Tuesday, December 30, 2014

La revolución del corazón

La revolución sexual iniciada en los años sesenta del siglo pasado, ha traído como consecuencia una separación entre sexualidad y procreación. Desde entonces ha aumentado notoriamente el  divorcio y el aborto. La violencia entre las parejas no ha disminuido.  El modo de vestir de bastantes mujeres se ha hecho habitualmente más provocativo  y, frecuentemente, se han banalizado los sentimientos. La homosexualidad practicada se plantea, también legalmente, como una alternativa legítima.

Ante todo esto, podemos preguntarnos si esta evolución nos ha hecho mejores cómo personas y como sociedad, en lo que se refiere al modo de entender el amor y la familia. Pienso que no ha sido así: vivimos en una sociedad, que aunque ha avanzado en logros democráticos, es más individualista. Quizás ha llegado la hora de iniciar una “revolución del corazón”. Hemos de plantearnos seriamente que los amores verdaderos son los que nos hacen ser mejores personas.  Hemos de llenar el corazón de ideas claras y positivas, de horizontes abiertos, de generosidad. No podemos conformarnos con tener un corazón disminuido, que sea incapaz de sobrevolar por encima de las nubes siempre volubles e inciertas de la afectividad. El corazón, guiado por la mente, es donde tomamos nuestras más íntimas decisiones, lo más valioso que tenemos. Una persona vale lo que vale su corazón: su capacidad de darse, de entregarse por los demás, sin renunciar a los legítimos derechos y aspiraciones. Educar el corazón no es reprimirlo sino ayudarle a expansionarse. Esta educación requiere sin duda esfuerzo, pero merece la pena. No podemos dejar de dar ejemplo a los más jóvenes de fidelidad, de vida limpia, de valentía,  de generosidad.  Se trata de una revolución personal y social que busca lo mejor del hombre y de la mujer, en un marco de libertad, pero también de responsabilidad y de dignidad.

Comencemos cada uno personalmente, con las ayudas que sean precisas, mirando el bien y el legado de felicidad y de referencias seguras que podemos ofrecer a las personas que queremos y a muchas más. Seremos también más felices nosotros mismos.


José Ignacio Moreno

No comments: