Excepto en algunas localidades, como Toledo, por ejemplo, la festividad del Corpus Christi se celebra en domingo; este año, el 10 de junio. ¡Qué coincidencia!: cae en el mes del Corazón de Jesús. Me llama la atención porque el Día del Corpus Christi o de la Eucaristía, es el Día de la Caridad y el Corazón de Jesús es "horno ardiente de caridad". Hoy se habla de solidaridad y hasta de amor con cualquier significado; pero la palabra caridad apenas se usa. El amor se puede concebir de distintas maneras (ágape, eros…), e incluso se da hoy el nombre de amor al mero sentimentalismo egoísta e incluso a actos torpes sin amor alguno. El amor cristiano o caridad es el amor de Dios contagiado al corazón del hombre, capaz de entrega personal. Quien se acerca con frecuencia y recogimiento a la Eucaristía, en donde está Cristo vivo, no puede menos que contagiarse de sus sentimientos de amor sincero y de misericordia ( 'dime con quién andas y te diré quién eres'- dice el adagio -). El cristiano que ama, siente los problemas de los demás como propios, los sobrelleva con la fortaleza del Espíritu Santo e intenta ponerles remedio ( la caridad es imaginativa). Quien no se compadece ni comparte amorosamente lo mucho o poco que tiene con el necesitado ni consuela a los demás, no conoce la alegría del espíritu ni tiene a Dios en su corazón: "En donde hay caridad y amor, allí está Dios".
Josefa Romo
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