"A la persona divina le
corresponde ser enviada por cuanto que existe en alguien de un modo nuevo. Y le
corresponde ser dada, en cuanto que es tenida por alguien. Ninguna de estas
cosas puede suceder más que por la gracia santificante. Pues hay un modo común
por el que Dios está en todas las cosas por esencia, potencia y presencia, como
la causa está en los efectos que participan de su bondad. Por encima de este
modo común, hay otro especial que corresponde a la criatura racional, en la que
se dice que Dios se encuentra como lo conocido en quien conoce y lo amado en
quien ama, y porque, conociendo y amando, la criatura racional llega por su
mismo obrar hasta el mismo Dios. Según este modo especial, no solamente se dice
que Dios se encuentra en la criatura racional, sino también que está en ella
como en su templo. Así, pues, ningún otro efecto, a no ser la gracia
santificante, puede ser el motivo por el que la persona divina esté de un modo
nuevo en la criatura racional. Consecuentemente, sólo por la gracia
santificante la persona divina es enviada y procede temporalmente. Por lo
mismo, no se dice que tenemos sino sólo aquello de lo que podemos hacer uso y
disfrutar libremente. Poder disfrutar de la persona divina sólo es posible por
la gracia santificante. Sin embargo, por el mismo don de la gracia
santificante, se tiene el Espíritu Santo, que habita en el hombre. Por eso, el
mismo Espíritu Santo es dado y es enviado."
SantoTomás de Aquino, Suma
Teológica, Parte I, cuestión 43, art 3.
No comments:
Post a Comment