Sunday, April 28, 2019

Enseñanza en 4-D hacia una meta personal


En nuestro mundo tridimensional, es bueno buscar una cuarta dimensión que abarque y valore las otras tres. Voy a intentar aplicar cuatro dimensiones, que considero importantes, a la tarea educativa de un colegio o instituto.

1. Perspectiva original: entiendo por este concepto la capacidad de ponerse en el lugar de lo que esperan los demás. En el caso de la educación, los propios alumnos y alumnas, sus familias y la sociedad. Quisiera proponer, con mucho margen de matizaciones, cuatro cuestiones al respecto:

a) Aprendizaje provechoso: hay que ayudar a los alumnos preguntarle a que se pregunten con frecuencia si realmente han aprendido. Es significativo procurar establecer conexiones entre lo que aprende y su vida diaria. También conviene comprobar si sabe estudiar con provecho. Pueden ser útiles algunas clases de técnicas de estudio como asignatura complementaria.

b) Adquisición de virtudes: enseñar a los alumnos a saber estar y a participar en la vida escolar con respeto, puntualidad y clima de trabajo. Las virtudes, entre las que destacaría la capacidad de concentración y el hábito de estudio, son imprescindibles para aprender. Una cosa muy buena es saber fomentar el hábito de lectura. Los buenos libros ayudan a vivir con más intensidad.

c) Felicidad: es necesario establecer una comunicación personal, cordial,  sabiendo corregir y procurando ser animantes con los alumnos. Hay que  darles ciertas responsabilidades para que sientan el colegio como suyo.

d) Capacitación: que adquieran los conocimientos y hábitos de trabajo que se esperan, procurando fomentar su personal perspectiva de lo estudiado.

2. Relaciones personales: Voy a centrarme en la participación del alumno en su escuela. Podemos dividir este apartado en varios aspectos:

a) Conocer bien la realidad de cada alumno, como antes dijimos. Se hace precisa la fluida comunicación con el interesado y con su familia. Esto puede lograrse mediante las tutorías personales periódicas con los alumnos, y con sus familiares. Esto requiere un horario realista, donde se ofrezca un tiempo real en los horarios de los profesores, para que puedan desempeñar esta provechosa actividad.

Otro instrumento de gran interés será el conocimiento de lo que informe el Departamento de Orientación respecto a cada chico o chica, con la discreción que ello conlleva.

b) Las excursiones y actividades extraescolares son una buena manera de fomentar el conocimiento entre alumnos y profesores. Puede ser muy interesante que participen en ellas algunos padres que estén dispuestos.

c) Basándonos en los apartados anteriores, podemos fomentar los puntos fuertes de cada alumno, para poder ayudarles mejor en sus necesidades.

d) Dar espacio a que cada alumno aporte su conocimiento, creatividad y personal visión de diversas cuestiones, tanto académicas como de otros ámbitos de la vida escolar. Esto puede lograrse mediante trabajos personales y en equipo, por escrito o mediante exposiciones en clase. Los Consejos de Curso, como representantes de los alumnos de una clase, pueden ser un buen vehículo para transmitir las opiniones de todos los alumnos respecto a la marcha del curso escolar.

3. Conocimiento de la realidad: Educar a ser realistas puede entenderse en el ámbito escolar en dos sentidos:

a) Una enseñanza competente de los contenidos de cada asignatura: el profesor debe saber de la asignatura que imparte. Un profesor tiene que estudiar y ampliar sus conocimientos.

Por otra parte, quisiera insistir en un aspecto relativo a la diversidad. Entre 12 y 18 años, que es la franja de edad que mejor conozco, existen grandes diferencias entre los alumnos. Sería muy recomendable establecer currículums académicos que se adecúen a esta notoria realidad. Concretamente, me parece fundamental establecer un recorrido de Formación Profesional anterior a los 16 años. La Formación Profesional es un modo de atención y capacitación académica para alumnos que tienen más aptitudes para este tipo de estudios. Esta Formación Profesional, cuidada como se merece, puede ser un camino próspero hacia la profesión y hacia carreras universitarias acordes a estos tipos de estudios de índole práctica.

b) Una explicación y exigencia, oral y por escrito, de unas normas de comportamiento escolares: Hay que procurar hacer amable la convivencia exigiendo con cordialidad y firmeza las normas fundamentales de la escolaridad: sobre todo el respeto y el clima de trabajo y de ayuda a los demás.

4. Símbolos y metodología: expongo ahora unas breves ideas sobre el aspecto formal del aprendizaje.

a) Símbolos: Los entiendo aquí como modos significativos de aprender. Por ejemplo, es importante contar historias o ejemplos llenos de sentido humano. También es adecuado fomentar la transversalidad de los conocimientos, haciendo ver su valor global en la vida. De este modo se refuerza el factor significativo de lo aprendido.

Pienso que es muy importante sembrar referencias de alto valor: transmitir la seguridad de que la vida y la familia merecen la pena. También es clave enseñar, con el ejemplo, que el servicio a los demás es fuente de alegría.

b) Metodología: hay que establecer unos modos de conocimiento atractivos. Es adecuada una utilización responsable y controlada de la tecnología y de e internet. Son valiosas las técnicas como trabajo cooperativo o enseñanza por retos de aprendizaje, entre otras. Pienso que conviene recordar que lo que a un grupo le va bien, a otro puede ser que no le convenga tanto. Por ejemplo: antes de establecer el trabajo cooperativo, es deseable que los alumnos de la clase tengan un nivel de disciplina y de autocontrol aceptable. No hay que perder de vista que los métodos son medios y no fines de la educación. Me parece saludable que cada profesor tenga libertad para establecer la metodología que considere oportuna, de acuerdo con las directrices generales de su escuela.


Conclusión: Los cuatro apartados anteriores se relacionan entre sí. Hay una más neta relación entre el punto 1 y el 2; y entre el 3 y el 4. Buscando un punto de conexión, o centro de las cuatro dimensiones analizadas, podemos llegar a una meta que puede ser el significado mismo de la educación: ayudar a desarrollar la personalidad de cada alumno para que sea capaz de actuar, de modo libre y positivo, en su vida familiar, profesional y social.


José Ignacio Moreno Iturralde

Friday, April 26, 2019

Una carambola educativa fantástica en el Colegio Alborada



Unos alumnos míos de 1º Bachillerato del Colegio Alborada han leído una novela, que les ha fascinado. Trata de Filosofía, de valores y creencias, con una trama muy bien armada y una estética dura y sin complejos. Su título es “Los pilares del cielo” (editorial Rialp). La ha escrito un tipo que cuando tenía 16 años llevaba el pelo hasta la cintura, le encantaba el heavy metal, y estaba hecho todo un vallecano del colegio Tajamar. Ese tipo se ha cortado el pelo, se casó hace tiempo, tiene tres hijos, y ahora esté haciendo unas prácticas docentes en Alborada. Se llama Eduardo, y también tuvo que soportarme como profesor. Es una carambola educativa fantástica ver como unos alumnos actuales aprenden y disfrutan con el libro de un antiguo alumno.


José Ignacio Moreno Iturralde

Libertad de educación y elecciones


Pienso que el derecho a que las familias puedan acceder al modelo de educación que consideran más oportuno para sus hijos, es algo que un estado puede y debe promocionar. Por otra parte, con el máximo respeto a la dignidad de toda persona, resulta chocante que actualmente, en la democracia de nuestro país, los profesores tengan que andarse con mucho cuidado a la hora de hablar con profundidad de algo tan humano y educador como es la familia, por temor a posibles sanciones. Me parece que la libertad en la educación es un factor importante a tener en cuenta en las próximas elecciones generales.


José Ignacio Moreno Iturralde

Saturday, April 20, 2019

La familia con estrella polar



El hecho de ser personas, es decir seres racionales y morales, nos hace responsables de nuestros semejantes. De la relación que mantengamos con las personas, especialmente con las más necesitadas, depende nuestra valoración de la humanidad y de nosotros mismos. Tales relaciones empezarán  por un orden  de compromiso y cercanía respecto a los demás. En primer lugar, está nuestra familia.

Suelo decir a mis alumnos que han de querer mucho a su padre como a su padre, a su abuela como abuela, a su novia como novia y, si se casan, a su mujer como esposa. El amor, para ser tal, debe ser ordenado, adecuado al sentido de quien se ama. Por otra parte, siempre es importante pararse a pensar si tal amor hacia alguien me está haciendo ser mejor persona o no. Los verdaderos amores perfeccionan las personalidades.

El cristianismo ha insistido por boca de su Fundador en que 
"lo que Dios ha unido no lo separe el hombre". La institución familiar establece vínculos y responsabilidades que reclaman una ayuda incondicional permanente, como muy bien entienden los hijos. No es lo mismo que el hombre y la mujer se unan mientras les convenga, a jugarse la vida a una carta por el cónyuge; la relación y el afecto que se derivan de ambas opciones son distintos.  

A algunos les parece que el matrimonio es una superstición, una suerte de ceremonia social un tanto postiza e hipócrita. Chesterton escribió el libro titulado "La superstición del divorcio". Para este autor, el divorcio es la superstición que considera a la ruptura de la vida matrimonial como la solución mágica para rehacer la vida. Es cierto que existen convivencias matrimoniales muy difíciles, incluso imposibles, pero esto no puede hacer olvidar que una persona es una única biografía. Todo lo vivido con el primer cónyuge no puede ser comunicado al siguiente. Un divorcio es una ruptura profunda en la propia vida. Y una ruptura favorece la aparición de otras. Un matrimonio es también una promesa de toda la persona. Sí esa promesa se rompe, puede perderse la persona misma. No abordo aquí, aunque es de mucho interés, la existencia de matrimonios nulos; es decir: realmente inexistentes. 


La vida de toda persona es una misión. También la familia tiene unos objetivos comunes. La fascinación por la moda de la joven Alicia no tiene nada que ver con las ideas revolucionarias del universitario Alfredo. Las alegres tonadillas de papá son poco solidarias con las jaquecas de mamá. La pasión futbolística de Jaime ignora absolutamente los efectos de la edad del pavo en Elena. Pero toda esa abigarrada colección de sentimientos encontrados es tolerable, e incluso amable, cuando existen unos principios y objetivos comunes, que trascienden los estados emocionales de los miembros de la familia. Si no hay más referencia que los propios afectos e intereses, la familia no puede sobrevivir, pierde su identidad de empresa común abierta a otras familias, y el individualismo termina por dividirla. Sin embargo, cuando una familia tiene un norte, aunque cada miembro tenga rutas distintas para lograrlo, esa familia no se desmoronará. Si hay una misma estrella polar, la de Dios, a lo largo y al final del camino la familia estará unida. Pero si no ocurriera así, la estrella sigue estando ahí, y con la ayuda de buenos consejeros, se puede recuperar el rumbo con humildad y con luz.



José Ignacio Moreno Iturralde





Friday, April 19, 2019

El misterio de la aceptación




Que nos toque la lotería o aprobar una oposición son realidades muy bien aceptadas. En las cosas estupendas de la vida, solemos estar encantados de nosotros mismos. Hay, por contraste, imprevistos o desgracias en las que nuestros planes se vienen abajo, y bastante hacemos con salir adelante. Además, hay aspectos habituales de la existencia que pueden resultar costosos, grises, ásperos: una convivencia familiar delicada, una situación laboral difícil, o una molesta enfermedad crónica. Es lógico poner todos los remedios a nuestro alcance para solucionar estos problemas, pero no siempre es posible. Se hace preciso aceptar la propia vida. Pero si esta aceptación se basa simplemente en que no hay otra salida, no es fácil que tal postura nos llene de sentido.

En la semana santa, muchas personas han podido pensar en la aceptación que Jesucristo hizo de su vida y de su muerte. En tal actitud, cuyo entero contenido nos excede, no entendemos solo resignación, sino entrega sin condiciones, plenitud de amor. La aceptación que Jesús hizo de su vida es algo que puede ayudarnos, y mucho, a la aceptación de la nuestra. La cruz cristiana se revela como el lugar incómodo, desde el que ayudar con eficacia a los demás. Paradójicamente, es un lugar de alegría y satisfacción. La cruz de Cristo es la que ajusta nuestra vida a nosotros mismos, porque desde ella se ve la providencia de Dios. La cruz no termina en sí misma, sino que es el paso a la Resurrección; y aunque este hecho histórico y de fe tenga que ver con una vida nueva, tal asombrosa noticia ilumina y tonifica nuestra vida actual. Ya no se acepta la vida porque no hay más remedio, sino que se entiende que aceptarla es el remedio para ser feliz.


José Ignacio Moreno Iturralde

Wednesday, April 17, 2019

Educar personas, novedades en el mundo


En la vida de toda persona hay cuatro dimensiones nucleares: el conocimiento, la libertad, el convivir con los demás y la capacidad de querer[1]. Estos aspectos nucleares son promovidos y educados principalmente en la familia. Ahí es de donde parten las señas de la propia identidad y las raíces de la educación.

La escuela, en sus distintos niveles, complementa esa educación, y supone un valioso agente capacitador y socializador. Si el colegio o instituto se toma en serio el educar personas, tendrá que atender a esos cuatro aspectos nucleares, antes citados. Por este motivo, es tan importante que exista una buena comunicación entre los padres y los profesores. Esto redundará en una mejor formación para los alumnos, y en un ejercicio profesional más satisfactorio para los docentes.

Pese a las limitaciones de la realidad educativa, o tal vez incluso gracias a ellas, hay que educar el conocimiento con contenidos valiosos y métodos competentes. Pienso que es importante que toda la necesaria innovación metodológica no olvide que es un medio, no un fin. El fin es ayudar al buen desarrollo de la persona que cada alumno es. La escuela es también un ámbito de libertad; ciertamente limitada y forjada en virtudes valiosas, pero necesaria. Sin libertad la persona se ahoga, no puede aprender. Las relaciones de convivencia son un ámbito de educación imprescindible para aprender a ser feliz. La capacidad de querer y de ser querido, empezando por el respeto, es la condición de una educación profundamente humana y significativa.

Dado que las personas tenemos una misma dignidad, pero características diferentes, es muy importante atender a esta diversidad; pero de verdad: con planes de educación realistas que contemplen recorridos curriculares plurales, que funcionen, donde el fracaso escolar tienda a cero; y con ratios profesores/alumnos razonables, entre otras cosas.

Cada persona es una novedad en el mundo. Todos los chicos y chicas llevan un punto de genialidad, porque pueden interpretar personalmente la vida y aportar su perspectiva única y personal. Si los estados invirtieran seriamente en educación, formativa y económicamente, potenciando la iniciativa docente pública y privada -ambas son aliadas si lo que se trata es de favorecer a los alumnos y a sus familias-, se produciría el mayor avance de su historia. 

La consideración pesimista de la persona y de la familia, junto con una visión gremial de los alumnos, es el mayor freno a la educación. Un motor de auténtico progreso educativo ha de tener en cuenta el valor insustituible de cada persona y de su enorme capacidad de renovar el mundo, si se le ofrecen las condiciones adecuadas.

José Ignacio Moreno Iturralde




[1] Saco algunas ideas de Leonardo Polo en su obra Antropología trascendental, Eunsa, 2016.

Monday, April 15, 2019

Actualizaciones en libros de José Ignacio Moreno


Con motivo de mejoras en el formato, vuelvo a presentaros varios libros que publiqué en Amazon hace unos meses. Por si os es de interés para familiares o alumnos.

Persona, familia y felicidad: Se trata de un manual de Antropología desde la perspectiva filosófica. Trata sobre la persona humana, el conocimiento, las relaciones con los demás y, sobre todo, con la familia. Añade un capítulo, con estilo de ensayo, relativo a virtudes humanas que se relacionan con la felicidad.

Ana María: Una novela policíaca, en la que se pone de manifiesto la complementariedad de ser mujer, madre, esposa y competente profesional.

Un futuro con esperanza: Es un manual para la asignatura de Filosofía de 1º de Bachillerato. Sigue el temario oficial. Añade el estudio de la dignidad de la persona humana desde la filosofía realista y el humanismo cristiano. Contiene también un capítulo final de introducción a la Historia de la Filosofía, que se estudia en 2º de Bachillerato. Contiene ilustraciones a color, textos de actualidad, fichas técnicas de películas relativas a algunos temas estudiados; así como una síntesis al final de cada capítulo.

Misterio y alegría: Es un breve ensayo sobre las relaciones entre razón y fe católica, siguiendo el Magisterio de la Iglesia y aportando algunas reflexiones orientadas a ayudar a hacer vida la alegría de la fe.
En ebook: https://www.amazon.es/dp/B07MKXFNCY

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Libros anteriores:


Educar con cabeza y corazón. Un ensayo sobre educación con abundantes anécdotas de la profesión docente: https://www.digitalreasons.es/libro.php?valor=Educar%20con%20cabeza%20y%20coraz%C3%B3n

El filósofo asesino: Una novela policíaca que enseña nociones fundamentales de filosofía. Adecuado como lectura para 1º de Bachillerato:


La dignidad de todo ser humano. Ensayo de antropología que se centra en el valor de la vida de toda persona: https://www.casadellibro.com/libro-la-dignidad-de-todo-ser-humano/9788484693093/1976532

Cuestiones que te importan. Breve ensayo dedicado a la juventud sobre cuestiones éticas de actualidad: https://www.todostuslibros.com/libros/cuestiones-que-te-importan_978-84-8239-815-0

Hervás y Panduro, ilustrado español. Tesis doctoral. Publicación on line: http://www.cervantesvirtual.com/obra/hervs-y-panduro-ilustrado-espaol-0/


Friday, April 12, 2019

Sunday, April 07, 2019

Sucedió recientemente en la Catedral de Alcalá de Henares


Acudí el sábado pasado a la catedral de Alcalá de Henares. Iba algo inquieto, porque sabía que había gente que quería montar jaleo. Así fue; por primera vez en mi vida entraba en una iglesia protegida por la policía. Un grupo hostil se manifestaba en las inmediaciones. En el templo, repleto de gente joven y mayor, se rezaba con serenidad por las necesidades de todo el mundo. Al salir, volví a ver al grupo de manifestantes que gritaba “vamos a quemar la conferencia episcopal”. Me fui muy tranquilo, porque me di cuenta donde estaba y donde no estaba la paz interior.



José Ignacio Moreno Iturralde