Tuesday, December 25, 2018

La sencillez de Belén


       En el día de Navidad, vuelve a resultar abrumadora la sencillez y la humildad del Portal de Belén. El misterio más asombroso de la historia se esconde en un Niño nacido en un pesebre, en unas condiciones muy precarias, rodeado del cariño de María y de José. El estilo de Dios se muestra sencillo, cercano, profundamente humano y entrañable. Pienso que tiene mucha relación con la vida cotidiana: nuestra familia, el trabajo y el trato con quienes allí nos encontramos, así como la relación con amigos y conocidos. Sin embargo, quizás pensamos con frecuencia en ilusiones y proyectos extraordinarios, muchos de ellos seguramente estupendos; pero que pueden desviar nuestra atención de lo normal de cada día.

        Sabemos que la vida cotidiana es la gran cuestión, pero a veces se nos presenta como ardua, difícil, aburrida o simplona. Esto supone un error serio y quisiera recordar porqué. Vivimos en un universo con millones de galaxias, dentro de un modesto planeta notoriamente asombroso, con toda una vida en nuestras manos y con personas que nos quieren y a las que podemos querer. Además, el portal de Belén nos recuerda que todo un Dios se hace como nosotros para dar sentido último a todos nuestros buenos momentos y a todas nuestras dificultades, incluida la muerte que ha sido asumida y superada por el Hijo unigénito de Dios. Por si fuera poco, Jesucristo nos da en su Iglesia, la cercanía de su ser a través de su cuerpo y de su sangre verdadera, real y sustancialmente presentes en el sacramento de la Eucaristía, al que une todos los demás como el de la confesión, que es lo mismo que perdón, alegría y felicidad.

       Es lógico que en nuestra sociedad de la comunicación nos inquieten los serios problemas del mundo, y que hagamos lo posible por remediarlos. Pero pienso que el modo más eficaz es vivir bien las realidades cotidianas que nos tocan vivir. Lo cotidiano tiene entidad y fuerza, más que de sobra, para mejorar notoriamente la categoría de nuestra personalidad. En Belén Dios se ha unido a la historia sencilla de cada hombre y mujer, la elevado a la categoría de la vida de un hijo de Dios y, si nos esforzamos por vivirla bien, pese a nuestras fragilidades y errores, estaremos unidos a Jesucristo y, con Él, a todo el mundo.

         Lo cotidiano, lo normal, lo sencillo, vivido en unión con Dios, es lo más grandioso que tenemos a nuestra mano. No entenderlo es síntoma de una de las consecuencias del pecado original: la falta de alegría y de asombro ante la creación. Un asombro y alegría que pueden recuperarse sobreabundantemente al contemplar cómo el Portal de Belén puede llenar de contento y de sentido nuestra propia vida.



José Ignacio Moreno Iturralde

Sunday, November 11, 2018

A José Ramón Dolarea




Gallego, pero directo; culto y campechano,
Alguna vez brusco, siempre cercano.
Poeta que dabas a todos la mano.

Pusiste en pie con energía una universidad peruana,
luego vinieron décadas de educar a tanta juventud vallecana.

Vivías con ilusión, de modo divertido,
dando tu vida a los demás, intrépido y decidido.
A todos tus amigos escribías poemas,
donde siempre había estrellas;
desde Galicia, tu tierra, ya has alcanzado una de ellas.

Joserra dile, por favor, a Santa María,
que sea siempre nuestra alma, nuestra estrella y nuestra guía.


José Ignacio Moreno

Monday, November 05, 2018

Consulta del Ministerio de Educación sobre la reforma de la LOMCE: hasta el 10 de noviembre

Con fecha del 26 de octubre de 2018, el Ministerio de Educación y Formación Profesional, Cultura y Deporte ha lanzado una consulta pública para modificar algunos artículos de la LOMCE que afectan muy directamente a la enseñanza de la Religión y otras cuestiones relacionadas con la libertad de enseñanza.

Es muy importante que profesores, padres y todas las personas implicadas de la comunidad educativa expresen su opinión. La consulta acaba el día 10 de noviembre de 2018, por lo que os animamos vivamente a darle difusión y enviar vuestra participación por correo electrónico a la dirección del MEFCD: consulta.seefp@mecd.es.

Con el fin de facilitar vuestra participación, mediante ponemos debajo un modelo de carta elaborado por la Delegación de Enseñanza de la Diócesis de Alcalá de Henares. También os copiamos el enlace a la publicación de la consulta: https://www.mecd.gob.es/servicios-al-ciudadano-mecd/en/informacion-publica/consulta-publica-previa/abiertos/2018/reversion-lomce.html



Ilm.a Sr.a Ministra de Educación y Formación Profesional, Cultura y Deporte, D.a Isabel Celáa:
D./D.a ___________________________________________, con DNI __________________, como persona afectada por la propuesta que el Gobierno promueve para la modificación de la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa -LOMCE- en vigor.
Tomando parte en la «Consulta pública previa sobre un anteproyecto de Ley orgánica de modificación de la actual Ley de Educación LOMCE», manifiesto:
1. No considero un problema el hecho de que la Religión confesional en Bachillerato forme parte como materia específica en los dos cursos, computándose ahora en la nota media para el acceso a la universidad o becas, sino que más bien se trata del ejercicio libre del derecho a la educación religiosa protegido por el art. 27 de la Constitución Española. El Derecho a la educación religiosa, es para todas las confesiones que tienen suscrito un Acuerdo con el Estado español en materia de educación, no se circunscribe solamente a la Religión Católica, y la relación existente entre el Estado Español y la Santa Sede. Por tanto, la asignatura de Religión favorece la inclusión y equidad de las diversas creencias que forman parte de la sociedad actual.
2. Ya existe una regulación del currículo que respeta y apoya la diversidad establecida en la Resolución de 11 de febrero de 2015, de la Dirección General de Evaluación y Cooperación Territorial, por la que se publica el currículo de la enseñanza de Religión Católica de la Educación Primaria y de la Educación Secundaria Obligatoria. Anexo 1.
3. El ejercicio del derecho a la enseñanza religiosa ya está regulado suficientemente en, la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 que reconoce la libertad religiosa de personas y pueblos. De igual modo, la Constitución Española no sólo reconoce la libertad religiosa sino que también garantiza “el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus convicciones” en el artículo 27.3. También forma parte de tratados internacionales reconocidos por España como el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales en su artículo 13.3 y la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, artículo 14.3.
4. La existencia de una asignatura alternativa y su carácter evaluable garantiza la libertad de educación y el derecho de los padres a elegir para sus hijos la educación religiosa y moral conforme a sus convicciones. Hace posible la libertad de elección y la no discriminación por haber elegido esa opción.
5. La supresión de la asignatura alternativa y la evaluación de la asignatura de religión sería contrario al principio de igualdad reconocido en el art. 14 de la Constitución Española, abundantemente refrendado por la jurisprudencia española.

6. No considero necesario, ni inaplazable la modificación de la ley vigente. Considero imprescindible la estabilidad del sistema educativo, y el esfuerzo por parte de todos para garantizarla.


Saturday, November 03, 2018

José Luis Múzquiz, sacerdote: un volcán de apostolado



                                                         Documental

Friday, November 02, 2018

Maximiliano Kolbe: el ejemplo de un sacerdote santo



“El P. Kolbe está en la lista negra de la Policía Secreta. ¿Por qué? El Padre Kolbe es el superior de Niepokalanow, cuyas actividades marianas tienen tanta influencia en toda Polonia. Los nazis quieren destruir esa influencia y a la vez quieren vengarse de que de esos talleres salía "El Pequeño Diario" cuya predica patriota y católica tanto los había enfurecido. Pero más aún, el P. Kolbe por su sacerdocio, cultura y posición era dirigente notable. En el programa de ocupación estaba previsto el exterminio de los intelectuales y dirigentes. Además, en Niepokalanow se brindaba asilo a los judíos. A los ojos antisemitas de los nazis, eso era un delito que merecía el castigo de los campos de concentración.

El P. Maximiliano presentía que vendrían para apresarlo, pero seguía firme en compromisos. Estaba convencido de que su vida estaba en manos de Dios y que la Inmaculada velaba por todos. Seguía trabajando por la difusión de sus ideales marianos. Deseaba reeditar "El Caballero de la Inmaculada" para llevar autentica esperanza y paz a ciento de miles de hogares en tiempo de tanto dolor y confusión. Finalmente, en diciembre del 1940, luego de infinitas gestiones con los ocupantes invasores, pudo editar el ultimo número, en el cual brillaba la belleza del amor mariano.

Un día de febrero del 1941 por la mañana dos autos negros de la Gestapo se paran ante Niepokalanow. Los policías piden hablar con el P. Kolbe, quien al saber su llegada contesta con temblor al hermano portero: "¡Bien, bien, hijo mío!¡María!". Reúnen a todos los frailes en el patio, mientras tanto ellos inspeccionan bruscamente todo el convento. Hacia mediodía, el Padre Maximiliano y otros cinco padres son obligados a introducirse en los autos. Parten para un viaje sin retorno. El P. Maximiliano inicia su vía crucis sereno y tranquilo, como siempre. Dejó su querida Niepokalanow, su predilecta ciudad mariana, para no volver más.

Para todo polaco, el "Pawiak" es el nombre de la terrible cárcel de Varsovia, que "hace helar la sangre". Ahí ingreso el 17 de febrero de 1941 el P. Maximiliano Kolbe.

El campo de concentración de Auschwitz es llamado por los polacos: "campo de la muerte", porque en sus campos, bloques y sótanos, han perecido miserable y trágicamente, más de cinco millones de personas. Levantado sobre los escombros de unos cuarteles y granjas, esta situado en la Polonia meridional, en una zona pantanosa, insalubre, para que no hubiese testigos indiscretos de esa fábrica de muerte. Rodeado por altas alambradas electrizadas y de torres de control. Allí toda crueldad e infamia, toda bestialidad y aberración, toda atrocidad y todos los horrores se habían dado cita para transformarlo en un verdadero infierno. Continuas muertes por enfermedades y por inanición, frío, fatigas agotadoras, escorbuto, disentería, traumas e infecciones. El pelotón de fusilamiento acribillaba a docenas a la vez contra un paredón forrado de caucho, para atenuar el ruido del disparo. En la plaza de armas cinco personas subían a la banqueta. El verdugo les colocaba el lazo al cuello. Con una patada a la banqueta quedaban las víctimas suspendidas. Auschwitz se había hecho famoso por la instalación de la primera cámara de gas. Lo que más se temía no eran las balas, ni las horcas, ni las cámaras de gas, sino los sótanos de la muerte, o "Bunker", de la lenta agonía, del martirio enloquecedor del hambre y de la sed.

En Auschwitz murieron millones de católicos y también, como es sabido, millones de judíos. El objetivo más profundo de Hitler en sus masacres es poco conocido. El hecho es que el odiaba la revelación divina confiada a Israel y también a Jesucristo, particularmente a la Iglesia Católica.

Entra en Auschwitz el P. Maximiliano la tarde del 28 de mayo de 1941 con un transporte de otros 320 presos. Sobre el portón de entrada había un letrero en alemán: "El trabajo libera". Era una mentira más. En realidad, al entrar los prisioneros, se les decía que los judíos tenían el derecho de vivir dos semanas y los sacerdotes católicos un mes.

Apenas llegan agotados, se pasa lista. Cada preso ha de pasar debajo de una doble fila de sayones, los que armados de látigos y bastones, se divierten sádicamente, golpeándolos o haciéndoles zancadillas, que obligan los presos a saltos, manotazos, morisquetas y terribles crispaciones. Todo esto provocaba en los verdugos burlas y risotadas.

Maximilano siempre iba al final de la línea de la enfermería a pesar de la severa tuberculosis que padecía.

La mañana del 29 de mayo despertó a los 320 con un deshumanizante programa. Desnudados, fueron sometidos a una ducha colectiva de violentos chorros de agua fría. Después golpeados y escarnecidos obscenamente por sus desnudeces, fueron revestidos de raídas casacas, muchas de ellas aun manchadas de sangre. Cada casaca lleva un número. Desde ahora en adelante, cada preso no será más que un número. El del Padre Maximiliano María Kolbe era el 16670.

Más tarde, todo el grupo salió a la plaza de armas, para la asignación a las brigadas de trabajo o bloques. El P. Kolbe en seguida fue ocupado como peón en el acarreo de cantos rodados y arena para la construcción de un muro alrededor del horno crematorio. El P. Kolbe consolaba a sus compañeros y decía " todo lo que sufrimos, es por la Inmaculada".

Un día, después de una tremenda paliza dada por el cabo que estaba a cargo, y que lo había dejado mas muerto que vivo, el P. Kolbe fue internado en el hospital, atacado de neumonía, con fiebre altísima y con el rostro estriado de moretones. "Con su conducta ante el sufrimiento, asombraba a médicos y enfermeros. Soportaba el dolor virilmente y con completa resignación a la voluntad de Dios, solía repetir: "Por Jesús soy capaz de padecer aun mas. La Inmaculada esta conmigo y me ayuda".

El bloque 14 había salido para la cosecha de unas parcelas de trigo. Aprovechando algún descuido de los guardias, un preso se fugó. Por la tarde, al pasar lista, se descubrió el hecho. El terror congeló los corazones de aquellos hombres. Todos sabían la terrible amenaza del jefe: "Por cada evadido, 10 de sus compañeros de trabajo, escogidos al azar, serian condenados a morir de hambre en el bunker o sótano de la muerte.

A todos aterrorizaba el lento martirio del cuerpo, la tortura del hambre, la agonía de la sed. Al día siguiente, los otros bloques siguen sus faenas diarias. Los del bloque 14 han de quedar en posición de atención en la explanada bajo el sol calcinante de verano, sin comer ni beber. Tres horas pasan como la eternidad. El P. Maximiliano, el de los pulmones agujereados por la tisis, el que acaba de salir del hospital, siempre débil y enfermizo, resiste de pie, no desmaya ni cae. El solía repetir: "En la Inmaculada todo lo puedo". A las 21 horas se distribuyó la comida. Pero no para el bloque 14. Estos pobres observaron cómo sus raciones eran tiradas de las ollas al desagüe. Al romper filas todos van a catres sabiendo que al día siguiente diez de entre ellos serían escogidos para el bunker de la muerte. Ya había ocurrido en dos ocasiones.

Al día siguiente, a las 18 horas, Fritsch, el comandante del campo, se planta de brazos cruzados ante sus víctimas. Un silencio de tumba sobre la inmensa explanada, atestada de presos sucios y macilentos. "El fugitivo no ha sido hallado... Diez de ustedes serán condenados al bunker de la muerte... La próxima vez serán veinte".

Con total desprecio a la vida humana, los condenados son escogidos al azar. ¡Este!... ¡Aquel!... grita el comandante. El ayudante Palitsch marca los números de los condenados en su agenda. Aterrorizado, cada condenado sale de las filas, sabiendo que es el final.

¡Adiós, adiós, mi pobre esposa!... ¡Adiós, mis hijitos, hijitos huérfanos! dice sollozando el sargento Francisco Gajownieczek.

Las palabras del sargento sin duda tocan el corazón de muchos presos, pero en el corazón del padre Kolbe hacen más. Mientras los diez condenados responden al grito: "¡Quítense los zapatos!", porque deben ir descalzos al lugar del suplicio; de improviso ocurre lo que nadie podía imaginarse.

He aquí los testimonios de los que estaban presente:

"Después de la selección de los diez presos atestigua el Dr. Niceto F. Wlodarski, el P. Maximiliano salió de las filas y quitándose la gorra, se puso en actitud de ¡firme! ante el comandante. Este sorprendido, dirigiéndose al Padre, dijo: "Que quiere este cerdo polaco?". "El P. Maximiliano, apuntando la mano hacia F. Gajownieczek, ya seleccionado para la muerte, contesto: "Soy sacerdote católico polaco; soy anciano; quiero tomar su lugar, porque él tiene esposa e hijos...".

"El comandante maravillado, pareció no hallar fuerza de hablar. Después de un momento, con un gesto de la mano, pronunciando la palabra ¡Raus! ¡Fuera!..., ordeno a Gajowniczek que regresara a su fila. De este modo, el P. Maximiliano María Kolbe tomo el lugar del condenado".

"Parece increíble que el comandante Frisch haya borrado de la lista al sargento, y haya aceptado el ofrecimiento del P.Kolbe, y que mas bien no haya condenado a los dos al bunker de la muerte. Con un monstruo como ese, todo era posible"

"Los diez pasaron ante nuestras filas", declara Fray Ladislao Swies, palotino, "y entonces observe que el Padre Kolbe seguía por último, y sostenía a tientas a otro de los condenados, más débil que él, que no era capaz de caminar con sus propias fuerzas".

A la Virgen dirige su oración: "Reina mía, Señora mía, has mantenido tu palabra. ¡Es para esto que yo he nacido!".

"El sacrificio del P. Kolbe, mientras provocó la consternación entre las autoridades del campo, provocó la admiración y el respeto de los presos", (Sobolewski). "En el campo casi no se notaban manifestaciones de amor al prójimo. Un preso rehusaba a otro un mendrugo de pan. En cambio, él había dado su vida por un desconocido" (Dr. Stemler).

El sol se estaba hundiendo en el horizonte detrás de las tétricas alambradas. El cielo estaba tomando los colores rojos de los mártires. "Fue una magnifica puesta del sol, una puesta nunca vista", relatan los pocos supervivientes de esa tarde de fines de julio de 1941. Entre el odio brilló más fuerte el amor que la Virgen nos concede. "No hay amor más grande que dar la vida por un amigo" (San Jn 15:13). Los diez condenados al hambre y la sed bajan al sótano de la muerte del que solo salen cadáveres directamente al crematorio. Bruno Borgowiec, un polaco encargado de retirar los cadáveres, dio su testimonio: "Después de haber ordenado a los pobres presos que se desnudaran completamente, los empujaron en una celda. En otras celdas vecinas ya se hallaban otros veinte de anteriores procesos. Cerrando la puerta, los guardias sarcásticamente decían: "Ahí se van a secar como cascaras". Desde ese día los infelices no tuvieron ni alimentos ni bebidas". "Diariamente, los guardias inspeccionaban y ordenaban retirar los cadáveres de las celdas. Durante estas visitas estuve siempre presente, porque debía escribir los nombres-números de los muertos, o traducir del polaco al alemán las conversaciones y los pedidos de los presos. "Desde las celdas donde estaban los infelices, se oían diariamente las oraciones recitadas en voz alta, el rosario y los cantos religiosos, a los que se asociaban los presos de las otras celdas. En los momentos de ausencia de los guardias yo bajaba al sótano para conversas y consolar a los compañeros. Loas fervorosas oraciones y cantos a la Virgen se difundían por todo el sótano. Me parecía estar en una iglesia. Comenzaba el P. Maximiliano y todos los otros respondían. A veces estaban tan sumergidos en las oraciones, que no se daban cuenta de la llegada de los guardias para la acostumbrada visita. Sólo a los gritos de estos, las voces se apagaban. "Al abrir las celdas, los pobres infelices, llorando a lágrima viva, imploraban un trozo de pan y agua, pero les era negado. Si alguno de entre los más fuertes se acercaba a la puerta, en seguida recibía de los guardias patadas al vientre, tanto que cayendo atrás sobre el cemento, moría en el acto o era fusilado. "Del martirio que han debido padecer los pobres condenados a una muerte tan atroz, da testimonio el hecho de que los cubos estaban siempre vacíos y secos. De lo cual hay que concluir que los desgraciados, a causa de la sed, tomaban la propia orina". "El P. Maximiliano se comportaba heroicamente. Nada pedía y de nada se quejaba. Daba animo a los demás. Persuadía a los presos a esperar que el fugitivo sería hallado y ellos serían liberados. "Por su debilidad recitaba las oraciones en voz baja. Durante toda visita, cuando ya casi todos estaban echados sobre el pavimento, se veía al P. Maximiliano de pie o de rodillas en el centro, mirando con ojos serenos a los llegados. Los guardias conocían su sacrificio, sabían también que todos los que estaban con el morían inocentemente. Por esto, manifestando respeto por el P. Kolbe, decían entre sí: "Este sacerdote es todo un caballero. ¡Hasta ahora no hemos visto nada semejante!". Así pasaron dos semanas, mientras tanto los presos morían uno tras otro. Al término de la tercera semana, solo quedaban cuatro, el P. Kolbe entre ellos. A las autoridades pareció que las cosas se alargaban demasiado. La celda era necesaria para otras víctimas. "Por esto, un día, el 14 de agosto, condujeron al director de la sala de enfermos, el criminal Boch, el cual propino a cada uno una inyección endovenosa de ácido fénico. El P. Kolbe, con la plegaria en los labios, el mismo ofreció el brazo al verdugo. "Partidos los guardias con el verdugo, volví a la celda donde encontré al P. Kolbe sentado", narra Borgowiec, "recostado en la pared, con los ojos abiertos y concentrados en un punto y la cabeza reclinada hacia la izquierda (era su posición habitual). Su cuerpo limpio y luminoso. Su rostro lucia sereno y bello, radiante, mientras los demás muertos estaban tendidos sobre el pavimento, sucios y con los signos de la agonía en el rostro. "En el campo por meses se recordó el heroico acto del sacerdote. Durante cada ejecución se recordaba el nombre de Maximiliano Kolbe."La impresión del hecho se me grabó eternamente en la memoria". La Inmaculada se lo llevó la víspera de su gran fiesta: La Asunción. Moría un santo sacerdote en Auschwitz, mártir por Dios, de la Virgen y por un padre de familia. El padre Kolbe venció al mal con el poder del amor. Murió tranquilo, rezando hasta el último momento. Según el certificado de defunción del campo, P. Maximiliano María Kolbe falleció a las 12:50 del 14 de agosto de 1941. Tenia 47 años."[1]


[1] http://www.corazones.org/santos/maximiliano2.htm


Wednesday, October 24, 2018

¿Sabe bien quién es usted?


Podemos pensar que somos nuestro cuerpo y nuestras sensaciones. También situamos en el yo las ideas y los afectos, así como nuestras decisiones. Toda esta naturaleza forma parte de nosotros. Pero resulta que, además, en la cámara más recóndita de uno mismo, hay un acto de ser que vive para la libertad, las relaciones interpersonales, el conocimiento y el amor. Un acto de ser bueno estrechamente relacionado con su Creador, según la opinión de los filósofos españoles Leonardo Polo y Juan Fernando Sellés. Si tienen razón, uno gana en profundidad y en visión positiva de uno mismo y del mundo: lo que dicen… funciona.



José Ignacio Moreno Iturralde

Sunday, October 21, 2018

El árbol de la educación



La educación actual debe hacer frente a necesidades de nuestra sociedad. Es importante el aprendizaje de idiomas, el acceso a la información en la red, así como el aprendizaje de habilidades cooperativas y sociales. Las metodologías pedagógicas, basadas en aplicaciones informáticas, pueden suponer un aumento de la motivación y del rendimiento escolar.

Los citados aspectos de la enseñanza actual, unidos a una capacitación intelectual competente, no deben olvidar –en la práctica- lo que son las auténticas raíces de la educación de cada persona. Todo ser humano es libre; es feliz cuando se sabe querido y sabe querer; cuando conoce aspectos del mundo y de la realidad que le ayudan a crecer y a madurar, forjando un proyecto personal. El ámbito privilegiado para esta educación es la familia. Ésta es el lugar más adecuado para querer a cada uno por sí mismo. El ser humano es familiar. Cuando la familia es el núcleo primero de educación, y el primer lugar donde se adquieren las virtudes personales, el colegio cumple su función educativa subsidiaria de la familiar, con mucha mayor eficiencia y humanidad. La escuela no puede postergar, en la práctica, la raíz educativa de las familias. La escuela no es la familia, pero entre ambas tiene que haber comunicación y complementación: mutua ayuda. Pienso que una escuela o un colegio competente, debe dar prioridad al conocimiento de las familias y al conocimiento personalizado de los alumnos. Esto se demuestra en la práctica: con conversaciones personales, de tú a tú, contabilizadas, entre profesores y familias y entre profesores y alumnos. Esto requiere disponer de un tiempo razonable en el horario laboral. Un buen docente se excede en su trabajo, pero hasta cierto punto.

Por otra parte, el aprendizaje es un proceso personal y de grupo, que implica una forja de virtudes
 –hábitos operativos buenos-, esenciales en la educación. Virtudes, costosas de adquirir, de alumnos muy diversos, que requieren de una atención a su diversidad concreta, que ha de afectar a las disposiciones de un colegio y, antes, de un sistema educativo.

Educar a personas libres, con personalidad propia, requiere conocer el papel principal de la familia en la educación, y el carácter de ésta como fuente de conocimiento, de convivencia, de libertad responsable y de capacidad de querer. Las familias son la raíz del árbol de la educación.

El cuidado de los profesores, que quizás sean el tronco del árbol, es también clave. Exigirles, valorarles, retribuirles, y ayudarles a hacer un plan de futuro profesional puede ser un buen proyecto para la mejora de la educación.

Una vez sentado todo esto, es necesario el desarrollo de temarios, conocimientos adecuados, estudio personal y metodologías pedagógicas. Pero pienso que solo si se atiende suficientemente a los que son las raíces, antes consideradas, se obtendrán los mejores frutos de la educación: chicos y chicas con personalidad, autonomía y ganas de comerse el mundo.


José Ignacio Moreno Iturralde

Friday, October 12, 2018

Aquellos veranos de la infancia, aquella mujer


Aquellos veranos blancos de la infancia, se coloreaban en septiembre con el cumpleaños de un chaval. En el chalet de verano, su familia celebraba la fiesta del crío, invitando a merendar a todos sus amigos. Incluso venían algunos muchachos desconocidos, movidos por la llamada de los bollos y las coca-colas. Al recordar aquellos lejanos y nítidos días, llama la atención la figura del ama de casa y cocinera, verdadera alma de la fiesta. Entre tanto trajín y trabajo culinario, rodeada por el júbilo de la chavalería y la alegría de su hijo, esa mujer era feliz y hacía felices a los demás. ¿Tal ver fuera por ser una mujer de postguerra con pocos estudios? ¿Quizás porque aquella era la única manera que tenía de realizarse? La respuesta es otra: se comportaba así por su desarmante sencillez. Tenía un modo genuino, luminoso y profundamente humano de ser mujer.



José Ignacio Moreno

Friday, September 28, 2018

Sucedió en el Colegio Alborada de Alcalá de Henares


Esta mañana, una profesora compañera de trabajo, terminó hasta el último minuto su última clase, pues se jubilaba. Pero hay algo que ella no esperaba: al salir del aula, se encontró todo el pasillo adornado con una alfombra roja, que la homenajeada recorrió con asombro y emoción, al mismo tiempo que unos ciento cincuenta alumnos y alumnas, además de otros muchos profesores, le daban un fortísimo aplauso y un ramo de flores. Que Dios nos siga concediendo profesionales de tanta categoría, y una chavalada tan maja y estupenda.



José Ignacio Moreno

Sunday, September 16, 2018

Vestir con inteligencia


Una persona medianamente madura, conoce sus puntos fuertes y sus debilidades. Se alegra de vivir y de ser como es; al tiempo que es consciente de lo mucho que puede mejorar. Esta idea positiva y modesta de sí misma, le lleva a manifestarse con naturalidad y equilibrio: en la conversación, en la convivencia, y también en el vestido.

Si se vive con modestia, con alegría de vivir y con la convicción de la grandeza y la fragilidad interior, el modo de vestir puede ser atractivo e inteligente. Sería triste una persona que, pudiendo no hacerlo, descuidara su imagen. Pero no es menos equivocado vestir de un modo excesivamente provocativo. De esta manera se pretende exaltar el yo, no se piensa en los demás, y se da una idea errónea y pasajera de la propia identidad.

Puede ser más comprensible que personas jóvenes, más inmaduras, tiendan a vestir provocativamente. Es lamentable la dejación de autoridad que hacen sus padres al respecto. Más triste es aún ver a personas mayores vestir con poca modestia. Por esto, en nuestro panorama social, resulta especialmente atractiva la persona que, señora de su categoría personal, viste con estilo y discreción.

Que cada quien vista como le parezca. Tan solo quiero decir que la modestia es inteligencia, y que vestir inteligentemente nos ayuda a todos a vivir la mejor de las modas: ser mejores personas.



José Ignacio Moreno Iturralde

Saturday, August 18, 2018

La Iglesia Católica, nuestra Madre

La Iglesia, la casa común de los cristianos donde hemos recibido los sacramentos, ha pasado a lo largo de estos veinte siglos por muchas vicisitudes. Multitud de mártires, de obras de generosidad heroica así como de servicio cotidiano, han tenido lugar desde la venida del Redentor a nuestro mundo. La historia también ha demostrado que los cristianos, por ser hombres, hemos cometido errores a lo largo del tiempo. Actualmente, algunos escándalos vergonzosos son motivo de sufrimiento. Pero esos abusos, que habrá que valorar en función de los hechos y de los tribunales, y no de los titulares de algunos medios de comunicación, no ponen en entredicho la santidad de la Iglesia. Ella reside donde está la Eucaristía, Dios mismo hecho donación para el hombre. Todos los católicos hemos de defender a la Iglesia, como se defiende a una madre. No se trata de esconder los problemas que puedan haber sucedido, que han de ser juzgados por quien corresponda; pero sí de hacer ver el inmenso bien religioso, moral, familiar, educativo y asistencial que la Iglesia ha tenido, tiene y tendrá. La barca de Cristo nunca se hundirá porque sobre el que recayó el más infamante abuso, dijo con su palabra eterna: “tú eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18).



José Ignacio Moreno Iturralde

Wednesday, August 15, 2018

Centro Académico Romano Fundación en las redes sociales



Centro Académico Romano Fundación: Para ayudar a la labor evangelizadora de los sacerdotes de la Iglesia Católica de todo el mundo. ¡Anímate a ayudar! Puedes seguir sus actividades en las redes sociales:


What’sApp: +34 638 07 85 11


Saturday, August 11, 2018

Edith Stein: Vídeo del Papa Francisco y San Juan Pablo II

Enlace

España: aborto y amor a la vida



Me parece haber comprendido una de las causas del número de abortos voluntarios que, en España, se llevan a cabo anualmente 
-uno por cada cuatro nacimientos-: la falta de amor. El amor bueno es el que lleva a ser mejor, con un corazón que ama la vida de la persona querida y la propia, y por eso da de lo que tiene: amor a la vida. Cuando no se entiende este planteamiento, la nueva vida se hace un peso gravoso, insoportable, y es eliminada ya que la actual legalidad lo permite. Pienso que entiendo algo acerca de los problemas que conlleva hacerse cargo de un hijo no esperado, pero también entiendo claramente que la eliminación de cientos de miles de niños nonatos es, con atenuantes, un atentado contra el primero de los derechos humanos: el derecho a vivir. Cada aborto es matar una sonrisa. Por este motivo, me ha avergonzado ser español desde hace unos años. Pero me he dado cuenta de que ese no es el camino. No se puede cambiar a las personas sino se las quiere. España sigue repleta de buenas gentes, con ganas de vivir y de ayudar a otros. Además, el propio país nos ha dado muchas cosas y es de bien nacidos ser agradecidos. Hay que querer a España para que vuelva a ser una nación donde todos los niños nazcan a la fantástica aventura de la existencia. Quizás un buen modo sea aceptar nuestra propia vida, con sus alegrías e inconvenientes, y dar ejemplo de que la vida, toda vida humana, merece la pena.



José Ignacio Moreno Iturralde

Sunday, July 22, 2018

Cuidado con el monólogo interior

Un buen amigo me ha enseñado una idea interesante: el monólogo interior, desconectado de Dios y de los demás, crea un yo ficticio.

Tuesday, July 17, 2018

Virgen del Carmen





Mirar la enseñanza con otros ojos




Los profesores estamos de vacaciones, y algunos todavía cansados. En esta temporada estival es bueno desconectar algo del trabajo, descansar y pasarlo bien con nuestros seres queridos. Pero de vez en cuando asoma la idea del nuevo curso… Cuando ya se llevan muchos años dando clase, se conoce bien las jornadas escolares, con sus no pocos esfuerzos. Pero cabe siempre aspirar a más, seguir queriendo educar mejor. Una sugerencia atrevida para esto podría ser la siguiente: intentar ver el nuevo curso con los ojos de los alumnos; con su optimismo de futuro, con sus esperanzas de vencer, con sus deseos de ser ayudados en sus fragilidades e inestabilidades, con sus ganas de juerga que hay que controlar. Más osado aún sería complementar esta visión, con la panorámica positiva e incondicional de sus padres. Es una propuesta atrevida, desde luego, pero puede ser creativa e innovadora. También es verdad que uno ve las cosas desde su propia mirada y con sus legítimos intereses, por supuesto. Sin embargo, es frecuente que cuando uno se pone en el lugar de los demás, resuelve buena parte de sus propios problemas.



José Ignacio Moreno Iturralde

Friday, July 06, 2018

El Papa reconoce las virtudes heroicas de la madrileña Alexia González Barros


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Thursday, July 05, 2018

Propiedad para todos, feminismo y familia


“Cuando el mundo se ve abocado a una cruzada en favor de los derechos comunales, nadie como las mujeres para llevarla a cabo. Son mejores, para esto, quienes no lucen corbata: las mujeres y los frailes franciscanos. No se puede concebir una granja sin observar la necesaria concepción de la familia. Hay que volver, pues, al matrimonio cristiano. No es posible atesorar propiedad siendo una especie de polígamo vagabundo… Un harén jamás será un hogar” (Chesterton, Cuentos del Arco Largo).

Wednesday, July 04, 2018

Persona, familia y felicidad (Libro, nuevas actualizaciones)




He hecho alguna mejora y actualización libro de Antropología filosófica titulado: Persona, familia y felicidad.  He procurado tener un tono académico, pero divulgativo. En los temas dedicados a la familia y a la felicidad he elegido un estilo vital y con más ejemplos de la vida práctica.

Se puede adquirir a través de Amazon:


Muchas gracias por vuestra atención,
José Ignacio Moreno

Wednesday, June 27, 2018

La eutanasia contra la autonomía personal



Una persona necesita tomar las riendas de su vida y decidir en cuestiones importantes para sí misma. Sin embargo, no es menos cierto que muchos aspectos de la existencia nos vienen dados: el día en que nacimos, nuestros padres y hermanos, y tantas cosas más.

Vamos aprendiendo el sentido de las cosas de una realidad mucho más grande que nosotros mismos. Una de las cuestiones más difíciles de entender es el dolor, aunque nos damos cuenta de que no es un simple absurdo. Cualquier vida humana requiere esfuerzo y superación de dificultades. La persona que sabe llevar el dolor con paciencia y sabiduría nos resulta significativa. Por supuesto, hemos de evitar por todos los medios el dolor de los que sufren, pero esto no siempre es posible.

Cuando se pretende adoptar una autonomía extrema para no sufrir más, como en el caso de la eutanasia, todos sentimos compasión por la persona que quiere dejar de vivir. Pero también hemos de entender algo importante: la eutanasia lleva a un falseamiento de la propia identidad. La vida deja de verse como un don y una tarea –que incluye el dolor-, para considerarse una mera posesión. Nos hacemos así, objetos de nosotros mismos, prescindibles y suprimibles cuando la vida se hace difícil. De este modo, la persona pierde su nexo de unión con el mundo y con los demás. La eutanasia, además, da pie a considerar a un anciano o enfermo grave como responsable de sus sufrimientos y de quienes le rodean, porque la salida de esa situación podría ser muy sencilla. De este modo, la relación entre enfermo y médicos, incluso entre enfermo y familiares, ya no es la de cuidar incondicionalmente. Esta pérdida de incondicionalidad devalúa la dignidad de la persona, porque ser digno no es, ante todo, ser autónomo, sino alguien con un valor que las circunstancias, por dolorosas que sean, no pueden suprimir. La legalización de la eutanasia es contraria a la autonomía personal; porque la falsea y desnaturaliza.



José Ignacio Moreno Iturralde

Wednesday, June 20, 2018

Juventud, amor y felicidad

"Vosotros valéis también lo que vale vuestro corazón. Toda la historia de la humanidad es la historia de la necesidad bien de amar y ser amado. Amar es, por tanto, esencialmente entregarse a los demás. Lejos de ser una inclinación instintiva, el amor es una decisión consciente de la voluntad de ir hacia los otros. Para poder amar, conviene desprenderse de todas las cosas y, sobre todo, de uno mismo, dar gratuitamente, amar hasta el fin. Esta desposesión de si mismo -una obra de largo alcance- es agotadora y exaltante. Es fuente de equilibrio. Es el secreto de la felicidad"


San Juan Pablo II, A los jóvenes en París, 1980.

Saturday, June 16, 2018

Libro "Persona, familia y felicidad"




Quería presentaros un libro de Antropología filosófica titulado: Persona, familia y felicidad.  He procurado tener un tono académico, pero divulgativo. En los temas dedicados a la familia y a la felicidad he elegido un estilo vital y con más ejemplos de la vida práctica.

Se puede adquirir a través de Amazon: https://www.amazon.es/dp/B07DGYX4S1

Muchas gracias por vuestra atención,
José Ignacio Moreno

Sunday, June 03, 2018

Regreso a Ítaca: ateos e indiferentes convertidos a la fe católica

Regreso a Ítaca es un documental muy interesante sobre testimonios de persona que eran ateas e indiferentes que encontraron a Dios en sus vidas. Puede verse aquí.

Un resumen y trozos sueltos del documental pueden verse aquí.

Saturday, May 26, 2018

Ana María: novela policíaca


Una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida es conocer y tratar a una mujer simpática y maravillosa, Ana María. He escrito una novela policíaca para dar a conocer, con algunos datos reales y otros inventados, cómo era su carácter y estilo de vida. También quiero resaltar la figura de otra gran persona: José, un tipo divertido, entrañable e íntegro. Pienso que el ejemplo de sus vidas es muy útil para los jóvenes, y para todo el mundo. La novela es una convencida defensa del valor de la familia y de toda vida humana.

Está publicada en Amazon, en papel: https://www.amazon.es/dp/1981031316


Sunday, May 20, 2018

¿Donde está Dios?



Pienso que  Dios está en la serenidad, en la luz, en la familia, en la vida vista desde su mirada. También está en todos los que sufren y acuden a Él: en los que son víctimas inocentes, o en los que soportan cadenas injustas; y ,verdadera y realmente, se encuentra en esa cárcel de amor de la que han hablado los santos: el sagrario que contiene la eucaristía.

Sunday, May 13, 2018

¿Suicidio asistido o ética del cuidado?



La ancianidad supone, en cierto sentido, una especie de vuelta a la infancia, a la vida especialmente dependiente. El comportamiento más humano con las personas de edad avanzada es ofrecerles respeto, paciencia, cariño. Lo mejor para ellos, como para todos, es saberse queridos. La citada actitud de respeto es la mejor de los más jóvenes porque este comportamiento les hace más humanos, al esforzarse por ayudar a sus mayores.

El trato que dispensemos a nuestros mayores es una radiografía de la moral de nuestra sociedad. El hecho de que pasen a un estado de menor efectividad y mayor dependencia, tiene que ser un motivo para demostrar que lo que realmente nos importa es el trato humano, digno y familiar para con las personas que invirtieron tantos esfuerzos para sacarnos adelante en la vida. En nuestra sociedad es muy necesaria impulsar una ética del cuidado [1]. La pérdida de autonomía en la vejez o la enfermedad se considera a veces como un lastre para la dignidad. Incluso es una de las razones que se alegan para justificar la eutanasia. Pero la dependencia y el cuidado son dos realidades recíprocas que enriquecen nuestra ética personal y social.

Los estados de dependencia dan lugar, en ocasiones, a circunstancias difíciles de sobrellevar, tanto para el interesado como para sus cuidadores. Ante situaciones dolorosas graves y prolongadas, están surgiendo iniciativas legales a favor del suicidio asistido. Esta apelación al “derecho a morir” surge a partir de una mayor valoración de la autonomía de cada persona ante estados de muy mala calidad de vida, que son vistos como indignos para quien los padece. Sin embargo, estos planteamientos nacen de opciones marcadamente individualistas que llegan a modificar sustancialmente las relaciones entre las personas enfermas y quienes las asisten. Se olvida que el modo de afrontar los estados de dependencia, aunque sea severa, ayuda a construir una sociedad solidaria basada en la confianza y el cuidado.

Lourdes Gordillo, Profesora de Filosofía de la Universidad de Murcia, se pregunta en un artículo[2] si la autonomía es el fundamento de la dignidad humana. “Ser autónomo –dice– no consiste en no tener vínculos; la autonomía es saber asumir los propios vínculos para comprender cómo compaginar la condición finita del hombre y su inconmensurable dignidad humana” . La autonomía, la capacidad de decisión, no puede olvidar los límites de la propia naturaleza que nos ha sido dada.

También el filósofo alemán Robert Spaemann mantiene, en su obra “Límites. Acerca de la dimensión ética del actuar”, que las leyes favorables a la eutanasia tienden a olvidar que la persona trasciende sus estados de salud. Concretamente afirma que “el suicidio es por tanto el acto del olvido de uno mismo, mediante el cual una persona da fe de que se entiende a sí misma solo como un medio para alcanzar o conservar estados deseables”.

El suicidio surge de un error antropológico que tiene graves consecuencias sociales. Para el citado autor, “cuando la ley permite y la moral aprueba que uno se mate o haga que le maten, de repente el viejo, el enfermo, el necesitado de cuidados, se vuelve responsable de todos los esfuerzos, costes y privaciones que sus parientes, cuidadores o conciudadanos hayan de asumir por él. Ya no es el destino, la moral o la obvia solidaridad lo que exige de ellos ese sacrificio, sino que es la propia persona necesitada de cuidados la que se lo impone, puesto que podría fácilmente librarles de ello. Hace a otros pagar el hecho de que es demasiado egoísta y cobarde para hacerse a un lado”.

Desde una inicial compasión se llega a una postura profundamente anticompasiva, que dice tácitamente al enfermo y anciano mediante el suicidio asistido: “por favor, ahí tiene la salida”, escribe Spaemann. Este filósofo alemán recuerda también lo que ocurre en “Holanda, país en el que ya un tercio de las personas a las que se mata anualmente de forma legal –se trata de miles– no han muerto a petición propia, sino por decisión de parientes y médicos que consideran que se trata de vidas que no merecen ser vividas”.

Alasdair MacIntyre, que fue profesor de Filosofía en la Universidad de Notre Dame (EE.UU.), explica  en su obra “Animales racionales y dependientes” que el ser humano es vulnerable y dependiente, y esta dependencia es uno de los rasgos más radicales que se expresan en su condición humana: “el reconocimiento de la dependencia es la clave de la independencia”, afirma. Considera que el desarrollo de nuestra especie pasa por admitir nuestra condición de animales dependientes y vulnerables, característica que compartimos con otros animales no humanos.

Para MacIntyre, la comprensión de sabernos necesitados permite el florecimiento de la comunidad. Hay un bien común que me lleva a saberme necesitado de la ayuda del otro, y a ayudarle. También habla de las “virtudes de la vulnerabilidad y la dependencia” y escribe que “es necesario poder confiar (…), no solo en los intercambios rutinarios de la vida cotidiana, por importantes que sean, sino también y muy especialmente cuando uno pueda ser una carga y una molestia por causa de alguna discapacidad”.

El lugar más adecuado para la ayuda es aquel donde la persona nace, crece, se desarrolla y muere: la familia. La familia, a su vez, necesita relacionarse con asociaciones o residencias con potencial solidario que desarrollen una “justa generosidad” con las personas dependientes. Aplicarse al cuidado es promover una tradición moral donde el cuidar es constitutivo de la vida moral.

Con este enfoque positivo de la dependencia concluyó un informe del Consejo de Bioética norteamericano en 2005, bajo la dirección de Leon Kass. Allí se afirma que “nuestro deber con el enfermo, anciano o inválido es cuidar de su vida, ya le quede mucha o poca, y cualquiera que sea el estado en que lo encontremos (…) La eutanasia y la cooperación al suicidio son opuestas a la ética de los cuidados a las personas discapacitadas. Tales prácticas han de ser rechazadas siempre (…) nadie puede pensar con plena sinceridad cómo cuidar del mejor modo posible la vida que el paciente tiene ahora, si acabar con su vida se convierte en una posibilidad de tratamiento siempre disponible”.
Es decir, contemplar tal posibilidad vicia radicalmente las relaciones entre los enfermos y sus cuidadores. El informe recuerda que “la vejez y la muerte son, en último término, no problemas que resolver, sino experiencias humanas que se deben afrontar”.

El cuidado de las personas dependientes exige preocuparse no solo por su cuerpo, sino también de su situación anímica. El filósofo español Ricardo Yepes escribió en sus “Fundamentos de Antropología” que “el corazón humano es el lugar donde nace y muere el sufrimiento, y es ahí donde hay que curarlo”. Este autor explica que cuidar y curar no solo es aliviar el dolor físico, sino también el sufrimiento interior. En este sentido, Laín Entralgo subrayaba que “el buen médico ha sido siempre amigo del enfermo”y Spaemann afirma que “el médico representa ante el paciente la afirmación de su existencia por la comunidad solidaria de los vivos”. Cuando existe este apoyo incondicional, es raro que surjan peticiones de eutanasia.

Esa relación entre cuidadores y dependientes no solo solventa unos problemas corporales, sino que robustece la fibra ética de la sociedad. Agustín Domingo Moratalla, profesor de Filosofía Moral y Política de la Universidad de Valencia, explica en “El arte de cuidar” cómo la atención a los dependientes se ha convertido en una de las categorías centrales de la ética contemporánea . Y pone en relación el cuidado con la capacidad de escucha, el diálogo interdisciplinar y la disponibilidad para la verdad.

Para este autor, “aplicarse al cuidado es promover una tradición moral donde el cuidar es constitutivo de la vida moral. El cuidado nos mantiene despiertos, alerta y vigilantes para que nuestra fragilidad, dependencia y vulnerabilidad no sean planteadas como defectos o imperfecciones, sino como oportunidades de plenitud. El cuidado transforma en diligentes las iniciativas de racionalidad humana y, lo que es más importante, evita situaciones de negligencia, descuido y olvido de la responsabilidad (…) Si nos olvidamos del cuidado o le damos la espalda en la construcción de los saberes podremos tener ciencia, técnica, filosofía o incluso conocimiento, pero no tenemos una auténtica vida moral”.

El cuidado se revela como un valor ecológico universal, que atiende en primer lugar a las personas. La autonomía del enfermo es así máximamente valorada, en una actitud solidaria que busca el bien personal y el bien común en todos los momentos de la vida, también en los de dolor. Las etapas de dependencia y limitación no están exentas de sentido humano, en una relación de confianza y amistad entre enfermos y cuidadores.


José Ignacio Moreno Iturralde




[1]  Una versión más extensa de estas ideas puede encontrarse en “La autonomía se pierde, la dignidad no”. Moreno, J.I. Aceprensa 14.8.2013.
[2]  Gordillo, L. Cuadernos de Bioética, Vol XIX, 2008/2, pp. 237-253.

Monday, April 30, 2018

El colapso de la autoridad (Libro)

Interesante libro de un médico de familia sobre la pérdida de autoridad de los padres respecto a los debido al mal uso de internet: enlace

Saturday, April 28, 2018

Lo "intolerable"


A veces suceden auténticas desgracias e injusticias, que requieren toda la reparación y el consuelo posibles. En muchas otras ocasiones se dan adversidades de bastante menor fuste que, sin embargo, consideramos “intolerables”: un proyectil de paloma sobre la chaqueta recién estrenada, el ruido que montan los vecinos, o la convivencia diaria con personas que nos resultan difíciles e inevitables. ¡Hasta aquí hemos llegado, ya basta!, decimos con indignación y rostro poco atractivo. Quizás haya un nuevo modo de ver estos problemas: toda esa quina que hemos de tragar, todas esas amargas vivencias, pueden ser medicinales. No vaya a ser que tengamos unos nervios algo débiles y un orgullo exacerbado, bastante olvidadizos de muchas otras cosas buenas que hay en nuestra vida. Cuando asumimos lo que nos parece “intolerable”, con humildad creativa, somos capaces de establecer relaciones más cordiales y simpáticas, de ser más felices y de hacer más felices a los demás.

José Ignacio Moreno Iturralde

Sunday, April 22, 2018

Confirmaciones: un breve comentario


El viernes pasado estuve en la Catedral de Alcalá de Henares, en las Confirmaciones de algunos alumnos. Me hacía gracia ver a cada uno de ellos: uno más alto, otro más bajo, aquél algo más gordito, otro más espigado. Junto a ellos, estaban elegantes y simpáticos los padrinos y las madrinas: algunos eran los abuelos, u otros familiares, o amigos ya confirmados. Me conmovía cómo todos iban avanzando hacia el altar seguros, contentos. Pensaba en el inmenso cariño que Dios tiene por cada uno de sus hijos, y cómo nuestra Santa Madre Iglesia nos lo hace ver de un modo tan claro.

Monday, April 09, 2018

El espíritu y las leyes


Hace décadas muchas leyes protegían la vida del ser humano no nacido, así como la estabilidad del matrimonio. Hoy no sucede así, en muchos países. Quizás lo que se ha deteriorado es el espíritu de aquellas leyes: el valor y la dignidad grandiosa de cada vida humana; así como la íntima relación del amor y la fidelidad conyugal. Lo que sí se puede hacer es procurar vivir este espíritu personalmente, y dar a conocer su fantástico atractivo.

José Ignacio Moreno Iturralde