Hoy es la fiesta del Santo Nombre de María. Este bendito nombre está unido a su gloriosa vocación: ser la Madre de Dios. El Señor dijo que el que hace la Voluntad de Dios “es mi hermano, mi hermana y mi madre” (Mc. 3, 31-35). Imitar a María es procurar poner los medios humanos y sobrenaturales para pensar, amar y actuar desde su Corazón Inmaculado -Imagen perfecta del Corazón de Jesús-. Poner la morada del alma en ese maravilloso lugar. La meta es altísima pero... ¿Acaso no es Ella nuestra Madre? ¡Cuánto nos jugamos en esto!
José Ignacio Moreno Iturralde
José Ignacio Moreno Iturralde