Saturday, June 24, 2017

La Iglesia y los fuegos

El fuego tiene relación con algunos motivos cristianos. Por ejemplo, las hogueras en los pueblos se relacionan con la noche de San Juan. En la misma liturgia, el fuego alumbra los cirios y las velas. Sin embargo, hay otro tipo de fuego radicalmente distinto: el que quema las iglesias. Puesto que pasan las generaciones y este desgraciado suceso continúa, quizás tenga su última causa en un fuego que va más allá del tiempo. El pasado 23 de junio, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, teníamos noticia de la quema de la capilla de la universidad autónoma de Madrid. Ante un Dios que se nos hace tan cercano e indefenso, es especialmente aborrecible e intolerante esta conducta blasfema y pirómana. Sus autores, si no cambian, quizás experimenten en el futuro un fuego muy doloroso y duradero, acerca del que la Iglesia viene alertando desde hace dos mil años. En cualquier caso, la luz de la Iglesia es la caridad que tiene poder de apagar cualquier fuego, siempre que se reconozca la culpa y se pida ayuda.



José Ignacio Moreno Iturralde

Monday, June 12, 2017

Tener ilusión

Necesitamos tener ilusiones: encontrar un buen trabajo, una buena pareja, que nos toque la lotería o que superemos una enfermedad. Aunque la palabra ilusión está relacionada con el término iluso: alguien ingenuo, poco realista y que no va a llegar muy lejos si no cambia. Se pueden tener ilusiones bastante poco inteligentes y quizás falsas. También es frecuente que pensemos en ilusiones que consistan en que nos hagan cambiar de situación; cuando muchas veces lo que se requiere es un cambio dentro de nosotros mismos.


La ilusión también se relaciona con la luz. Hay luces artificiales, de neón, que atontan y acaban mareando. Pero hay otras luces fantásticas. Entre ellas está la luz de cada día; la que ilumina las cosas normales y cotidianas dándolas un fulgor y un realce insospechados. No es sencillo detectar esta luz en toda su profundidad: requiere de un espíritu experimentado y sabio que, muy probablemente, haya pasado por no pocas dificultades y tenido que superar humillaciones. Cuando se empieza a detectar la enorme potencia de la luz de la realidad, uno se da cuenta de que efectivamente pueden ser muy buenas algunas metas de diversos tipos; pero que la grandeza de la ilusión está en saber vivir con plenitud y alegría la luz de cada día,  especialmente la de los demás, a pesar de las sombras y los contratiempos.