Wednesday, June 27, 2018

La eutanasia contra la autonomía personal



Una persona necesita tomar las riendas de su vida y decidir en cuestiones importantes para sí misma. Sin embargo, no es menos cierto que muchos aspectos de la existencia nos vienen dados: el día en que nacimos, nuestros padres y hermanos, y tantas cosas más.

Vamos aprendiendo el sentido de las cosas de una realidad mucho más grande que nosotros mismos. Una de las cuestiones más difíciles de entender es el dolor, aunque nos damos cuenta de que no es un simple absurdo. Cualquier vida humana requiere esfuerzo y superación de dificultades. La persona que sabe llevar el dolor con paciencia y sabiduría nos resulta significativa. Por supuesto, hemos de evitar por todos los medios el dolor de los que sufren, pero esto no siempre es posible.

Cuando se pretende adoptar una autonomía extrema para no sufrir más, como en el caso de la eutanasia, todos sentimos compasión por la persona que quiere dejar de vivir. Pero también hemos de entender algo importante: la eutanasia lleva a un falseamiento de la propia identidad. La vida deja de verse como un don y una tarea –que incluye el dolor-, para considerarse una mera posesión. Nos hacemos así, objetos de nosotros mismos, prescindibles y suprimibles cuando la vida se hace difícil. De este modo, la persona pierde su nexo de unión con el mundo y con los demás. La eutanasia, además, da pie a considerar a un anciano o enfermo grave como responsable de sus sufrimientos y de quienes le rodean, porque la salida de esa situación podría ser muy sencilla. De este modo, la relación entre enfermo y médicos, incluso entre enfermo y familiares, ya no es la de cuidar incondicionalmente. Esta pérdida de incondicionalidad devalúa la dignidad de la persona, porque ser digno no es, ante todo, ser autónomo, sino alguien con un valor que las circunstancias, por dolorosas que sean, no pueden suprimir. La legalización de la eutanasia es contraria a la autonomía personal; porque la falsea y desnaturaliza.



José Ignacio Moreno Iturralde

No comments: