Wednesday, March 29, 2006

La enseñanza de los difuntos

Al rezar por nuestros seres queridos difuntos se pueden aprender cosas muy valiosas. Una puede ser ésta: Sus vidas fueron, generalmente, muy normales. Espero que, como en mi experiencia, casi todos ellos puedan ser considerados buenas o muy buenas personas; con sus defectos, como todo ser humano. Sus vidas se forjaron día a día en cosas muy normales. Y uno se vuelve a dar cuenta de que es ahí: en lo cotidiano de cada día donde realmente se encuentra el oro para ganar la eternidad y la propia felicidad de esta vida No es lo mismo trabajar con empeño que a medio gas. No da igual tratar a un alumno con indiferencia o con empeño. Es muy diferente perdonar a no hacerlo. Es radicalmente diferente dedicarse a pensar demasiado en los problemas personales o estar verdaderamente enamorado y decidirse a entrar en la esfera de los demás luchando por demostrarlo día a día, año a año, cada vez con más gozo y contento.

José Ignacio Moreno Iturralde