La Virgen del Carmen es muy querida en España, en Alemania, en América, etc., y, salvo en las iglesias en donde han quitado las imágenes cual si fueran protestantes, la imagen de esta advocación ocupa, en los templos, un lugar escogido. Muchísimas españolas llevan el nombre bonito de esta advocación mariana. Estoy segura de que en su día, el 16 de julio, derrama ricas bendiciones a cuantos confían en su maternal protección.
La Orden del Carmen, nacida en el Monte Carmelo en el siglo XIII, la reformó Santa Teresa ( hija espiritual del franciscano San Pedro de Alcántara) y San Juan de la Cruz en el XVI y se ha extendido por el mundo, superando en número de miembros los descalzos ( de vida más austera), a los calzados. Algunos de los santos carmelitas se han hecho populares: los místicos y escritores Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz; Santa Teresita del Niño Jesús, conocida como Teresa de Lisieux, segunda Patrona de Francia; la filósofa Santa Edith Stein o Santa Benedicta de la Cruz, nombrada por Juan Pablo II Copatrona de Europa (sufrió martirio en Auswich a manos de los nazis), y Santa Maravillas de Jesús, reformadora contemporánea de la Orden y gran amiga del siervo de Dios Padre Tomás Morales, jesuita y fundador. La fama de santa Maravillas crece cada día por sus muchos milagros.
La devoción por el Escapulario del Carmen, es, entre los católicos, bastante general. La Virgen dijo al carmelita San Simón Stock (s. XIII): El que tenga la dicha de morir con esta especial divisa de mi amor no padecerá el fuego del infierno" . También es conocido el privilegio sabatino: la Virgen ha prometido sacar del Purgatorio el sábado siguiente a su muerte, a quienes, teniendo impuesto el Escapulario, mueren con él.
Josefa Romo
La Orden del Carmen, nacida en el Monte Carmelo en el siglo XIII, la reformó Santa Teresa ( hija espiritual del franciscano San Pedro de Alcántara) y San Juan de la Cruz en el XVI y se ha extendido por el mundo, superando en número de miembros los descalzos ( de vida más austera), a los calzados. Algunos de los santos carmelitas se han hecho populares: los místicos y escritores Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz; Santa Teresita del Niño Jesús, conocida como Teresa de Lisieux, segunda Patrona de Francia; la filósofa Santa Edith Stein o Santa Benedicta de la Cruz, nombrada por Juan Pablo II Copatrona de Europa (sufrió martirio en Auswich a manos de los nazis), y Santa Maravillas de Jesús, reformadora contemporánea de la Orden y gran amiga del siervo de Dios Padre Tomás Morales, jesuita y fundador. La fama de santa Maravillas crece cada día por sus muchos milagros.
La devoción por el Escapulario del Carmen, es, entre los católicos, bastante general. La Virgen dijo al carmelita San Simón Stock (s. XIII): El que tenga la dicha de morir con esta especial divisa de mi amor no padecerá el fuego del infierno" . También es conocido el privilegio sabatino: la Virgen ha prometido sacar del Purgatorio el sábado siguiente a su muerte, a quienes, teniendo impuesto el Escapulario, mueren con él.
Josefa Romo
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