Es de agradecer que la televisión y la prensa más allá de nuestras fronteras se hayan hecho eco del acto en pro de la familia celebrado en Madrid por iniciativa del Card. Rouco Varela.
La familia se menosprecia desde hace un tiempo en nuestro querido mundo globalizado. La familia a quien todos le debemos lo que somos, para bien o para mal incide decisivamente en la tutela de los individuos hasta la edad adulta y los hace merecedores o no de formar parte del ente social. Las políticas que no sólo no sostienen sino que anulan o perjudican esta institución, envenenan la convivencia a la que antes o después está llamado a participar cada hijo de cada unidad familiar. La familia es vital para la transmisión de valores tales como la honestidad, la laboriosidad, el despego de los bienes ajenos, la moralidad sexual y tantos otros que hacen de nuestro caminar de hombres algo soportable. Bastante dureza trae la vida consigo como para añadir el mal hacer de los hijos de las familias sin estructura ni sostén edificados por una política sin escrúpulos.
María D. Bravo
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