Sunday, October 16, 2016

Un mensaje extraordinario


Julio era un escritor de cierto prestigio nacional, aunque nunca había conseguido ningún premio literario de primer orden. Una mañana llegó un mensaje a su ordenador notificándole que había recibido un gran galardón. El remitente no era conocido para él, y no dio al asunto más importancia. Al poco tiempo le llegó un correo certificado para que acudiera lo antes posible al Ministerio de Cultura por haberle sido otorgada una gran distinción. Su rostro se iluminó. Esa misma mañana una funcionaria del ministerio le dio la dirección donde tendría que recoger un requisito para conocer su premio. Al llegar al lugar de referencia le extrañó ver una Iglesia… Entró y preguntó extrañado al párroco sobre su situación. Con gran ilusión el sacerdote le dio un papel en el que se le notificaba que a “Julio Benavides se le concedía el máximo galardón de ser hijo de Dios”. Sólo había una condición: ponerse en condiciones de recibirlo; es decir: confesarse. Julio sonrió con escepticismo y se fue cabizbajo hacia su casa. Al poco de llegar, era domingo, su hijo Antoñito de nueve años, Antoñito, le dijo con una cara radiante: “Papá qué contento estoy, soy hijo de Dios”. En ese momento se dio cuenta del inmenso don que estaba despreciando y, también entonces, se despertó de tan curioso sueño. Era domingo y, con la cara radiante de ánimo, se dijo a sí mismo: hoy sí que voy a conseguir el mayor galardón que Dios me concede.
José Ignacio Moreno Iturralde

No comments: