tag:blogger.com,1999:blog-114021462024-03-17T20:01:39.313-07:00Visión cristianaInformación sobre la fe cristiana y la dignidad humana en relación con el mundo actualUnknownnoreply@blogger.comBlogger2615125tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-88895067516269717572024-03-07T11:36:00.000-08:002024-03-07T11:36:44.773-08:00La paradoja de la imagen<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6Fo94Fo1TyS7RUawAuy-yaCwpVaMAiccz6tC2B2I2jCiAilvhDlHnq6V-Pg_wPqDrfQsX2ZGSYDQyzbCCioOnf7hyphenhypheneoXHvGmaODsQtoRnHxQkgTFRtecJoRO14XEipzc2e1gcGzYabiOxKCSqXDGn8zsezj8KG5HNm6KBI6B3Cj_o54yPbECP/s1280/girl-8330439_1280.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="1280" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6Fo94Fo1TyS7RUawAuy-yaCwpVaMAiccz6tC2B2I2jCiAilvhDlHnq6V-Pg_wPqDrfQsX2ZGSYDQyzbCCioOnf7hyphenhypheneoXHvGmaODsQtoRnHxQkgTFRtecJoRO14XEipzc2e1gcGzYabiOxKCSqXDGn8zsezj8KG5HNm6KBI6B3Cj_o54yPbECP/s320/girl-8330439_1280.webp" width="320" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal"></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>el mundo actual, la importancia de cuidar la propia imagen está
fuera de toda duda. Cuidar la presentación es requisito indispensable para
progresar, y tener una reputación lo más atractiva posible; tanto personal como
empresarialmente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">También es cierto que
cuando observamos a personas, jóvenes y mayores, excesivamente preocupadas por
su imagen, sentimos un cierto rechazo, que puede incluso contener algo de
sarcasmo. No deja de ser algo un poco cómico el trágico mito de Narciso, en el
que un hombre se enamoró de su imagen reflejada en un lago hasta caer en él y
ahogarse. Los ojos no están hechos principalmente para mirarse a sí mismos sino
para mirar a la realidad, especialmente a los demás.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En nuestro atormentado
mundo audiovisual hay catástrofes pavorosas, que los medios de comunicación nos
recuerdan con una frecuencia, en ocasiones, algo enfermiza. Tan cierto como lo
anterior, es nuestra experiencia del trato con personas normales y corrientes
que son estupendas. Existen, lo sabemos, excelentes camareros, enfermeras,
profesores o bomberos, por citar unos pocos ejemplos. Ciertamente es ridículo
caer en una opinión dulzona, donde todo el mundo es estupendo; no es así: hay
tipos de cuidado. Pero puede ser patética la actitud que ha hecho de la visión
negativa y de la queja una constante en la vida, porque solo detecta problemas
propios y egoísmos ajenos. Frente a lo anterior, hay que afirmar que existe
mucha gente buena; y muchos de ellos y ellas no salen con frecuencia en la
televisión, ni en internet.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En algunos casos nos
encontramos con auténticos maestros del vivir, que poseen una aptitud hacia el
sentido positivo de la vida. En esto el temperamento influye, pero es cuestión
también de carácter, que es lo que hacemos con el temperamento. Eso significa
que trabajarse un buen carácter supone actos de virtud. Muchas de estas
personalidades atractivas y entrañables, han experimentado en carne propia
fragilidades, errores y desengaños. Pero han sabido superarlos y son, muchas
veces sin darse cuenta, referencia para quienes tienen la fortuna de
conocerles.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Un desapego absoluto por
la propia imagen no parece humano, pero cierto desentendimiento de los propios
logros tiene algo de elegancia y de grandeza. Cuando alguien, en temporadas
estelares, está más preocupado de sus familiares y amigos que de sí mismo,
suele encontrarse más feliz. Si uno encuentra un motivo sólido para ayudar a
quienes le rodean parece que su vida cobra ligereza, pierde el peso demoledor
del propio yo. Y esa especie de ingravidez se parece a la de una estrella en el
firmamento. Cuando uno encuentra su estrella, su vida tiene un rumbo, un
sentido. Esto da alegría, e invita a compartirla con otros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">A lo largo de la vida hay
quienes consiguen sus sueños de juventud, incluso de infancia. Muchos otros no;
tienen que coger la vida como viene. A veces viene con unas realidades mejores
que aquellos sueños tan humanos. Es bonito destacar en algún aspecto y ser
famoso y admirado. Pero es más bonito ser querido por quienes conocemos, aunque
nuestra vida no tenga una influencia socialmente visible. La inmensa mayoría de
las personas se encuentra en esta última situación. Cuando uno es un tipo
discreto, está más en condiciones de admirarse ante una realidad magnífica
donde hay mucha gente a la que ayudar y de la que aprender. El cristianismo
revela a tantas personas sencillas el enorme valor de sus vidas. La sencillez
nos hace aceptarnos como somos: personas llenas de limitaciones, pero abiertas
a la grandeza del mundo y de su Creador.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El cristianismo afirma
que el hombre es imagen y semejanza de Dios; es decir: un ser para ser querido
y para querer, y no por un amor cualquiera. El amor que nos hace grandes pasa
por el reconocimiento de nuestra pequeñez. Cuando no andamos excesivamente
preocupados de nuestra imagen, podemos encontrar con más facilidad la imagen de
Dios en nosotros; y con ello nuestra verdadera identidad. Surge entonces una
alegría radiante, que viniendo de lo divino nos hace más humanos. Y es entonces
cuando los seres humanos encuentran un motivo convincente, a pesar de los
pesares, para respetar la imagen de los demás, porque desde este baluarte de la
igualdad, la fraternidad se reconoce más fácilmente en muchos rostros.<o:p></o:p></span></p><br /><p></p><p class="MsoNormal">José Ignacio Moreno Iturralde</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-40903777148035561222024-03-05T11:44:00.000-08:002024-03-05T11:46:48.286-08:00Hannah Arendt y el respeto a la vida humana<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimDNV7kI_n0jOGj_jo7hEa1WgPIUa5FSRXt2iyL433W1jLuH_JuOTvb0AN1TvMFp01mj36MfvnBILyGmdMMUXjM9eNnygBI34qyxCHey2Lrno4RdbcPDcjfbdcnGDKz5c-IA4GWuiQ6z9djgmWnqKtnIDfJcqIB-zgLaqJeSa8ZWMjLJfoIvbr/s2585/Hannah_Arendt.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2585" data-original-width="1980" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimDNV7kI_n0jOGj_jo7hEa1WgPIUa5FSRXt2iyL433W1jLuH_JuOTvb0AN1TvMFp01mj36MfvnBILyGmdMMUXjM9eNnygBI34qyxCHey2Lrno4RdbcPDcjfbdcnGDKz5c-IA4GWuiQ6z9djgmWnqKtnIDfJcqIB-zgLaqJeSa8ZWMjLJfoIvbr/s320/Hannah_Arendt.jpg" width="245" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"> <span style="text-align: justify;">Hannah Arendt fue una periodista
y filósofa judía del siglo XX. Logró huir de Alemania durante la persecución
nazi, y se instaló en Estados Unidos. Desde este país, se dedicó como
periodista y pensadora a buscar los orígenes de los totalitarismos de su época,
para combatirlos. Acuñó el término “la banalidad del mal” cuando asistió al
juicio contra Eichmann, uno de los principales organizadores del Holocausto.
Arendt se dio cuenta de que aquél hombre no era un mosntruo, sino un títere sin
personalidad a las órdenes de un régimen criminal. Advirtió que lo acontecido
en Alemania puede ocurrir en otros tiempos y lugares, si no se hace el esfuerzo
por llevar acabo acción política basada en la pluralidad y el respeto a los
derechos de las personas. Una pluralidad que siempre debía respetar la verdad
de las cosas. Dio mucha importancia a la natalidad, viendo en cada persona un
auténtico inicio del mundo, una vida nueva capaz de creatividad.</span></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El ejemplo de esta mujer coraje
puede dar luz a lo que sucede cuando se decreta como derecho, incluso
constitucional, el poder dar muerte al hijo que viene de camino en el seno
materno. Se legisla así un derecho que no nace de la realidad de la vida, sino
que brota de la voluntad del más fuerte sobre el más débil, y para esto se niega
la realidad e identidad del nonato. Respecto a un embarazo no deseado es
necesario desarrollar toda la comprensión y apoyo de todo tipo a la mujer gestante;
no se trata de criminalizar a nadie. Pero otra cosa distinta es romper en
añicos el primero de los derechos -el derecho a la vida- sobre el que todos los
demás dependen. No es digno ni justo olvidar la inocencia masacrada de millones
de seres humanos no nacidos por una industria de muerte adinerada y despiadada.
Europa y muchas otras zonas del mundo están optando por una cultura de la
muerte, que no tendrá la última palabra. La cultura del cuidado y del respeto a
la vida es la que hay que promover. Esto es lo que defendió Hannah Arendt, la
mujer judía que conocía bien que quien salva una vida humana, salva al mundo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<span face=""Calibri",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">José Ignacio Moreno Iturralde</span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-38476861214858960762024-02-28T11:24:00.000-08:002024-02-28T11:24:57.790-08:00Novela "Los sueños de Lucía". Juventud e Historia de la Filosofía.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-GSJt2oeq45oiCgK105YtJw_Zr-JsPGUZS7tYynZuACUP27IiKiHBWEjS6hia4Jb347SYxdAljSlho8d74FHq-UpabynrAtQ4vviuX6IwtkHDVUp_WvEzjtc2z3Jmu9B8KWIk_0bHaFjnakuvJSeq_sh6Ls16ZK1A2BZAE-7lTyHAK46arnM3/s425/71X5COUV8vL._SY425_.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="425" data-original-width="283" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-GSJt2oeq45oiCgK105YtJw_Zr-JsPGUZS7tYynZuACUP27IiKiHBWEjS6hia4Jb347SYxdAljSlho8d74FHq-UpabynrAtQ4vviuX6IwtkHDVUp_WvEzjtc2z3Jmu9B8KWIk_0bHaFjnakuvJSeq_sh6Ls16ZK1A2BZAE-7lTyHAK46arnM3/s320/71X5COUV8vL._SY425_.jpg" width="213" /></a></div><span style="background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.9); font-family: -apple-system, system-ui, BlinkMacSystemFont, "Segoe UI", Roboto, "Helvetica Neue", "Fira Sans", Ubuntu, Oxygen, "Oxygen Sans", Cantarell, "Droid Sans", "Apple Color Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Symbol", "Lucida Grande", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 20px; white-space-collapse: preserve;"><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Os quiero presentar una breve novela que acabo de publicar sobre juventud e Historia de la Filosofía. Se titula "Los sueños de Lucía". Por si veis de interés darla a conocer. Muchas gracias... <a href="https://www.amazon.es/dp/B0CW9G8LSZ">https://www.amazon.es/dp/B0CW9G8LSZ</a></div></span> <p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-25554713449158573872024-02-06T12:04:00.000-08:002024-02-06T12:12:12.623-08:00Rafael Alvira y la muerte buena<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-xBa7A3Q3Ia8QsMVFWRDTDBxjrKZd-hdPF06ZMbDN5XkEuA0siDIYgLT0c5_BsoVeP0Bvyi-q2pFTvgNNAgqJKyMXiovfvmCjkHOkX3Bvd7i-q9LhXPNLgUlVhHReQUq1EiHmUWiFaqB2Nc-79koXXP2_wkWeDQEi96hEm9WFT9-2FGR_Tvf_/s848/rafael-alvira.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="548" data-original-width="848" height="207" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-xBa7A3Q3Ia8QsMVFWRDTDBxjrKZd-hdPF06ZMbDN5XkEuA0siDIYgLT0c5_BsoVeP0Bvyi-q2pFTvgNNAgqJKyMXiovfvmCjkHOkX3Bvd7i-q9LhXPNLgUlVhHReQUq1EiHmUWiFaqB2Nc-79koXXP2_wkWeDQEi96hEm9WFT9-2FGR_Tvf_/s320/rafael-alvira.jpg" width="320" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Rafael Álvira, recientemente fallecido, ha sido
para mí una referencia como persona y como profesional de la Filosofía. He
podido hablar con él en unas pocas ocasiones y recuerdo su temple sereno, su
mirada franca y su sonrisa sincera. También he leído algunas de sus
publicaciones. En una idea suya, que me llamó la atención, explicaba por qué la muerte era buena: sin la muerte daría igual hacer una cosa
hoy, mañana, o no hacerla; sería lo mismo hacer algo bueno o malo. Sin embargo,
la dura realidad de la muerte nos marca una meta. Tenemos un tiempo para hacer
el bien, y hay que aprovecharlo. Querido Rafael: gracias por tu ejemplo y por
tu pensamiento; has aprovechado la vida y estoy seguro que has encontrado a la
Sabiduría misma, un Dios misericordioso.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"> </span></p><p>
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; line-height: 107%;">José Ignacio Moreno
Iturralde</span> </p>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-43148117969367497892024-01-21T11:15:00.000-08:002024-01-21T11:15:02.492-08:00Las sombras de Herodes y la luz de Belén.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6L9FX1CHg91e5J7BWC5bX_hfNgOimpnzefNmxyh5_tg3p9f0aP7brgbUbnb1ks7PBfjV-e1qSGfpUjdYolGhUrb6mTYfc6-bsEgh3PU1JhiFSmMxFINLSA0OVn9CqO3HkEnNYcqLrzslOcpYVPlDcP6ebOkwhr7v1B-nfkuelvMF9J7GSjrBa/s1280/milky-way-4451281_1280.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="882" height="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6L9FX1CHg91e5J7BWC5bX_hfNgOimpnzefNmxyh5_tg3p9f0aP7brgbUbnb1ks7PBfjV-e1qSGfpUjdYolGhUrb6mTYfc6-bsEgh3PU1JhiFSmMxFINLSA0OVn9CqO3HkEnNYcqLrzslOcpYVPlDcP6ebOkwhr7v1B-nfkuelvMF9J7GSjrBa/w221-h290/milky-way-4451281_1280.jpg" width="221" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La sombra del castillo de
Herodes es alargada. En una noche con luna, esa imponente fortaleza de poder
proyectaba su silueta, como quien quisiera poseer con sus garras de autonomía y
poder todo lo que le rodeara. No muy lejos, en una pequeña gruta había luz, la
luz de la familia; y en el firmamento, una formidable estrella señalaba la
presencia del niño rodeado por el cariño de sus padres. <o:p></o:p></span></p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Se trataba de dos modos
de vida muy diferentes: por un lado, el castillo lleno de comodidades, armas y
arrogancia; por otra parte, el pesebre rodeado de pobreza, humildad y alegría. Sin
embargo, las sombras son por las luces, no las luces por las sombras. La
oscuridad repetiría sus intentonas a lo largo de la historia, dejando siempre
tristeza, sinsentido y fracaso. La luz se propagaría por el mundo entero, renovando
la vida de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, en medio de las
calmas y tempestades de los siglos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Actualmente son muchas
las sombras que se ciernen sobre el mundo. Una destacable es el oscurecimiento
del valor de la vida del niño concebido y no nacido. La muerte de tantos seres
humanos indefensos, en una actividad industrial legalizada a gran escala, es
vista incluso como una conquista de derechos y libertades. Se trata de un
retorcimiento de la realidad con más curvas que las de una serpiente, como aquella
que incitaba a que fuera el hombre y la mujer los exclusivos creadores de su
propio bien y mal.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Defender la vida humana desde
la concepción es algo profundamente humano. No puede ser calificado de
confesional; del mismo modo que sería perverso afirmar que el maltrato a las
mujeres es solo una exageración del confesionalismo feminista.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">A la relativización de la
vida del nonato, ha seguido otra de la maternidad y de la paternidad. La
realidad de la familia se está difuminando, también la comprensión del hombre y
de la mujer. Pero el ser humano es familiar: somos nuclearmente hijos e hijas.
Necesitamos de ese hogar donde se nos quiere a cada uno por nosotros mismos,
donde se nos pone un nombre y se nos anima a vivir con decisión y buen ánimo.
Ciertamente la familia supone esfuerzo, superación, fidelidad: virtudes
necesarias para forjarnos como personas. Por supuesto que puede haber
situaciones de ruptura complejas e insostenibles: una casa se puede venir abajo
por diversos motivos; y habrá que recomponerse de alguna manera, quizás muy
buena. Pero otra cosa distinta es pretender edificar el hogar sobre la grieta
del egoísmo: así solo terminan por quedar intereses individuales, tristeza y
soledad.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Hay que levantar la
mirada, cada uno tiene que descubrir su estrella. Si pone empeño la descubrirá;
y allí encontrará también el calor y la luz de su familia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; line-height: 107%;">José Ignacio Moreno
Iturralde<span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p> </p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-55299918904658636742023-11-08T09:00:00.004-08:002023-11-08T09:00:42.988-08:00Ensayo breve sobre la felicidad.<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1gqni2q4ftQoUq5yAec48dZ3XL0kwFMYj7aoIo179AxX8zrfAuzl8T0Vfqp9Ilcher7ejvDlxOjqpJuCXDH7Ob6jmsgcv7pZq5Os8-4Fd_GtlLo7V0RefMLR76YMY8ruN2HDqYEA6HsKoIuyGOJ_L0nVK3MifneYnDd2cjJVn2bRHmw0qux0D/s425/Felicidad.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="425" data-original-width="284" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1gqni2q4ftQoUq5yAec48dZ3XL0kwFMYj7aoIo179AxX8zrfAuzl8T0Vfqp9Ilcher7ejvDlxOjqpJuCXDH7Ob6jmsgcv7pZq5Os8-4Fd_GtlLo7V0RefMLR76YMY8ruN2HDqYEA6HsKoIuyGOJ_L0nVK3MifneYnDd2cjJVn2bRHmw0qux0D/s320/Felicidad.jpg" width="214" /></a></div><br /><p></p><p style="text-align: left;"><span style="background-color: white; color: rgba(0, 0, 0, 0.9); white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: times;">Os presento un breve y nuevo ensayo sobre la felicidad. Por si veis de interés darlo a conocer. Gracias: <a href="https://www.amazon.es/dp/B0CLZ56VM8">https://www.amazon.es/dp/B0CLZ56VM8</a></span></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-62043926885365765622023-10-09T07:55:00.003-07:002023-10-09T07:55:51.702-07:00Mirar a Dios<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxrUpWEf76LspB0GX2OsYG0T2UhyFBA-PHKDW1-_bLg2yx5KeJL-PqutUsqiudBTT4zdd0stSFyWTacWgy_jeDSgDCgdpXzKQ2-SjBuM-xUMpx8COOmPlaHVtucbZ5tS8UlpzzoiQWZD7efrhts0xVB5D9zhnubbyKLJZ-iQ_4Vjtx2lrN031U/s1280/trees-3294681_1280.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxrUpWEf76LspB0GX2OsYG0T2UhyFBA-PHKDW1-_bLg2yx5KeJL-PqutUsqiudBTT4zdd0stSFyWTacWgy_jeDSgDCgdpXzKQ2-SjBuM-xUMpx8COOmPlaHVtucbZ5tS8UlpzzoiQWZD7efrhts0xVB5D9zhnubbyKLJZ-iQ_4Vjtx2lrN031U/s320/trees-3294681_1280.jpg" width="320" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Un amigo me dijo una vez:
“mira que te mira Dios, mira que te está mirando”. El ripio me cayó simpático y
animante porque siempre me han enseñado que Dios es un Padre bueno.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Mirar a Dios tiene algo
de misterio: Él no es una montaña, ni un río, ni tampoco el conjunto del
universo. ¿Cómo podemos mirar entonces a alguien que ni siquiera vemos?...
Pongamos algunos ejemplos: no vemos las leyes de la naturaleza, sino sus
manifestaciones. Tampoco vemos la luz, estrictamente hablando, pero gracias a
ella vemos todo lo demás. Si observamos una película gracias a un proyector, éste
no está dentro de la pantalla, pero posibilita su emisión. Cuando vivimos la
novela del mundo, como dice Chesterton, podemos encontrarnos con su autor. Sería
una mirada de muy corto alcance afirmar que solo existe lo que se ve.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Mirar a Dios significa
querer hacer su Voluntad, entender nuestra vida como un camino que, pese a sus
dificultades, tiene todas las papeletas para culminar en una victoria
definitiva. Esta mirada supone vivir la vida con más sentido, con esperanza,
porque aspiramos a algo grandioso que está más allá de la muerte. Es lógico
querer conseguir éxitos y logros en el mundo; y muchas veces es estupendo. Pero
no es menos cierto que cuando nos miramos excesivamente a nosotros mismos,
surge un ridículo orgullo o la tristeza que se experimenta al palpar nuestras múltiples
limitaciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Mirar a Dios es devolver
la mirada a quien nos mira; es encontrar nuestra más genuina fuente de
identidad, que promueve la libertad personal empleada en saber querer. Dicen
que amar es como decir “es bueno que existas”. La existencia de Dios nos revela
el sentido de la nuestra: somos sostenidos en el ser y profundamente queridos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Los horrores del mundo
nacen de los límites de la naturaleza y del mal uso de la libertad humana. El
mal surge al cortar nuestra relación con Dios, que nos une a los demás. El
error moral está en querer hacer la propia voluntad en contra del providencial
camino que Dios nos ha dispuesto, a veces difícil de entender. El sendero
divino no coarta nuestra libertad, sino que la lleva a buen puerto. El
cristianismo identifica tal camino con el propio Dios hecho hombre, con
Jesucristo. Él es el camino donde nos mira y conoce.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Por esto, cuando miramos
a Dios, cuando seguimos sus pasos, surge la alegría, divisamos nuestra
estrella, comprendemos nuestra sencilla vida personal íntimamente relacionada con
la de todos los hombres. Y aunque tengamos debilidades, aparece la paz interior
que surge de la verdad y la visión más profunda del ser humano: somos imagen y
semejanza de Dios. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-small;">José Ignacio Moreno Iturralde</span></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-54898562573837021452023-10-01T11:45:00.001-07:002023-10-01T11:45:54.811-07:00Ver el ángulo positivo de la vida.<iframe width="480" height="270" src="https://youtube.com/embed/nBZCkspMF5I?si=EojLOgBfrgvLoqzs" frameborder="0"></iframe>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-13461075181116603882023-09-23T09:46:00.001-07:002023-09-23T09:46:18.351-07:00Aristóteles hoy: género y generación.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicRGYS52qzeT1A_jCQeKRa6iGTUWVTnyGZ0izF0vPBCnXJZ1nEYNx700_TnFmE07YOYIv1l71UDVkPpBsBbi7bX2V1kp_cqbvFnLCchFZfOj5bBXevvIVC_O9LCxaoZ4SQ39gjZqHtIfjitBynyzCe2zLb9ZLWbpjYl_i_12MzdiuSTC8W0FBd/s1280/philosopher-6801770_1280.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="1055" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicRGYS52qzeT1A_jCQeKRa6iGTUWVTnyGZ0izF0vPBCnXJZ1nEYNx700_TnFmE07YOYIv1l71UDVkPpBsBbi7bX2V1kp_cqbvFnLCchFZfOj5bBXevvIVC_O9LCxaoZ4SQ39gjZqHtIfjitBynyzCe2zLb9ZLWbpjYl_i_12MzdiuSTC8W0FBd/s320/philosopher-6801770_1280.png" width="264" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Actualmente, diversas
investigaciones sociológicas nos insisten en que el género es algo cultural,
siendo el sexo algo biológico. Permítanme no estar del todo de acuerdo: por su
cumpleaños yo no regalaría a mi padre un ramo de rosas, ni a mi madre una
maquinilla de afeitar. Sospecho que, tras estas tradiciones culturales, en
parte variables, hay una nítida conexión con la naturaleza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Cuando Aristóteles
hablaba de los géneros, entendía lo que es común a una serie de seres
similares. Tales seres se dividían según diferencias específicas. Por ejemplo,
si hablo de frutas puedo distinguir entre las naranjas y las piñas. Pero si se
pusiera de moda decir que las piñas y las naranjas son lo mismo, se empobrecería
no solo mi conocimiento de ambas, sino también el del género frutal. Con otro
ejemplo puedo afirmar que sé mejor lo que es el ajedrez, cuando distingo entre
las capacidades de cada una de sus piezas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Con absoluto respeto a la
dignidad de todas las personas, si el sexo femenino y el masculino son irrelevantes
e intercambiables, la experiencia del género humano no se enriquece, sino que queda
ensombrecida. Voy a intentar demostrar por qué: un género de seres vivos se
debe a su generación, a su fascinante capacidad de transmitir la vida a sus
descendientes; es decir, de dar fruto. Tal generación se basa en la procreación,
posibilitada naturalmente por la distinción femenina y masculina. Suprimir esta
originaria diferencia específica, no solo distorsiona las ideas de maternidad,
paternidad y filiación; sino que además pone en jaque nuestra misma
supervivencia como especie.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Una realidad que se
imponga al sujeto humano de un modo tiránico, sin tener en cuenta nuestro modo
de ser libre, es rechazable. Pero una subjetividad personal que se enfrente frontalmente
a la realidad, supone una falta de sensatez que trae duras consecuencias para
la vida de las personas y de las sociedades.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Puede ser que Aristóteles
no guste a todo el mundo, pero entonces debe ser superado por alguien de mayor sentido
común; un sentido enormemente eficaz en nuestra vida.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-small;">José Ignacio Moreno Iturralde</span></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-78849105500928186972023-09-21T08:40:00.001-07:002023-09-21T08:40:18.175-07:00El embrión humano: datos.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzqeN8qg-vBS2-CYwoLY_NezEmiYBNcPZsN9wpi4UC-GYpyjQz9HsVFDlu55IwxwqqH8e7T0-e4sWZHCIdtZUUkrMiw5y1Ng9FK3aZh-QhjKr1zO7h6dC5LwgsRGvk4YAKoikOqUoNDQcvEdXNVd8GNj3Ya1_jQSGEPn5GDE7vto76D7qITQvq/s1280/fetus-5363907_1280.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1279" data-original-width="1280" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzqeN8qg-vBS2-CYwoLY_NezEmiYBNcPZsN9wpi4UC-GYpyjQz9HsVFDlu55IwxwqqH8e7T0-e4sWZHCIdtZUUkrMiw5y1Ng9FK3aZh-QhjKr1zO7h6dC5LwgsRGvk4YAKoikOqUoNDQcvEdXNVd8GNj3Ya1_jQSGEPn5GDE7vto76D7qITQvq/s320/fetus-5363907_1280.png" width="320" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><b>* 6º o 7º día:</b> envía un mensaje químico que suspende
el ciclo menstrual de la madre.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><b>* Un mes:</b> mide 4 milímetros y medio. Su corazón late
desde hace una semana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><b>*60 días:</b> mide 3 cm de la cabeza a las posaderas. Tiene
manos, pies , cabeza. Órganos, cerebro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><b>* Dos meses:</b> ya funciona su sistema nervioso<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><b>* Cuatro meses:</b> se agita vivamente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><b>* Cinco meses:</b> se chupa el dedo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El que se consideraba una mórula informa llega a ser
un ser humano. No ocurriría nada igual si se hubiera tratado de un conjunto de
órganos sin <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>más. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Datos aportados por el genetista <b>Jérôme Lejeune</b>.<o:p></o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-12624680415914983262023-09-16T09:25:00.004-07:002023-09-16T09:25:55.412-07:00Orgullo, perdón y vida.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPNLwz2DbrnE1grMCp0TvswxntduOUEdNSpu9wJoF-vK5CS9LcUN98JMNBTBOPa9OMj_YcGxABDOj5aZST8vPBAi1kSf_0V9KyLRlrmUlfH6gA7GjJJQKtBjkAjI3JMZXzEa5cjohdpp7GN6bP18U7l_RoMD_oT6rHzpYYfWtvNczRBDft4DvL/s1280/reconciliaci%C3%B3n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="850" data-original-width="1280" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPNLwz2DbrnE1grMCp0TvswxntduOUEdNSpu9wJoF-vK5CS9LcUN98JMNBTBOPa9OMj_YcGxABDOj5aZST8vPBAi1kSf_0V9KyLRlrmUlfH6gA7GjJJQKtBjkAjI3JMZXzEa5cjohdpp7GN6bP18U7l_RoMD_oT6rHzpYYfWtvNczRBDft4DvL/s320/reconciliaci%C3%B3n.jpg" width="320" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Algún enfado en el tráfico
o en el trabajo, puede dejarnos mal cuerpo. Pero una cosa muy distinta, es
cuando se produce una discusión con alguien muy valorado y querido: un familiar
próximo, o un buen amigo. La otra persona ha tenido con nosotros un mal gesto,
una actitud negativa, y nos ha defraudado profundamente. Entonces, queda en
nosotros el amargo sabor del desengaño y el orgullo personal herido. No me
refiero aquí a actos notoriamente delictivos, con consecuencias penales, sino a
cosas de menos fuste, pero que pueden influir mucho en nuestro estado de ánimo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Es la hora de intentar
serenarse, de dejar pasar algunas horas o días, y de pensar; es decir: de
ponerse en el lugar del otro. Quizás no solo tuvo ella o él la culpa, tal vez
una parte del problema estuvo en nosotros. Utilizar la cabeza requiere también
poner en funcionamiento de la perspectiva: La persona con la que nos hemos
enfadado probablemente ha tenido múltiples detalles buenos con nosotros, aunque
ahora nos haya fastidiado. Pienso que es importante insistir en que el sentimiento
no conoce, quien lo hace es la inteligencia y es ella quien ha de dirigir
nuestros pasos. De todos modos, la carga emocional experimentada puede ser tan
fuerte que nos lleve a tachar esa persona de nuestra cordialidad y afecto para
siempre. Tal vez consideramos ésta una actitud como señal de fortaleza y de
personalidad por nuestra parte, pero la verdad es que se trata de una respuesta
bastante vulgar. El rencor solo genera rencor, aislamiento y tristeza: un
ambiente tóxico que estrangula la cordialidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Aprender a perdonar puede
ser difícil; por esto, tal vez nos ayude un sabio consejo: querer querer, ya es
amar en cristiano. Si nos vemos sin voluntad de perdonar, podemos al menos
querer tenerla. El perdón nos hace ser más sensatos, positivos y mejores. Al
fin y al cabo, querer de verdad a una persona es quererla con sus defectos,
aunque en ocasiones haya que hacérselos ver con firmeza y amistad; es decir: de
un modo animante. La persona corregida, debe saberse querida por quien le hace
ver su error. Por otra parte, cada uno de nosotros también se ha equivocado,
quizás bastantes veces. También hemos podido defraudar a otros a quienes
apreciamos. Y es claro que desearíamos recibir su perdón. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Sin olvidar el valor de
la justicia y de la obligación de hacer valer nuestros derechos, probablemente
lo más humano que existe es la misericordia: el querer a los demás, sabiendo
poner el corazón en la miseria ajena. Querer es ante todo comprender, animar,
levantar. Se trata, como decía un buen amigo, de saltar por encima del propio
yo para enlazar a Dios con los demás. Entonces se calma el rostro, incluso se
esboza una leve sonrisa. La misericordia, que supone un cierto pisotearse a uno
mismo, da vida a los demás. Su poder es discreto en apariencia y enorme en
eficacia humana, porque enlaza con un misterio profundamente divino que,
asombrosamente, nos pide incluso perdonar a nuestros enemigos. La misericordia,
el perdón, es fuente de luz y de vida, y hace recobrar la alegría. Vencer el
orgullo personal y ofrecer el perdón, no es solo un ejercicio de
autodisciplina, sino un don de lo alto que hay que pedir con humildad.
Entonces, descubrimos lo más nuclear de la realidad: la misericordia es de tal
grandeza, que enlaza íntimamente con la vida de Dios. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-small;">José Ignacio Moreno Iturralde</span></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-18062192321440802692023-09-10T08:36:00.001-07:002023-09-10T08:36:21.951-07:00La existencia diablo.<iframe width="480" height="270" src="https://youtube.com/embed/rkL0mpppWHA?si=JsrK02NkleTUd0Ho" frameborder="0"></iframe>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-44385837332314371012023-09-03T10:29:00.003-07:002023-09-03T10:34:32.581-07:00El mayor título: la vocación cristiana personal.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjbkSlnqLMQ9n3YEE0Fr1fTWDQsfnMmsCNsXFS7umWCG6epI3bc9gQFQyVw6ngX6aNt0bBsqA76cel3oIIGGTIWwFFJrpldQD1QgMJnct-9PSYGdG5WYWJPswJxoNZY2Tqv1WW9drsGCFCzOeNfE9dd0uArbmdvsIjtDYUmLl9e0ivr-upahHs/s1280/shooting-star-2024127_1280.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="804" data-original-width="1280" height="201" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjbkSlnqLMQ9n3YEE0Fr1fTWDQsfnMmsCNsXFS7umWCG6epI3bc9gQFQyVw6ngX6aNt0bBsqA76cel3oIIGGTIWwFFJrpldQD1QgMJnct-9PSYGdG5WYWJPswJxoNZY2Tqv1WW9drsGCFCzOeNfE9dd0uArbmdvsIjtDYUmLl9e0ivr-upahHs/s320/shooting-star-2024127_1280.png" width="320" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Parece ser que Woody
Allen no fue a recoger un Óscar a Hollywood, alegando que tenía que en ese
momento estaba tocando el clarinete…Todo un personaje; pero a la mayoría de las
personas nos encantaría recibir un premio de esa categoría. Jóvenes y mayores
nos esforzamos por conseguir metas, buscamos títulos, premios y reconocimientos
profesionales. Todo esto, muchas veces -no siempre-, está muy bien. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Respecto a Dios las cosas
funcionan de otra manera: es Él quien nos busca y nos da su gracia divina -su ayuda-
en la Iglesia, haciéndonos ser hijos suyos. Además, nos propone de un modo
totalmente compatible con nuestra libertad, la posibilidad de un camino
concreto personal, de una vocación. Esto requiere, por nuestra parte, fe y
generosidad. Me dirijo a cristianos, pero Dios no se ata las manos con los
sacramentos y actúa en toda persona de buena voluntad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Puede sucedernos que, con
el paso del tiempo, habiendo encontrado esa vocación cristiana, nos
acostumbremos a ella y no le sacamos brillo. Zarzas del camino y nubes en el
horizonte pretenden enturbiar ese gran don divino. Es hora de rezar más, de
pedirle a la Virgen una caricia maternal en la frente, para ver claro. Y
entonces, con facilidad, volvemos a divisar en nuestra vida la luz del sol por
el día, y el firmamento limpio por la noche. Entonces aparecen muchas
estrellas, y reconocemos la nuestra, que es una estrella de alegría. Nos damos
cuenta entonces de que el mayor título con el que contamos es la vocación
cristiana personal, que Dios nos ha dado por su paternal misericordia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; line-height: 107%;">José Ignacio Moreno Iturralde</span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-70745945642436611642023-09-02T02:25:00.003-07:002023-09-02T02:26:16.441-07:00Un hombre que verdaderamente triunfó.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsgsyo_LBSTS005bPp7K3_W1AZ0Dl0RUi4yx8sTZSTLu9YNE4oijuFiWrm18_A4WUVJWQKI6wtPwdESrik1PAPHkpfFroru2OO-H7uA79cjKF7XAEWZb5786LMXpmPAmruCgQdGHA-h0iEaT1UvWCjxc4urSg09MrlQ2wTBR_ACPRsG0zisFSr/s1280/father-1004022_1280.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsgsyo_LBSTS005bPp7K3_W1AZ0Dl0RUi4yx8sTZSTLu9YNE4oijuFiWrm18_A4WUVJWQKI6wtPwdESrik1PAPHkpfFroru2OO-H7uA79cjKF7XAEWZb5786LMXpmPAmruCgQdGHA-h0iEaT1UvWCjxc4urSg09MrlQ2wTBR_ACPRsG0zisFSr/s320/father-1004022_1280.jpg" width="320" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Era un chavalillo, ilusionado
por la vida, con fantásticos proyectos. La condición de sus padres, aunque
modesta, le permitió conocer mundo siendo joven. Pronto llegaron los cañones de
la guerra, y tuvo que ingeniárselas para sobrevivir, con admirable dignidad, en
circunstancias muy peligrosas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Siguieron tiempos de
precariedad económica, de ayuda a sus familiares más queridos, y posteriormente
de progreso profesional. Un amor inesperado le sacó de un mundo cotidiano, en que
la mente se veía alterada, en ocasiones, por luces de bengala. Pero llegó una
luz buena: el matrimonio, esa complementariedad real y con limitaciones, le
hizo feliz.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Su vida fue muy normal.
Solía decir que la inteligencia es poner cada cosa en su sitio, y él supo estar
en el suyo. Solía sostener que cada uno no ha de aspirar a más de lo que puede,
y sin embargo, consiguió superar retos difíciles. No tenía una alta autoestima,
aunque fue lo mejor que un hombre puede ser: bueno y fiel. Era agradecido y
estuvo donde la vida le llamaba, con sentido común y una profunda confianza en
Dios. Supeditó sus ilusiones personales al bien de su familia. Aun teniendo un
buen trabajo, no logró llegar a dedicarse a lo que realmente le gustaba; y,
pese a esto, se realizó plenamente. Ante todo, le tocó la lotería en algo crucial:
su mujer; alguien que irradiaba luces de ánimo y brisas de alegría. Supo
cuidarla siempre y en la hora de la muerte. Afrontó una larga viudez, conviviendo
con la tremenda dureza de la soledad, la fuerza de los sacramentos y la relación
con su hijo, con quien logró una fantástica amistad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Su carrea profesional no
fue una sucesión de éxitos, pero triunfó como persona. Lo que brilla en la
eternidad, pasa con frecuencia oculto en este mundo. Y él supo estar a la
altura de las circunstancias: fue un buen marido y un padre estupendo. Pienso
que su figura, limitada y modesta, se ve ahora engrandecida por luces divinas
que nos muestran la profundidad de lo humano: el enorme valor de la vida de una
persona que hizo, en lo más importante y decisivo, lo que tenía que hacer.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; line-height: 107%;">José Ignacio Moreno Iturralde</span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-34748874497969341662023-08-31T09:25:00.001-07:002023-08-31T09:25:06.098-07:00El misterio de una mujer fantástica.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWnRr0Yi_bK0YZD1pVtVQQETFUeluMRRUS5KHF1kwVzBHwO6wlc7wC590zzMdyyqvge05Gd1xhgJkEwv521MTI7L4sV10MzSHojnHbt6msn9pACtqgEGzDZVYLyZ9EmhQ1z5aB3EYVIiOJNsM8t4ucGEwyAwtXIE8-7_tZb3UQp9sQYDC-Z_RH/s1280/people-2561531_1280%20(1).jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="855" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWnRr0Yi_bK0YZD1pVtVQQETFUeluMRRUS5KHF1kwVzBHwO6wlc7wC590zzMdyyqvge05Gd1xhgJkEwv521MTI7L4sV10MzSHojnHbt6msn9pACtqgEGzDZVYLyZ9EmhQ1z5aB3EYVIiOJNsM8t4ucGEwyAwtXIE8-7_tZb3UQp9sQYDC-Z_RH/s320/people-2561531_1280%20(1).jpg" width="214" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Ella era como una mañana
clara. Si tuviera que definirla por una característica, elegiría la simpatía.
Hija de familia numerosa, se había quedado huérfana de padre siendo muy niña;
después pasó por una guerra civil, y por otras severas circunstancias. Nada de
aquello había disminuido su arte de vivir y de trabajar. Nunca la recuerdo
ociosa, y jamás melancólica. Como un pájaro que canta en un árbol, contento de
ser lo que es, ella vivía la vida con un realismo y sentido práctico pasmosos.
Quería a la gente, se daba a sus familiares y amigos, y era muy querida por
todos los que la conocían.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Siendo su formación
académica muy escasa, por circunstancias de los tiempos que le tocaron vivir,
trataba con igual naturalidad a potentados y a modestos, y se diría que estaba
a gusto con todos. Esto era compatible con tener un carácter acusado y un genio
que podía estallar ante alguna falta de respeto, aunque esto ocurría muy de
tarde en tarde.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Y así pasaron sus días,
animando a los demás, tirando hacia arriba de todos. Muchas veces he pensado en
su aceptación de la vida de ama de casa, esposa y madre. Pienso que ella ni se
lo planteaba, y si le hablara de aceptación probablemente se echaría a reír.
Tal era su salud mental.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Era profundamente
cristiana y fiel a sus compromisos. Había logrado identificar en su vida una
profunda fe católica con un fantástico sentido de la libertad personal.
Transmitía que la vida es bonita, que la familia merece la pena y que Dios
existe.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Siempre estuvo disponible
para afrontar los retos de la vida, y supo hacerlo con valentía y decisión. Los
rigores de una larga enfermedad no minaron su alegría de vivir y su continuo
pensar en los demás. Afrontó su muerte con una fe inquebrantable, con la paz que
dan los sacramentos y, para colmo, con un sentido del humor desarmante.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">¿Cuál era el misterio de
esta mujer maravillosa? … Pienso que tiene que ver con algo que iba más allá de
sí misma. Por su parte, ella supo recibir la vida con gratitud y demostrarlo
con obras de un modo sencillo, profundamente humano y muy atractivo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p><br /></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">José Ignacio Moreno
Iturralde</span><span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-86835964242925045342023-08-28T11:34:00.000-07:002023-08-28T11:34:03.861-07:00La luz del núcleo personal.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWtcd7y6bxfDAm26B1xehYS36EU__MqHyUA3haQ4OPOb7kuN9ccd0Hw4NDSOva5ln7NXfd1pK6IuFodXnxtjgDeo6zLEnmpBPlUniBPLcHzv4fuB0sHrX-JAxJlH4V75Cex-aty5Sf7a2ZImBXHdYMJZQVl9cP1L246dgUmkENplXq2kLFJvcH/s1280/sunbeams-1547273_1280.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="851" data-original-width="1280" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWtcd7y6bxfDAm26B1xehYS36EU__MqHyUA3haQ4OPOb7kuN9ccd0Hw4NDSOva5ln7NXfd1pK6IuFodXnxtjgDeo6zLEnmpBPlUniBPLcHzv4fuB0sHrX-JAxJlH4V75Cex-aty5Sf7a2ZImBXHdYMJZQVl9cP1L246dgUmkENplXq2kLFJvcH/s320/sunbeams-1547273_1280.jpg" width="320" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Al dar un paseo por
lugares que nos recuerdan cosas entrañables, uno puede tener nostalgia y cierta
sensación de fracaso. Pero esto se puede cambiar radicalmente y vamos a
intentar explicarlo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Cada persona tiene
sensaciones agradables o dolorosas, que pueden ser interpretadas de modos muy
distintos. Un atleta, al límite de sus fuerzas, está feliz si en pocos metros
va a conseguir la victoria de la carrera. Un rico almuerzo, tomado después de
conocer una mala noticia familiar, puede no disfrutarse en absoluto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">También tenemos
sentimientos y afectos; que podemos seguir o, por el contrario, ponerles un
notorio stop. Hay amores que me hacen ser mejor persona y otros que no, y uno es
capaz de distinguirlos y de tomar determinaciones al respecto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En ocasiones surgen
pensamientos, quizás aparentemente lógicos, que enrarecen nuestra mente con un
pesimismo estéril. Otras veces, intenta surgir un falso optimismo mental, que
elude nuestras culpas y responsabilidades. En cualquier caso, siempre podemos modificar
nuestros pensamientos con realismo, veracidad y esperanza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Observamos que en cada
una y cada uno existe un núcleo personal, que es alguien que va más allá de nuestras
sensaciones, afectos y pensamientos. Este centro de la persona se relaciona con
el mundo a través de las citadas capacidades sensitivas, emocionales y
racionales. Con inteligencia y voluntad buena nos damos cuenta de la existencia
de miles de millones de semejantes; cada uno con sus inquietudes e ilusiones.
Es normal velar por los propios intereses, pero es muy bueno intentar procurar
el máximo bien para todo el mundo. Esto significa que cada persona está abierta
a vivir una vida compartida con los demás, especialmente con nuestros seres más
queridos y cercanos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La apertura de la persona
a la realidad valora todo lo bueno de la existencia, sin desconocer los
problemas y calamidades que surgen. Pero siempre nos resulta animante e
inspirador la vida de quienes viven ayudando a los demás con alegría. Quienes
así obran, frecuentemente están abiertos a una realidad divina que compensa los
desengaños que algunos puedan ocasionarnos. Esta cima de realidad se vislumbra
como un Dios personal que puede ayudar a cambiar la intimidad de nuestro yo,
contando con nuestra libertad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El cristianismo nos habla
de un Dios Padre cuya mirada respecto al mundo, y especialmente hacia nosotros,
es positiva y animante. Su justicia es también real, pero se trata de una
justicia fusionada con una inefable misericordia. Por muy desenfocada que
pudiera estar nuestra existencia, la aceptación libre de realidad divina puede
transformarnos de raíz, haciéndonos capaces de ser mejores. Entonces entendemos
que somos seres profundamente queridos, y que con Él y con los demás nuestra
vida cobra una luz maravillosa.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-small;">José Ignacio Moreno Iturralde</span></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-51389892209688267032023-08-27T07:18:00.004-07:002023-08-27T07:18:57.860-07:00Aprender a vivir.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhImIJ8SIwY_PUeJuCWIOmSDXIjY67ka8HfwRIAUT0T2rTrY9l4rdL4NdlFGlQd9EZHbPCgwYil0oLXstG3hpbGWt030NfH75YrW_B00U_uHst5Y3WfH2Jp_UtQnMVcUw8ISCmdqMhE6ZiCREdhGWNIuS3J8UNDbIk7bdZmJFGT_EOBgreq-b4M/s1280/hang-gliding-6734881_1280.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="1280" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhImIJ8SIwY_PUeJuCWIOmSDXIjY67ka8HfwRIAUT0T2rTrY9l4rdL4NdlFGlQd9EZHbPCgwYil0oLXstG3hpbGWt030NfH75YrW_B00U_uHst5Y3WfH2Jp_UtQnMVcUw8ISCmdqMhE6ZiCREdhGWNIuS3J8UNDbIk7bdZmJFGT_EOBgreq-b4M/s320/hang-gliding-6734881_1280.png" width="320" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En los días de cierto
viento, es gozoso contemplar a los pájaros dejándose guiar por la brisa. Están
en su elemento, poniendo su naturaleza en función de lo que les es propio. Más
paz puede dar aún ver a unas serenas vacas, paciendo plácidamente en el campo. Sin
embargo, los seres humanos somos libres y no aceptamos las situaciones sin más
ni más; aunque algo podríamos aprender de pájaros y rumiantes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Ante el espectáculo de la
vida, la gratitud es en muchas ocasiones la respuesta más acertada, pero quizás
no siempre la más ejercida. Tal vez se olvida que nadie ha nacido por decisión
propia, y que mucha gente nos ha ido sacando adelante a lo largo de nuestra
existencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El amor propio es un
motor importante para ir superando metas, pero con frecuencia se deforma
agigantándose, además de no ser un motivo suficiente en algunos repechos del
camino. Por otra parte, la generosidad es fuente de felicidad, y uno de los
motivos para practicarla es el sentido común: es muy probable que hayamos
recibido mucho más de lo que damos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Puede haber momentos o
temporadas especialmente difíciles, que no se presten a la gratitud. De todos
modos, no podemos olvidar que cuando hemos visto a alguien llevar una situación
adversa con ánimo sereno y positivo, entendemos esa actitud como muy
significativa e inspiradora. Entonces nos damos cuenta de que superar una
dificultad supone también pensar en los demás. Si aprendemos a sobrellevar un
problema, sabremos después ayudar mejor a otros. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">A lo largo de la vida, no
solemos recordar la primera vez que nos lavamos los dientes o que nos atamos
los cordones de los zapatos. Nuestra memoria se nos va a personas a quienes
queremos, o a compromisos libres e importantes que adquirimos con otros. Entre
ellos destacan los familiares. Por esto hay que cuidar mucho, en la medida de
lo posible, las relaciones de filiación, paternidad, maternidad, conyugalidad y
fraternidad, pues son parte importante de la columna vertebral de nuestra
personalidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Aspirar a triunfar en el
trabajo y a tener dinero es algo lógico. Querer cambiar el mundo por un ideal
que consideramos noble, es un proyecto estupendo. Pero lo que no tiene sentido
es entrar en un activismo feroz, donde la carrera del éxito profesional actúe
como un auténtico timo que arruina las relaciones con quienes más deberíamos de
querer.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">“Despacito y buena letra,
que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas”, decía el poeta
Antonio Machado. Qué sabias y humanas son estas palabras. Saber vivir supone
saber estar en el presente, agradable o desagradable. Entonces, si uno está
bien consigo mismo tendrá tiempo mental para atender a los demás; lo que a su
vez lleva a tener esa personal estabilidad interior. Este espíritu de sosiego, contemplativo,
es fuente de virtudes para afrontar las tareas cotidianas. Sin las virtudes
humanas como la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza, ni se
puede ser feliz ni ayudar a los demás a serlo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Ordenar la cabeza y el
corazón, y ejercitarse en la virtud, es una fuente de seguridad interior que
ahorra muchos problemas, y que da alegrías profundas. La propia debilidad
personal y circunstancias externas molestas no son un obstáculo porque pueden
suponer una interesante perspectiva para buscar la ayuda divina. Esto no es un
grito en el vacío, sino una manifestación de inteligencia y de fe. La confianza
en los demás, y especialmente en Dios, nos da una enorme seguridad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Cada vida humana se mide
por su capacidad de querer a los demás, fundada en un motivo que va más allá de
lo humano, trasciende la muerte, da plenitud a nuestra vida, fundamenta la
gratitud y nos hace estar contentos, pese a los vaivenes de los días. Ejercitarnos
en esta escuela, sin venirnos abajo por nuestras limitaciones, es un modo
estupendo de aprender a vivir y de ayudar a muchos otros a hacerlo, empezando
por quienes tenemos más cerca.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-small;">José Ignacio Moreno Iturralde</span></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-40204731515127994322023-08-24T13:37:00.000-07:002023-08-24T13:37:03.203-07:00Secularidad<iframe width="480" height="270" src="https://youtube.com/embed/Dc7eg5-zgzA?si=ToGo_ebBgaCF6dMa" frameborder="0"></iframe>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-81666978619116813342023-08-23T07:49:00.002-07:002023-08-23T07:49:24.328-07:00El chico discapacitado.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnaDtl5nlxN41r1uqIEFPxMglzWsHvC0VL9nEnZCl2Ef5d8hRlzwTFHBfc04i5fZ-HinMvAvGD6ujNKe8F-1O9wgMo06yZD88wNEn4t21Sy_TjkHWerBsHaQzbcuVzfLONZWz-P0TXYnyKoLYVjSJpsv7XMZrAY_x3iOQiI7sNycThQfeM7hc2/s1280/inclusion-2731339_1280.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="854" data-original-width="1280" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnaDtl5nlxN41r1uqIEFPxMglzWsHvC0VL9nEnZCl2Ef5d8hRlzwTFHBfc04i5fZ-HinMvAvGD6ujNKe8F-1O9wgMo06yZD88wNEn4t21Sy_TjkHWerBsHaQzbcuVzfLONZWz-P0TXYnyKoLYVjSJpsv7XMZrAY_x3iOQiI7sNycThQfeM7hc2/s320/inclusion-2731339_1280.jpg" width="320" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Paseando con un amigo
vimos a un joven en silla de ruedas. Tenía una discapacidad severa de
nacimiento, la cabeza ladeada, la mirada ausente. Su padre, con una cara
resignada y bondadosa, le llevaba por la calle en un día de verano.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Veníamos de tomar unas
cervezas estupendas en una terraza, y toparnos con una situación bien distinta
a la nuestra nos dio que pensar. ¿Tenía aquél chico alguna culpa de su estado?
Evidentemente no. ¿Y sus padres? No tengo ninguna evidencia, pero seguro que
tampoco. ¿Existe algún sentido para aquella dura situación personal de por
vida? Y si no lo tuviera … ¿Qué sentido tendría la vida agradable de muchos
otros? <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El absurdo profundo es la
contradicción plena, lo imposible. El absurdo no tiene consistencia para
generar realidad. Lo que ocurre es que lo real es mucho más grande que nuestras
expectativas y entendederas. No siempre entendemos el sentido de lo que sucede,
pero esto no significa que no lo tenga.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Me parece interesante la
siguiente reflexión de una chica que padece otra discapacidad: “hay que
transformar el por qué en un para qué”. En la vida hay cosas que controlamos, y
otras muchas que no. Nos gusta que las cosas nos salgan según prevemos, como es
lógico; pero no siempre es así. Pueden sucedernos bastantes cosas que no
dependen de nosotros, pero lo que sí depende de nosotros es la respuesta
personal que damos a estas situaciones. Ajustarnos a estos parámetros supone el
modo acertado de vivir.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Una enseñanza dice que la
sabiduría está en no confundir los hechos con la realidad. Ciertamente los
hechos son importantes, pero también es real e importante la interpretación que
damos de los mismos. Dar absoluta prioridad a los hechos, sin valorar las
intenciones, es caer en un materialismo o un determinismo sin alma. No hablo
ahora de un subjetivismo ramplón, en el que cada uno piensa lo que le dé la
gana y tuerce la realidad a su antojo. Estoy considerando tantas buenas
intenciones que dan luz interior a vidas sencillas, que pasan ocultas a ojos de
muchos, pero que están llenas de verdad y de sentido cuajado en obras de
servicio. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Si vemos a un enfermo
crónico que lleva su enfermedad con salero y sentido positivo, esa persona no
nos parece absurda sino admirable. Un hombre que tiene alguna limitación física
o psicológica y es capaz de reírse un poco de sí mismo, sin desengaño y con
simpatía, es un genio. Personalmente he conocido unas cuantas personas así, y
se aprende mucho de ellas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Hay quienes explican que
esta vida es como un tapiz, del que solamente vemos la parte de los nudos. Esto
sucede porque la vida es una paradoja. En clase, a mis alumnos y alumnas, suelo
compararles la vida con un pañuelo que tiene una característica. Tal pañuelo se
extiende liso y flamante hasta que aparece un molesto nudo. Mientras se deshace
un nudo en nuestra existencia experimentamos dolor, y a nadie nos gusta. Pero qué paz tenemos
cuando se resuelve el asunto. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">No siempre entendemos que
la vida tiene nudos; especialmente los interiores a nosotros como el egoísmo,
la ingratitud, la envidia, la inmoralidad. El dolor puede ser el medio providencial para
deshacer esos nudos, si queremos. Entonces aprendemos a ser más humildes y más
agradecidos; es decir: nos hacemos mejores. Aquél niño enfermo tenía una vida
llena de sentido, ese que me falta a mí para darme cuenta de lo que tengo que
mejorar como persona.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-small;">José Ignacio Moreno Iturralde</span></span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"> <o:p></o:p></span></p><p>
</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /> <p></p>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-57110152656105785522023-08-22T08:00:00.003-07:002023-08-26T11:30:04.829-07:00El valor de la sonrisa cotidiana.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGNoTvU7QBMTdyX5HoLJ1S_4vRF-a8ojzNAG4XEh0qLpBR1UL3QtxmvtXHeq1hWvmalYHCRtYY-wse7B3eLMHzjPi0tNw3BDvT4ytTuTBeUviKzQqYZ5iqeDHatO2jOluUS6I2S73u5J8ualfs-NY9yG2hHKbUQXgxv8wo-P5TXg6jTIS4V0Jt/s1280/happy-1836445_1280.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="853" data-original-width="1280" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGNoTvU7QBMTdyX5HoLJ1S_4vRF-a8ojzNAG4XEh0qLpBR1UL3QtxmvtXHeq1hWvmalYHCRtYY-wse7B3eLMHzjPi0tNw3BDvT4ytTuTBeUviKzQqYZ5iqeDHatO2jOluUS6I2S73u5J8ualfs-NY9yG2hHKbUQXgxv8wo-P5TXg6jTIS4V0Jt/s320/happy-1836445_1280.jpg" width="320" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Hace tiempo recuerdo con
gozo el canturrear de unos albañiles trabajando en plena faena. En otra
ocasión, una camarera de mi barrio me puso un estupendo manojo de churros con
la mejor de sus sonrisas que, sin embargo, no podía esconder una cara de gran
cansancio. Después de preguntarle, me dijo que se había pasado la noche en vela
en un hospital cuidando a su hija. Cosas como estas afloran más que las setas
en noviembre y no deberíamos olvidarlo. Una cosa es un optimismo sin sentido y
otra el sinsentido de vivir sin optimismo. Toda persona con cierta madurez se
da cuenta del enorme caudal de injusticias que se vierten en el río de la vida.
En otras ocasiones se producen catástrofes o accidentes, que pueden ser objeto
de noticias precisamente por su anormalidad. Además, con frecuencia, se
presenta como normal una perspectiva ceniza, gris y anormal de la existencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Si se extinguieran los
elefantes, nos alegraríamos de ver una pareja de paquidermos supervivientes
barritando por la sabana. Si nos viéramos dentro de una ciudad abandonada, sin
un alma a la vista, es probable que nos llenáramos de desolación. Si ya nadie
nos corrige porque a nadie importamos un bledo, comenzaríamos a sentirnos
insignificantes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Como ya escribiera
Chesterton en su libro Ortodoxia hay algo en nosotros que está vuelto del
revés. La condición nativa del ser humano, sigue diciendo este autor, debería
ser la alegría. Pero tantas veces no sucede así. Está claro que hay momentos,
incluso etapas, especialmente duras que no se prestan al jolgorio. Pero lo que
es ridículo es poner cara de hombre duro y avinagrado ante el espectáculo de la
existencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Durante algunas
enfermedades la comida nos sabe poco. Quizás tengamos el espíritu enfermo, y
por esto también la vida cotidiana nos sabe a poco. Chesterton relaciona esta
actitud con el pecado original, ese dogma cristiano sin el que es muy difícil
entender a la humanidad y entenderse a uno mismo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La humildad de reconocer
que no somos causa de nuestra vida, y la gratitud ante ella, pueden revitalizar
nuestro ánimo dando a nuestro vivir sencillez, fortaleza, espíritu práctico, y
ganas de tirar hacia adelante para que otros lo hagan también.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La eudaimonía de los
griegos, eso de llevarse bien con uno mismo para ser feliz, pasa por nuestra
capacidad de convivir con los demás. Y en esta escuela del saber querer hay
mucho en lo que esforzarse para ir aprendiendo. Sucede entonces que las
pequeñas, o no tan pequeñas, meteduras de pata diarias son motivo de superación
y de cierto enfado, pero nunca son un expediente para la desesperación. ¿Cómo
es posible que esto me ocurra a mí?... Es una pregunta formulada con parámetros
equivocados… Claro que es posible que me cueste esto o lo otro, porque tengo
cierta inclinación a caer de bruces. Tal vez esto también sucede para que nos
demos menos importancia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La vida cristiana pone un
gran complemento real a nuestras vidas: la ayuda divina se experimenta como
algo necesario para vivir más humanamente. Y es esta precariedad nuestra,
levantada y asistida por fuerzas superiores a nosotros mismos, la que nos hace
vivir con más alegría y a veces también con sentido del humor. Se redescubre
que hay gente que nos quiere y esto nos llena de sentido, que es en el fondo lo
que nos hace capaces de sonreír con franqueza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">José
Ignacio Moreno Iturralde<o:p></o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-66491640314213389282023-08-21T08:14:00.001-07:002023-08-21T08:14:39.048-07:00Pensar en los demás es de listos.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKVG8gK2pcXwPRg-Q3ENsvNPQ-kiDxHUAHxcXhWdaSVBfBbXVx39kLJuvlp2fsKNJUKII6VDc3uZJjCfZL9OUci6F5SQ-slnIsLCaQp3yvLCKSPRyRlR0yMJd6q5LL616P8albive5KFhuDOScbFtvG0TkJDeWPxUdcFXKhEHaRc8rgCMP7HSQ/s1280/puzzle-1020428_1280.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="1280" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKVG8gK2pcXwPRg-Q3ENsvNPQ-kiDxHUAHxcXhWdaSVBfBbXVx39kLJuvlp2fsKNJUKII6VDc3uZJjCfZL9OUci6F5SQ-slnIsLCaQp3yvLCKSPRyRlR0yMJd6q5LL616P8albive5KFhuDOScbFtvG0TkJDeWPxUdcFXKhEHaRc8rgCMP7HSQ/s320/puzzle-1020428_1280.jpg" width="320" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Recuerdo a un gran amigo:
fue profesor y era un tipo muy querido por sus alumnos. En una excursión del
colegio, a la que yo también asistía como docente, mi amigo se puso a repartir
comida entre los chavales que asistían. Los chicos tenían entre dieciséis y
diecisiete años; y uno de ellos se quedó mirando a este profesor, que tanto
favorecía el almuerzo, y le dijo en voz queda: ”¿Pero usted de qué va?”… No
entendía muy bien aquella actitud de servicio tan notoria. El muchacho era
consciente de que aquél profesor era inteligente y maduro, pero no acababa de
comprender cuál era el secreto de aquél hombre para vivir así.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Todos agradecemos los
detalles que tengan con nosotros, y también entendemos la regla de oro del
comportamiento: trata a los demás como quieres que te traten a ti. Es algo que
tiene buena prensa. Incluso sabios del management y del mentoring, como Stephen
Covey, han demostrado la eficacia de un trabajo en el que el beneficio propio
redunde también en el de los demás. Pero no es menos cierto que a lo largo de
la vida se sufren bastantes decepciones no solo de desconocidos, sino de
personas queridas. Hemos de ser honrados y reconocer que, quizás alguna vez,
hemos sido nosotros mismos quienes hemos defraudado en mayor o menor grado a
otros. Además, las noticias cotidianas nos recuerdan la innumerable cantidad de
injusticias y barbaridades que se cometen en el mundo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Llegados a este punto
parece sensato considerar que es interesante ayudar a otros, pero quizás con
medida. En ocasiones hay que reivindicar los propios derechos, incluso
denunciar a alguien que ha pretendido un mal para nosotros o nuestra familia.
Todo esto es cierto y de sentido común. También hay quienes rompen el
equilibrio, y se van al otro extremo con afirmaciones como “piensa mal y
acertarás” o “quien pega primero pega dos veces”. Regresando de a una actitud
ponderada, cabe plantearse: ¿Hay que querer con cálculo?...<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Mi amigo profesor era un
gran profesional, sabía defender sus derechos y manejarse muy bien por la vida.
Pero iba más allá del cálculo; en su componente de entrega a los demás había
mucho de gozo y de alegría. El mismo
gesto de pilla satisfacción de quien ha hecho un gran negocio, afloraba a su
cara con frecuencia, en su trato cotidiano con sus semejantes. ¿Por qué? Porque
sabía querer y alegrarse del bien ajeno. Conste que también tenía sus defectos,
como todo hijo de vecino.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Pensar en los demás es
bueno y hacerlo de modo más permanente, como estilo de vida, es francamente
original. Pero disfrutar con una generosidad, que a menudo cuesta esfuerzo, es
algo más. Me parece que solo los demás por los demás no es una razón
enteramente suficiente. La historia muestra muchos casos en los que la
generosidad ha sido pagada con la injusticia; incluso con la muerte.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Muchos de nosotros hemos
recibido, junto con la vida, innumerables dones. La gratitud quizás debería
estar más de moda en nuestro día a día. Por otra parte, al hacernos cargo de
los problemas de muchos de los que nos rodean, los nuestros se pueden hacer más
pequeños. Con la prudencia que sea necesaria, la entrega de sí a otros es algo
nuclear y vivificador en nuestra propia identidad humana. También es muy
nuestra la paradoja que supone el esfuerzo por vivir de esta manera. Y aquí
podemos entender que la persona humana es alguien abierto a una generosidad sin
fronteras. Pero es preciso algo más: el monumental salto de vida de calidad
consiste en confiar en que esa generosidad sin fronteras es una realidad
personal muy superior y anterior a nosotros mismos. Se trata de algo que da un
poco de vértigo; pero es un vértigo de alegría y satisfacción, como el del
paracaidista que termina felizmente su salto.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Quizás fuera esta la
perspectiva de mi amigo, una visión más lista y elevada de las cosas porque
había aceptado algo que él no podía darse a sí mismo: una especie de fantástico
paracaídas para afrontar el vuelo del vivir con los demás, de un modo generoso
y motivador.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif;">José
Ignacio Moreno Iturralde<o:p></o:p></span></p><p>
</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-49732550595283399072023-08-20T07:07:00.004-07:002023-08-20T07:07:43.978-07:00El camarero de Melide y el asombro ante la realidad.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxB4a-eZ1TC1yBmd_uN9SGD_4PURTJJhAO3dZgaKruzuCUfmn3ARH9NP3hPzfykeaMK0uJDJP6mCvbpsYFbHWjAITCWFB7oZLOHswjT7AejoPTQv0qHv-VQ-dOj1KXRijw0FwLYI-cMNvZEyMt5MHrn-r5mj5RTvqAEMxmQShDEBpdJV2yzxp1/s1280/barista-5055060_1280.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="854" data-original-width="1280" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxB4a-eZ1TC1yBmd_uN9SGD_4PURTJJhAO3dZgaKruzuCUfmn3ARH9NP3hPzfykeaMK0uJDJP6mCvbpsYFbHWjAITCWFB7oZLOHswjT7AejoPTQv0qHv-VQ-dOj1KXRijw0FwLYI-cMNvZEyMt5MHrn-r5mj5RTvqAEMxmQShDEBpdJV2yzxp1/s320/barista-5055060_1280.jpg" width="320" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Hace ya unos años, hice
el Camino de Santiago con un nutrido grupo de alumnos de doce años. Mis
expectativas de controlar la situación -íbamos tres profesores para unos
treinta alumnos- no estaban del todo claras. En una de las etapas del camino,
paramos a comer en una pulpería de un pueblo llamado Melide. Al entrar iba yo
meditabundo y un camarero gordo y feliz, al que no conocía, me espetó: “Alegra
esa cara, hombre”. Me sentó bien la fraterna recomendación, y entablé
conversación con aquél hombre. Todos comimos y descansamos plácidamente. Hablamos
animadamente con el simpático camarero, que se sentó un buen rato con nosotros.
Uno de los temas abordados era relativo a unos hijos de familiares suyos, para
los que estaban buscando un buen colegio. Le dimos algún consejo al respecto.
El caso es que nos despedimos y salimos con nuevos bríos para acometer el final
de la etapa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Pocos días después
llegamos a Santiago, fuimos a misa a la catedral, y dimos el abrazo al apóstol.
El resumen del camino es que todos nos lo pasamos bomba. Al llegar a la
estación, antes de coger el tren de vuelta a Madrid, un profesor que regresaba
en el coche de apoyo que habíamos utilizado esos días, nos dijo a sus dos
colegas que nos quedábamos con los chicos: “Por cierto, esto es de parte del
camarero de Melide”. Eran tres botellas de vino gallego para cada uno de los
profes. Aquello me causó asombro: siempre recordaré la alegría de vivir y la
generosidad de aquel camarero.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Asombrarse ante las cosas
de la realidad es una actitud muy propia de los niños. Es realmente
rejuvenecedor recordar tiempos en que uno iba a excursiones en busca de ranas y
de pájaros de colores. Posteriormente hay sucesos especialmente llamativos que
llaman nuestra atención: el gol espectacular de un famoso futbolista, o la
alegría de la gente a la que le toca el gordo de la lotería; pero, ante todo,
destaca la llegada al mundo de un hijo o una hija, alguien radicalmente nuevo y
querido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Es cierto que con el paso
del tiempo algunos se recrean en la contemplación de los paisajes, o en el
cuidado de las plantas, pero la prevalencia de lo cotidiano puede hacer que nos
asombremos de pocas cosas. Sin embargo, una de ellas es la mejora inesperada en
el carácter de algún amigo o familiar: esto sí que es una grata novedad. Hasta
tal punto, que un buen ejemplo puede llevar a renovarnos por dentro y a tener
deseos de mejora personal en aspectos concretos de nuestra vida. Desde luego,
cuando alguien tiene acceso a un manantial de renovación interior y la lleva a
cabo, las consecuencias de esos actos pueden extenderse como las ondas de la
piedra tirada en el lago.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El camarero de Melide no
tenía un tipo de vida muy asombrosa, pero su actitud ante ella sí que lo era.
Tenía la capacidad de hacerse cargo de las necesidades de otros, y lo que es
todavía más admirable es que disfrutaba ayudando a resolverlas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-small;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-small;">José Ignacio Moreno Iturralde</span></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-7698763773194286712023-08-19T03:54:00.007-07:002023-08-19T03:56:14.040-07:00Algunas iniciativas sociales y humanitarias que promueve el Opus Dei.<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Puedes verlas en algunas de las iniciativas sociales y humanitarias que promueve el Opus Dei: <a class="x1fey0fg xmper1u x1edh9d7" href="https://opusdei.org/es-es/page/iniciativas-sociales/">https://opusdei.org/es-es/page/iniciativas-sociales/</a></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-14025919107720888792023-08-18T02:41:00.003-07:002023-08-18T02:47:13.432-07:00El Crack económico y el posible Crack educativo.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5NJ5xqM7_0BMsOOQ-9CpepkVyqrF-JGOrMq3GHCwC49blDOd_12nR0UTDy5Jzj1fLG52-t4S0mCt3hjnU66ywbLfE7bG84S52aPnuFaM7-z3j1kdVInwtuvPRg2AV7cO8qIoQydOIRepwxiuoj2F7L7r6Fo9FSSMsPnvRm6walMIpkiKafI_9/s1280/coffee-2791116_1280.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="853" data-original-width="1280" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5NJ5xqM7_0BMsOOQ-9CpepkVyqrF-JGOrMq3GHCwC49blDOd_12nR0UTDy5Jzj1fLG52-t4S0mCt3hjnU66ywbLfE7bG84S52aPnuFaM7-z3j1kdVInwtuvPRg2AV7cO8qIoQydOIRepwxiuoj2F7L7r6Fo9FSSMsPnvRm6walMIpkiKafI_9/s320/coffee-2791116_1280.jpg" width="320" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">El famoso crack de 1929
de Wall Street se produjo por un exceso de especulación. La bolsa se fue
inflando y perdiendo su referencia a la riqueza real, hasta que estalló y se
produjo una grave crisis financiera y económica mundial. No cabe duda que la inversión y la especulación tienen su interés,
siempre que no pierdan su relación con la realidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Pienso que algo similar
puede suceder en el mundo de la educación. Pondré un ejemplo de una asignatura,
extensible a muchas otras: Para saber mucho de una guerra habría que hablar con
quienes la vivieron en primera persona. Pero con el paso del tiempo, solo quedaran
testimonios y documentos, después libros, posteriormente múltiples
informaciones en internet. En el terreno educativo, algunos consideraran que ya
existen muchos datos en la red sobre esa guerra. Por tanto, lo que hay que
desarrollar son metodologías de aprendizaje acerca de ella. Pues bien: el
peligro de este planteamiento radica en que al final no se tenga una idea clara
de cuáles fueron los verdaderos motivos de la guerra, y cuál fue el balance real
de aquél conflicto para la historia. Esto conlleva una pérdida de sentido de
las cosas, sin que parezca que hoy esto importe demasiado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Por supuesto que hay que
desarrollar metodologías pedagógicas y tecnológicas atractivas, pero no al
precio de perder el sentido de la realidad. El conocimiento de lo real fomenta
la madurez de los alumnos y alumnas. Las metodologías son un método para el
conocimiento; no un fin. Si esto no se tiene en cuenta, se llega a una sociedad
de personas muy comunicadas, pero que tienen menos referencias reales para
valorar sus propias vidas y el mundo al que pertenecen. L</span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 14pt;">o que da libertad es el conocimiento de la verdad de las cosas, no la metodología.</span></p><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; line-height: 107%;">José Ignacio Moreno Iturralde</span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-11402146.post-80403979997004928202023-08-14T04:47:00.001-07:002023-08-14T04:47:20.559-07:00Ciencia y razón se abren a la fe.<iframe width="480" height="270" src="https://youtube.com/embed/iX4_MBKs-DA" frameborder="0"></iframe>Unknownnoreply@blogger.com0