El arte tiende a ser atrevido y en una
sociedad democrática hay que valorar las diversas sensibilidades estéticas. En
este sentido, es llamativa una exposición en Pamplona en la que muestra una
obra que contiene hostias consagradas, con las que se forma la palabra
pederastia. También es una muestra de libertad, en un estado de derecho, hacer
uso de la ley y recordar que el artículo 525.1 de nuestro actual Código Penal
dice así: “Incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para
ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan
públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento,
escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también
públicamente, a quienes los profesan o practican”. Por tanto, será plenamente democrático que
muchos ciudadanos denuncien a este autor y a al propio Ayuntamiento de
Pamplona, gobernado por EH Bildu, que en una de sus salas da amparo a una grave
ofensa y desprecio a la sensibilidad religiosa de millones de personas.
José Ignacio Moreno Iturralde