El río Guadiana se zambulle en el suelo y pasa varios kilómetros por zonas subterráneas. Más adelante, sus aguas vuelven a salir purificadas por los efectos de los filtros minerales. Algunas personas padecen, por diversas causas, una depresión. Se trata de una enfermedad muy desagradable y molesta, que afecta al ánimo y al rendimiento. Si uno va al médico, es dócil, se deja ayudar, sufriendo con esperanza, todo saldrá bien. Tiempo después, sin ponerse plazos, uno recupera su bienestar y se ha purificado, como las aguas del Guadiana: es más comprensivo, menos chulo y más apto para disfrutar de tantas cosas buenas como tiene la vida.
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