertad de expresión es una piedra angular de los valores de la UE, como lo es el respeto a todas las religiones, cristianismo, islam, judaísmo o laicismo», afirmó este lunes en una rueda de prensa el portavoz de la Comisión, Johannes Laitenberger. Asimismo, señaló que hay que tener en cuenta el discurso del Papa «en su conjunto» y no reaccionar a «frases fuera de contexto y menos aún a frases sacadas deliberadamente de contexto», según refiere la agencia EFE. No obstante, el portavoz hizo hincapié en que no es la Comisión Europea la que debe clarificar o interpretar «la contribución teológica del Papa a un debate teológico» y recordó que la Santa Sede ya ha dado explicaciones.

El Papa de la razón

ABC, 18.IX.06
Por JUAN MANUEL DE PRADA

PRODUCE consternación que un discurso tan bellamente argumentado, tan límpido y sutil, tan luminoso y benéfico como el que Benedicto XVI pronunció en la Universidad de Ratisbona haya sido empleado por los fanáticos islamistas para desatar una ola de violencia vesánica. Pero la consternación, y la repulsión, y la náusea, alcanzan cúspides difícilmente superables ante el silencio cetrino, acobardado o lacayuno con que los gobernantes occidentales han acogido tales muestras de violencia; silencio que no es sino la expresión claudicante de una Europa que ha renunciado a defender los principios que se asientan sobre la razón, los principios que fundan su genealogía espiritual, para inclinar dócilmente la testuz ante el hacha que blande el verdugo. Espectáculo de vileza infinita, de cobardía blandengue, de rendición monstruosa de la razón ante el acoso de la barbarie, merecedor por sí solo de ocupar un voluminoso volumen en la historia universal de la infamia. En cierta ocasión, escribí que no acepto otra autoridad que la que viene de Roma; hoy, ante este denigrante episodio de ignominia, en el que un hombre vestido de blanco hace frente en soledad a las hordas del fanatismo, mientras los mandatarios del mundo occidental le vuelven la espalda, me ratifico en esta impresión. No hay otra esperanza para el mundo que hemos heredado, el mundo que esa patulea de dimisionarios abyectos está vendiendo en pública almoneda, que la fuerza espiritual que irradia Roma.

¿De qué trataba el discurso del Papa? ¿No queda una sola mente inquisitiva, mínimamente curiosa, capaz de leerlo con atención, sustrayéndose a las pildoritas desenfocadas que nos ofrecen los noticiarios televisivos, como el pienso que se ofrece al ganado? Benedicto XVI habló de la necesidad de interrogarse sobre Dios por medio de la razón. La violencia está en contraste con la naturaleza de Dios; no actuar según la razón equivale a negar la naturaleza de Dios. «Al principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios», leemos en el prólogo del Evangelio de San Juan. «Logos», que es la palabra originaria que San Juan utiliza para designar el Verbo, significa a la vez «palabra» y «razón». En esa frase vertiginosa se logra el encuentro pleno entre la fe cristiana y el pensamiento griego: Dios, el Señor del tiempo, no actúa arbitrariamente, sino que todas sus acciones están regidas por la razón creadora; y sólo el hombre que piensa y actúa de forma razonable puede llegar a conocerlo en plenitud. A esta fe en un Dios que actúa con «logos» se opone una fe patológica que se trata de imponer con la espada; también una razón tan exclusivista y tiránica que pretende confinar la fe en el ámbito de lo subjetivo. Sólo si conseguimos que la razón y la fe avancen juntas -afirmó el Papa- lograremos un diálogo genuino de culturas y religiones. Y concluyó: ««No actuar razonablemente (con logos) es contrario a la naturaleza de Dios», dijo Manuel II Paleólogo. En el diálogo de las culturas invitamos a nuestros interlocutores a encontrar este gran logos, esta amplitud de la razón».

Parece natural que un discurso tan perspicaz y dilucidador de la naturaleza de la verdadera fe haya enardecido a quienes entienden la religión como una vindicación de la barbarie y a Dios como una fuerza irracional, arbitraria, que se regodea en la crueldad e impulsa a los seres humanos a matar en su nombre. Más escandalosa que el furor de los energúmenos que afilan el hacha para descargarla sobre nuestra testuz resulta la cobardía moral, la tibieza, la claudicación de esa patulea de gobernantes que se han abstenido de salir en defensa del vapuleado Papa, que es tanto como abstenerse de salir en defensa del mejor legado occidental, ése que se funda sobre la razón constructora. ¿A alguien le queda todavía alguna duda de que semejante patulea no tardará, genuflexa y temblorosa, en entregar tal legado en bandeja de plata, para que lo pisotee la codicia destructora de los bárbaros?

Sunday, September 17, 2006

El Papa, apenado, aclara el sentido de sus palabras que han ofendido a musulmanes

Intervención al rezar la oración mariana del Ángelus
CASTEL GANDOLFO, domingo, 17 septiembre 2006 (ZENIT.org).- Publicamos la intervención que pronunció Benedicto XVI este domingo en la residencia pontificia del Castel Gandolfo al rezar el Ángelus.

* * *Queridos hermanos y hermanas: El viaje apostólico a Baviera, que realicé en los días pasados, ha sido una intensa experiencia espiritual en la que se han entrecruzado recuerdos personales, ligados a lugares que para mí son sumamente familiares, y perspectivas pastorales para un eficaz anuncio del Evangelio en nuestro tiempo. Doy gracias a Dios por los consuelos interiores que me ha permitido vivir y expreso mi reconocimiento al mismo tiempo a todos los que han trabajado activamente por el éxito de mi visita pastoral. Como es costumbre, hablaré de ella más ampliamente durante la audiencia general del miércoles próximo.

En este momento sólo deseo añadir que me siento muy apenado por las reacciones suscitadas por un breve pasaje de mi discurso en la Universidad de Ratisbona, considerado ofensivo para la sensibilidad de los creyentes musulmanes, mientras que en realidad se trataba de una cita de un texto medieval, que no expresa de ninguna manera mi pensamiento personal. Por este motivo, ayer el señor cardenal secretario de Estado hizo pública una declaración en la que explicaba el auténtico significado de mis palabras. Espero que esto sirva para calmar los ánimos y para aclarar el verdadero significado de mi discurso, que en su totalidad era una invitación al diálogo franco y sincero, con gran respeto recíproco.

Ahora, antes de la oración mariana, deseo reflexionar sobre dos recientes e importantes festividades litúrgicas: la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, celebrada el 14 de septiembre, y la memoria de la Virgen de los Dolores, celebrada el día después. Estas dos celebraciones litúrgicas pueden resumir de una manera visual en la tradicional imagen de la Crucifixión, que representa a la Virgen María a los pies de la Cruz, según la descripción del Evangelista Juan, el único apóstol que permaneció junto a Jesús en la hora de su muerte. Pero, ¿qué sentido tiene «exaltar» la Cruz? ¿No es quizá escandaloso venerar un patíbulo infamante? El apóstol Pablo dice: «Nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles» (1 Corintios 1,23). Los cristianos, sin embargo, no exaltan una cruz cualquiera, sino a esa Cruz que Jesús santificó con su sacrificio, fruto y testimonio de amor inmenso. Cristo, en la Cruz, derramó toda su sangre para liberar a la humanidad de la esclavitud del pecado y de la muerte. Por este motivo, la Cruz se transformó de signo de maldición en signo de bendición, de símbolo de muerte en símbolo por excelencia del Amor que es capaz de vencer al odio y a la violencia y que genera la vida inmortal. «O Crux, ave spes unica! Oh Cruz, esperanza única», canta la liturgia. El evangelista escribe: al pie de la Cruz estaba María (Cf. Juan 19, 25-27). Su dolor forma una sola cosa con el dolor del Hijo. Es un dolor lleno de fe y de amor. La Virgen en el Calvario participa en la potencia salvífica del dolor de Cristo, uniendo su «fiat» con el del Hijo. Queridos hermanos y hermanas: espiritualmente unidos a la Virgen de los Dolores, renovemos también nosotros nuestro «sí» a Dios, que escogió el camino de la Cruz para salvarnos. Se trata de un gran misterio que todavía tiene lugar hasta el fin del mundo y que exige también nuestra colaboración. Nos ayude María a tomar cada día nuestra cruz y a seguir fielmente a Jesús por el camino de la obediencia, del sacrificio y del amor. [Tras reza el Ángelus, el Papa dirigió un saludo en varios idiomas a los peregrinos. En español, dijo:] Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en especial al grupo de militares venezolanos aquí presentes. Pidamos a María Santísima que, mediante la meditación cotidiana de los misterios de Cristo, lleguemos a reconocerlo como nuestro único y verdadero Salvador, siendo siempre testigos de su amor. ¡Feliz Día del Señor!

Saturday, September 16, 2006

Declaración del Cardenal Bertone sobre el discurso del Papa Benedicto XVI en Ratisbona

Declaración del cardenal Bertone, nuevo secretario de Estado, sobre las reacciones islámicas al discurso pronunciado por Benedicto XVI en Ratisbona CIUDAD DEL VATICANO, sábado, 16 septiembre 2006 (ZENIT.org).- A raíz de las reacciones musulmanas ante algunos pasajes del discurso del Papa Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona, el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, ha publicado este sábado la declaración siguiente:

* * *--La posición del Papa sobre el Islam está sin lugar a dudas expresada en el documento del Concilio Vaticano II Nostra Aetate: «La Iglesia mira con aprecio a los musulmanes que adoran al único Dios, viviente y subsistente, misericordioso y todo poderoso, Creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres, a cuyos ocultos designios procuran someterse con toda el alma como se sometió a Dios Abraham, a quien la fe islámica mira con complacencia. Veneran a Jesús como profeta, aunque no lo reconocen como Dios; honran a María, su Madre virginal, y a veces también la invocan devotamente. Esperan, además, el día del juicio, cuando Dios remunerará a todos los hombres resucitados. Por ello, aprecian además el día del juicio, cuando Dios remunerará a todos los hombres resucitados. Por tanto, aprecian la vida moral, y honran a Dios sobre todo con la oración, las limosnas y el ayuno» (n. 3).

--La opción del Papa a favor del diálogo interreligioso e intercultural es asimismo inequívoca. En el encuentro con los representantes de algunas comunidades musulmanas en Colonia, el 20 de agosto de 2005, dijo que este diálogo entre cristianos y musulmanes «no puede reducirse a una opción temporal», añadiendo: «Las lecciones del pasado tienen que servirnos para evitar que se repitan los mismos errores. Queremos buscar los caminos de la reconciliación y aprender a vivir respetando la identidad del otro». --Por lo que se refiere al juicio del emperador bizantino Manuel II Paleólogo, citado por él en el discurso de Ratisbona, el Santo Padre no pretendía ni pretende de ningún modo asumirlo, sólo lo ha utilizado como una oportunidad para desarrollar en un contexto académico y según resulta de una atenta lectura del texto, algunas reflexiones sobre el tema de la relación entre religión y violencia en general y concluir con un claro y radical rechazo de la motivación religiosa de la violencia, independientemente de donde proceda . Vale la pena recordar lo que el mismo Benedicto XVI afirmó recientemente en el mensaje conmemorativo del vigésimo aniversario del encuentro interreligioso de oración por la paz convocado por su predecesor Juan Pablo II en Asís, en octubre de 1986: «Las manifestaciones de violencia no pueden atribuirse a la religión en cuanto tal, sino a los límites culturales con las que se vive y desarrolla en el tiempo… De hecho, testimonios del íntimo lazo que se da entre la relación con Dios y la ética del amor se registran en todas las grandes tradiciones religiosas».

--Por tanto, el Santo Padre está profundamente disgustado por el hecho de que algunos pasajes de su discurso hayan podido parecer ofensivos para la sensibilidad de creyentes musulmanes y hayan sido interpretados de una manera que no corresponde de ninguna manera a sus intenciones. Por otra parte, ante la ferviente religiosidad de los creyentes musulmanes ha advertido a la cultura occidental secularizada para que evite «el desprecio de Dios y el cinismo que considera la ridiculización de lo sagrado como un derecho de la libertad». --Al confirmar su respeto y estima por quienes profesan el Islam, el Papa desea que se les ayude a comprender en su justo sentido sus palabras para que, una vez superado este momento difícil, se refuerce el testimonio en el « único Dios, viviente y subsistente, misericordioso y todo poderoso, Creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres» y la colaboración para promover y defender «unidos la justicia social, los bienes morales, la paz y la libertad para todos los hombres» (Nostra Aetate, n. 3).

[Traducción del original italiano realizada por Zenit]

Friday, September 15, 2006

Dolorosa

"Estaba la Dolorosa
junto al leño de la Cruz..."
¡Qué manera tan graciosa
de enseñarnos la preciosa
lección del callar doliente!
Tronaba el cielo rugiente,
la tierra se estremecía,
bramaba el agua... María
estaba, sencillamente.

José María Pemán

Thursday, September 14, 2006

La Cruz explica el mundo

Hace no muchos años existían los negativos de las fotos: se trataba de unos feos espectros de la realidad. Estos negativos se metían en un líquido específico que revelaba las fotografías, dándoles el color y la capacidad de ser reconocidas como momentos de la vida personal y familiar. El 14 de septiembre la Iglesia celebra la fiesta de la Exaltación de la Cruz. Pensaba en la Sangre del Redentor como el líquido que transforma los desastres de este mundo en una realidad inefable. No pretendo decir que la vida sea mala, pues tiene tantas cosas estupendas. Tampoco aspiro a que el ejemplo puesto sea muy bueno. Pero quiero afirmar que la Cruz de Cristo, a la que se accede por la fe, es la única explicación razonable para un mundo totalmente insuficiente en sí mismo, como queda patente al observar tantos millones de víctimas inocentes.


José Ignacio Moreno Iturralde