Poner una asignatura obligatoria para enseñar lajusticia y el respeto (no a todo sino a todos), elvalor de la amistad, del orden, de los buenos modalesy la conveniencia de ser buenos ciudadanos ( nocorderos), me parece estupendo. Lo eché de menoscuando en la enseñanza no universitaria prevaleció lainstrucción sobre la educación. Pero si Educación parala Ciudadanía en España se convierte en una excusapara instruir en una ideología, como la de género, porejemplo, es un abuso inadmisible, que los padresdeben rechazar con rotundidad. Una asignatura así,sería una muestra de totalitarismo de la peor calaña.La ideología de género, ¿impregnará las ideas que setransmitan a los niños sobre la esencia de la familiay estilos de vida de la mujer y del varón? ¿ Se diráque no se nace varón o mujer, sino que el sexo es unaopción y que el matrimonio del uno con la otra no essino una creación cultural, de la misma categoría queuna relación homosexual? ¿Han ideado imbuir en lamente y en el corazón de los niños, ideas que tratande destruir no sólo nuestra cultura sino decontradecir la naturaleza y el sentido común? Quieneseso pretendieran, aunque dijeran de sí mismos que sontolerantes, ni serían tolerantes, ni rectos, nisabios, ni buenos, sino farsantes y aprovechados,totalitarios y corruptores; ni siquiera malos, sinoperversos. Los padres tienen derecho a educar a sus hijos segúnsus convicciones religiosas y morales, y los niñosmerecen que se les enseñe la verdad, inscrita en lanaturaleza.
María Ferández Vicente
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