Saturday, April 11, 2009

Estrella de la Mañana

“¡ Mi Hijo lo ha dicho, “al tercer día resucitaré”! Aun con todo, ellos no acababan de creer. Ella era la única luz encendida sobre la tierra, nuestra esperanza, en quien había nacido la Sabiduría. Madre sin temor, amable, del buen consejo, prudente. Ella era la Virgen fuerte y fiel. Nuestra alegría. El refugio de los pecadores que no acaban de creer.

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La Estrella de la mañana, radiante de alegría, vio como aquellas mujeres iban camino del sepulcro, aún muy “de madrugada, cuando todavía estaba oscuro (Jn 20, 1)”.


Luis de la Palma, La Pasión del Señor.