La historia del universo, unos 12.500 millones de años, podría tener final en un futuro lejano, según afirman algunos científicos. En todo este inmenso periodo de tiempo, destacan las vidas de miles de millones de seres humanos. Si se piensa que el universo se generó y se destruirá por sí mismo; y que su consistencia material es la única realidad, se llega a un sinsentido aún más enorme que la citada duración temporal.
La existencia de un ser eterno, causa del mundo, es vista por algunos como incierta e inconsistente; pero lo incierto e inconsistente es tal postura. Afirmar la existencia de Dios, cuya argumentación racional está muy desarrollada, no es minusvalorar al mundo y al hombre; todo lo contrario: es la manera de que el universo y las vidas de las personas no sean un extraño y absurdo vapor.
José Ignacio Moreno Iturralde
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