Gozo

Silencio, canta la noche
las estrellas respingonas
rielan en el firmamento
que está sereno, contento.

Hay un lucero de lujo
como nunca otro hubo
hay una paz, un embrujo...
¡Es una noticia bomba!:
Dios se ha hecho carne humana,
de la Virgen quinceañera.
Dios es alma para el mundo,
para ti, para cualquiera.

Los pastores, los sufridos,
los que tienen buen humor,
los curtidos, los sencillos,
los fieles en el amor...
son los que hablaros con ángeles,
entre borregos de lana;
ellos quisieron creer
porque les dio la real gana.
Son los que toman la vida como viene,
a contrapié,
los que no se desesperan
por el tiempo que se fue.

Miraron el gran lucero,
descubrieron que era suyo...
y marcharon con salero,
con un inconsciente orgullo,
por cañadas, entre vientos,
andaban con ilusión,
con esperanza en las venas
y sangre en el corazón.

Un recodo en el camino,
otros no verían nada,
los pastores, con asombro,
ven la escena:
Dios redentor es un Niño,
una Virgen es su Madre
porque es la Madre de Dios
y San José tan garboso
para cuidar a los dos.

La familia es el lugar
donde puede nacer Dios,
la pobreza es la grandeza
de, no teniendo posada,
ser dueño del firmamento,
de la bóveda estrellada.

Es la fe la contraseña,
la gratitud el alimento,
la alegría la verdad
y el frío el enrreciamiento,
de este mundo mutilado
por Herodes tan blasfemos,
o por corazones muertos
que tal vez sean de piedra
no quiero que el mío sea así
y lo recubra la hiedra.

Qué el pensamiento sea incienso
y el oro la caridad,
y la mirra es la pena
por mi falta de verdad.

Grabado: http://members.aol.com/navarro757/mGo2.jpg