Saturday, November 29, 2008

Pienso en Dios

Santa Teresa del Niño Jesús cuenta en su biografía que, siendo niña, desaparecía de vez en cuando y se escondía para orar.
—¿Qué piensas?, le preguntaba su hermana, y ella, inocente, contestaba:
—Pienso en Dios, en la vida, en la eternidad.
Reservaos también vosotros un poco de tiempo, sobre todo por la noche, para orar, para meditar, para leer una página del Evangelio o un episodio de la vida de un santo; procuraos una “zona de desierto”, de ese silencio necesario para la vida espiritual.

Juan Pablo II, Roma, 18-III-87.

Adviento

Caritas reparte ayuda a 40.000 congoleños

Éxito de la película "Bella"

Sunday, November 23, 2008

Solemnidad de Cristo Rey

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El asombro

Podríamos no haber existido, pero aquí estamos: dentro de un planeta azul que gira alrededor del sol a una velocidad de 100 Km. por segundo. La capacidad de admiración ante la realidad surge de entender la propia vida como un gran regalo que no nos hemos dado a nosotros mismos. Esta es una perspectiva adecuada para empezar a pensar correctamente sobre la realidad.

Una vez que se toma conciencia de que la existencia es algo complejo y maravilloso podemos empezar a repasar los principios básicos de lo real. El conocimiento de estas leyes generales influye en nuestro modo de actuar y de vivir.


JIM

Realidad y conciencia

Cada uno conoce desde dentro de sí mismo. Pero la realidad del mundo es anterior a la conciencia propia. Por tanto, aunque tengamos que “salir fuera de nosotros mismos” hemos de darle prioridad a la realidad de las cosas respecto a nuestra conciencia de ellas. No han pensado así todos los filósofos. Algunos han tomado la senda opuesta: primero es la razón y luego la realidad. Entre ellos destacan: Descartes, Kant, Hegel, Wittgenstein, Heidegger. Quizás lo hayan hecho por ser auténticos consigo mismos. Aquí nos va a interesar más la verdad de las cosas que la autenticidad para con nosotros mismos.


JIM

El sencillo principio de no contradicción

Que una cosa es esa cosa y no otra, al mismo tiempo y en el mismo sentido, no parece un gran logro intelectual. Sin embargo es más importante de lo que parece en la vida práctica. Pongamos algunos ejemplos: ¿Fue o no fue penalti? ...¿Copiaste o no copiaste en el examen? ¿El aborto es un crimen o no lo es?...Llamar a las cosas por su nombre no es siempre fácil; requiere honradez y valentía. El principio de no contradicción tiene mucho que ver con la sencillez. Pero resulta que tener sencillez no es sencillo; hay muchos intereses en juego que trastocan el modo de ver la realidad. Hace mucha falta ejercitar este principio a la hora de pensar y de actuar.


JIM

La naturaleza de las cosas

Existen muchos modos de ser, desde escarabajo hasta humano. Ninguno de los seres que vemos ha elegido su modo de ser. Pero el ser humano, por tener racionalidad y libertad, puede afirmar libremente su propia naturaleza o volverse contra ella. Pensemos en los drogadictos o los alcohólicos, por ejemplo. Se autodestruyen por no saber controlarse a sí mismos. La naturaleza es el modo de ser operativo de las diversas realidades: la trucha es escurridiza; el león es temible. Pues bien: el concepto de naturaleza se está quebrantando a base de no respetarlo en algunas ocasiones; especialmente el de la naturaleza humana. Lo que ocurre es que romper la naturaleza es tan peligroso como romper los diques de Nueva Orleáns. La naturaleza humana tiene límites más o menos flexibles. Estos límites son precisamente la condición de posibilidad de nuestra libertad.


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El principio de causalidad

“Todo lo que existe tiene una causa de su existencia”. Bien claro es el principio de causalidad. Sin embargo, algunos filósofos como Hume, no creyeron en él. Según estos autores no habría causalidad sino sucesión, costumbre, intentos parciales de explicar las cosas con pretensiones de ser leyes generales.

En esta polémica el sentido común nos dice que sin principio de causalidad no se podría ni pensar ni escribir; ni siquiera vivir. Pero se puede decir ago más. Los autores empiristas son los que no aceptan más conocimiento que el de los sentidos; de tal forma que cualquier ley interna a los fenómenos o acontecimientos experimentables es rechazada. Otros autores consideran que si que se puede llegar a algo más que imágenes: a definiciones, leyes o ideas. Por ejemplo: los triángulos son tales no solo porque se parezcan más o menos sino porque la suma de sus ángulos es de 180 grados.


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El orden

Vemos que en todo lo existente existe un orden complejísimo inteligentemente dispuesto. El orden es inmaterial, aunque se de en la materia. Algunos sostienen que la materia es la que se autoordena. Pero para esto sería necesario que la materia fuera inteligente, que tuviera capacidad de diálogo consigo misma, cosa que no es cierta. Por tanto el orden tiene que ser impreso en la materia por una causa inteligente superior a la materia.


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El ser de las cosas

“El ser se dice de muchas maneras” (Aristóteles). O bien: hay muchos modos de ser. Un ser siempre se da en un modo de ser, también llamado esencia o naturaleza. Nos damos cuenta de que hay seres más importantes que otros: desde una pulga hasta una persona. Los seres son graduales. Los seres no son ni absolutamente distintos (al menos coinciden en que existen) ni totalmente iguales. Los seres son análogos: en parte iguales y en parte distintos. Esto significa que hay una relación o interconexión entre todas las realidades. Buscar esta interconexión es lo propio de la filosofía. Por este motivo el estudio del ser es tan importante.


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La verdad

La verdad es un aspecto fundamental del ser. Hace referencia a su capacidad de ser comprendido. Nuestro conocimiento de un ser será verdadero en la medida que se asemeje a su realidad. Existen verdades inmediatas y evidentes. Otras están más ocultas, como pone de manifiesto la historia de las ciencias. El progresivo descubrimiento de las verdades de las cosas del mundo es el motor del progreso y satisfacción de los hombres. Ciertamente hay muchos puntos de vista respecto a algo; pero si se da la prioridad a la realidad de aquello respecto a nuestra comprensión las diversas perspectivas serán enriquecedoras para nuestro conocimiento.

La verdad es inatacable; si se la niega se la está afirmando. Ocurre igual que con el principio de no contradicción.


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El bien

Un ser entendido como verdadero puede quererse como bueno: un alimento, una máquina, un plan, una persona. En el caso de la persona la cuestión cambia sustancialmente: no podemos quererla como quien quiere a una cosa porque la persona tiene una dignidad propia que surge de su libertad y racionalidad. Un bien mueve a nuestra voluntad en mayor o menor medida. El bien es el aspecto apetecible o amable de un ser. El bien depende de su veracidad.


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La unidad

Podemos ver algo en su unidad y no tener ni idea de lo que se trata; por ejemplo: una compleja máquina. Una vez que nos describen la finalidad y las partes de ese aparato entendemos su sentido y su unidad. La unidad es significativa cuando se trata de una unidad de sentido. En la medida que comprendemos mejor la complejidad de las partes de esa unidad comprendemos mejor el todo. Un buen médico acierta con el diagnóstico porque sabe muchas cosas acerca del comportamiento del cuerpo humano y de sus órganos. La unidad puede ser compleja y su comprensión nada sencilla; pero cuando se capta se entiende a esa realidad de un modo más profundo.


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La belleza

La belleza o la armonía es el resplandor de la verdad y el bien. La belleza de algo consiste en la ordenación de su realidad en sí misma y respecto a los demás seres. Un delfín es bello surcando el mar pero patético si está tirado en una calle de la ciudad.

La pretendida belleza de algunos males es falsa porque todo mal supone un desorden y, por tanto, una carencia de verdad y de bien.


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La peculiaridad

Todos los anteriores aspectos del ser –verdad, bien, unidad, belleza- nos llevan a valorar positivamente las diversas realidades y peculiaridades de las cosas. Si existe el respeto por los seres será posible estimar sus diferentes características en un clima de apertura a su comprensión y estimación.


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El mal

El mal es la ausencia de bien debido; el mal es el desorden. El mal en sí mismo no puede existir. Sin embargo vemos que el mal parece triunfar en bastantes ocasiones. Muchas veces el tiempo desmiente a la maldad. En otras ocasiones tendremos que estudiar si hay otra realidad después de la muerte que justifique a lo que ocurre en nuestro mundo.


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La muerte

Se ha escrito que el hombre es el único ser que va a morir y lo sabe. La muerte es una dura realidad. Pero tengamos en cuenta una cosa: si no hubiera muerte daría igual hacer una cosa hoy, mañana, no hacerla, hacerla mal o hacerla bien. En un mundo donde existe el mal la muerte tiene un aspecto curativo y moral.


JIM

La inmortalidad

Platón afirmaba que el alma humana conocía a través de ideas. Las ideas son inmateriales e incorruptibles. Por tanto debe existir en nuestra alma afín a las ideas; es decir: inmaterial, incorruptible y, por tanto, inmortal. Tomás de Aquino dará una explicación parecida sobre la inmortalidad del alma humana. Aristóteles sugería otro razonamiento: Todo lo que hace un vegetal y un animal es para mantener el organismo en vida. Por tanto, cuando muere el vegetal o el animal, desaparece. Sin embargo el alma humana hace operaciones que no se destinan al mantenimiento en vida del organismo como, por ejemplo, algunos actos de la inteligencia y de la voluntad. Por tanto, cabe pensar que después de la muerte el alma racional perviva de alguna manera.


JIM

El alma

El alma es un principio motor de vida. Un sistema o estrategia de orden y crecimiento del metabolismo de un ser vivo. Un conjunto d órdenes coordinadas que van a ir desplegándose en la materia que corresponda a lo lago de la vida de ese ser. En el caso de la persona humana el alma tiene capacidades racionales y volitivas que trascienden la materia y no son reducibles a lo material. Por esto cabe pensar en la acción de una causa creadora superior a la materia en el surgimiento de cada alma humana.

JIM

La libertad

La libertad es la capacidad de elegir en función a nuestra naturaleza. Por tanto la libertad se realiza cuando elige el bien porque es lo que nos viene bien. De este modo la libertad no es un fin para sí misma sino un medio para apreciar y amar lo bueno.

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El amor

El amor es una tendencia hacia todo lo que consideramos bienes. El amor a una persona, en expresión de Piepper es como decirla “es bueno que existas”. El amor debe basarse en el respeto a la persona amada. Los amores verdaderos son los que nos hacen ser mejores personas. El amor nos dota de sentido. Cuando alguien, a quien apreciamos, nos estima nos sentimos dichosos, más llenos de sentido. El amor es la única actividad que es un fin en sí misma.

JIM

Dios

Tiene que existir un primer motor porque de lo contrario no habría motores secundarios ni movimiento –seguimos a Tomás de Aquino-. Igual ocurre con las causas respecto a los efectos. Junto a los seres materiales y corruptibles debe haber un ser inmaterial, necesario e incorruptible al que el resto deba su existencia. Si no fuera así el primer ser material y corruptible provendría de la nada. Pero de la nada, por sí misma, no sale nada y ahora no habría nada; cosa claramente equivocada. Si hay un primer ser, como hemos visto, es entidad y verdad máxima. Por otra parte, todo el orden del mundo está apuntando a una inteligencia ordenadora.

JIM

La virtud

La virtud es un hábito (repetición de actos) operativo bueno. La bondad de los actos y, por tanto de las virtudes, depende de lo que se hace, de la intención y de las circunstancias. Las tres cosas han de ser buenas. Nunca está bien robar a un rico para dárselo a un pobre (robar está mal). No es bueno dar una limosna con la principal intención de ser visto por los demás (la intención es hipócrita). Sería una tontería darle limosna a un multimillonario (la circunstancia es absurda).


JIM

La felicidad

La felicidad tiene algo de misteriosa e incontrolable; supone algo así como enamorarse y, en este sentido, es un don. Pero la felicidad tiene que ver con hacer el bien debido. La felicidad puede llegar como consecuencia indirecta de hacer el bien; no puede buscarse en directo, salvo que hablemos de una satisfacción puramente material. La felicidad se parece a la amistad: es una posible consecuencia de otras cosas anteriores. El placer no se identifica con la felicidad: se puede tener placer y no ser feliz y es compatible -en ocasiones- tener dolor y ser feliz. Pensemos en una madre que se despierta por la noche para atender a su hijo pequeño enfermo. La felicidad recae más sobre la coherencia y el sentido de lo que estoy haciendo, sea o no placentero.

JIM

La familia

La familia está constituida por el matrimonio entre un hombre y una mujer así como por los hijos que nazcan de esa unión. Es la primera célula social de amor y de civilización. Es el lugar privilegiado donde se quiere a cada miembro por lo que es y no por lo que vale. Actualmente esta concepción de la familia está sufriendo un duro proceso de desconfiguración, estableciéndose desde diversos gobiernos y organismos internacionales otros modelos alternativos de familia como las uniones homosexuales. Sin embargo la primera de las definiciones sigue siendo la prioritaria en la realidad. Pensamos que la triada madre, padre e hijos es algo nuclear del ser humano y no una modalidad histórica. Ser padre, madre, hija o hijo es algo consustancial al ser humano.

JIM

Sunday, November 16, 2008

El secreto de la felicidad

"Veo con meridiana claridad la fórmula, el secreto de la felicidad terrena y eternal: no conformarse solamente con la Voluntad de Dios, sino adherirse, identificarse, querer —en una palabra—, con un acto positivo de nuestra voluntad, la Voluntad divina. —Este es el secreto infalible —insisto— del gozo y de la paz".

(Forja, pto 1006. San Josemaría)

Saturday, November 15, 2008

Paz y alegría internas

Hace poco tiempo presencié una escena interesante: Llovía a cántaros y un coche pasó rápidamente junto a una acera poniendo tibio de agua a un peatón que esperaba estoicamente la apertura del semáforo. Cuando todo parecía apuntar a la emisión de algún improperio por el viandante calado, éste se dio la vuelta con una cara similar a la que pondría un joven padre ante una jugarreta de su hijo de dos años. Una mujer que estaba al lado empezó a partirse de risa y nuestro mojado caballero la miró como si le hubiera acaecido una segunda trastada de su infante. ¿En qué iría pensando ese tipo?

Ir con un par de copas anímicas de más por la vida es cardiosaludable pero no siempre resulta sencillo. Existen en nuestras biografías problemas objetivos y, por si fueran pocos, unos cuantos más subjetivos. La lógica del mendigo alegre o la del enfermo guasón pueden ser tan infrecuentes como que nos regalen una buena vivienda. Sin embargo sabemos que tales actitudes se han producido y que en algunos lugares, quizás cercanos, siguen existiendo como estrellas en una noche oscura.

Cuando a una persona le han dado “hasta en el carnet de identidad” puede que la identidad la haya malogrado o potenciado. Es una cuestión de enfoque: mirar abajo o mirar arriba. De optar por esta segunda postura pueden adquirirse propiedades aerostáticas, como las de un zeppelín. Es entonces cuando la levedad puede dar la vuelta al mundo y desafiar a la mismísima ley de la gravedad con pensamientos alegres. Algo de esta lógica tenía un buen amigo cuando, al sorprenderle mientras se inyectaba insulina por su diabetes, me confesaba compungido que se estaba buscando a sí mismo. El mismo sujeto, en otra ocasión, me refería divertido una consulta de una señora que al preguntarle algo le pedía si podía, “en sus cortas luces”, responderle.

Desde luego hay contrariedades muy duras que no tienen ninguna gracia humana. Pero hay quienes saben asumir, dentro de la pena, un confiado respeto ante el misterio del dolor y, quizás sin saberlo, su comportamiento está siendo profundamente agraciado. De estas fermentaciones del alma puede salir el vino de la sabiduría. Se ven las cosas desde una perspectiva distinta; se cambia la jerarquía de valores. Se pasa de la cultura del tener más a la de ser más. Se valora más el sol, la luz y los colores; incluso si el cielo está gris y cae la lluvia la situación puede tomarse, en expresión de Chesterton, como una experiencia tonificante y moral.

Al viajar en avión, el campo y los pueblos se ven entrañables, podrían renombrarse con diminutivos. Esta visión es tan real como la de un paisano malhumorado de uno de esos villorrios al descubrir que unos zagales están tirando piedras a las vacas. Pero ver desde arriba ayuda a ver mejor desde abajo. La montaña está plácidamente tranquila, las nubes serenas y los campos no se salen de su sitio. Toda una lección del reino mineral y vegetal para el hombre de hoy. Sí: es la aceptación de mi paisaje y de mi paisanaje –de mi vida- la que me hace ver desde lo alto lo que está a un palmo de mis narices. En los casos mejores se descubre el aspecto pocholo de las cosas y en los peores uno se pone más en el lugar del otro; precisamente porque sabe cuál es su propio lugar.

La armonía, ese llevarse bien con el mundo, se basa en tener una misión convincente –muchas veces sincera y discreta- de la propia vida. El equilibrio de un ecologismo funcional es, por sí solo, totalmente insuficiente para una persona. Esto ocurre porque el Ibex de la vida –la suerte, la salud y el clima-, a veces, sube y baja como una montaña rusa. Pero cuando uno se deja llevar por un misterioso aeroplano y vuelve a ver en panorámica su planeta azul, es cuando más contento puede estar al dar la vuelta a la esquina y descubrir en un semáforo o en un soldador un chispazo de alegría.


José Ignacio Moreno Iturralde

Misa conclusiva del Sínodo de la Palabra

El Papa sigue de cerca el Encuentro de las familias en México

Wednesday, November 05, 2008

Indulgencias en el Año Paulino en la Archidiócesis de Madrid

El cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Antonio María Rouco Varela, acaba de publicar un decreto, con motivo del Año Paulino, por el que establece que los fieles, podrán lucrar, el 9 de noviembre, festividad de Nuestra Señora de la Almudena, la indulgencia plenaria en todas las iglesias parroquiales y de monasterios de vida contemplativa de la Archidiócesis de Madrid. Además de este día, la indulgencia se puede lucrar también los días: - 25 de enero de 2009, festividad de la conversión de San Pablo- 15 de mayo, solemnidad litúrgica de san Isidro Para obtenerla, los fieles deberán participar en una función sagrada o en un ejercicio piadoso en honor de San Pablo. Además, tendrán que cumplir las condiciones habituales: confesión, comunión, y oraciones por las intenciones del Papa.

Sunday, November 02, 2008

Solemnidad de los santos y conmemoración de los difuntos

EpC: Los contenidos inaceptables (IX)

La introducción general del Anexo II establece:
“Ahora bien, estos contenidos no se presentan de modo cerrado y definitivo, porque un elemento sustancial de la educación cívica es la reflexión encaminada a fortalecer la autonomía de alumnos y alumnas para analizar, valorar y decidir desde la confianza en sí mismos, contribuyendo a que construyan un pensamiento y un proyecto de vida propios”.“También son comunes el conocimiento y la reflexión sobre los derechos humanos, desde la perspectiva de su carácter histórico, favoreciendo que el alumnado valore que no están garantizados por la existencia de una Declaración, sino que es posible su ampliación o su retroceso según el contexto”.“El planteamiento de dilemas morales, propio de la educación ético-cívica de cuarto curso, contribuye a que los alumnos y alumnas construyan un juicio ético propio basado en los valores y prácticas democráticas”.Este postulado olvida que los procedimientos democráticos, son sólo eso: procedimientos. No se define la ética por mayorías y minorías.Como criterio de evaluación de los alumnos de cuarto curso prevé el RD, entre otros, el siguiene criterio:“Comprender y expresar el significado histórico y filosófico de la democracia como forma de convivencia social y política”.“Mediante este criterio se trata de comprobar si se comprende el pluralismo político y moral, a la vez que se aprecia el necesario respeto a la dignidad de cada persona por encima de las diferencias individuales y culturales que tienen su origen en la historia de las colectividades y de los individuos”.En el planteamiento ético de EpC es muy importante esta presentación de los valores cívicos y los derechos humanos como históricos y cambiantes y supeditados a las decisiones mayoritarias (“democráticas”) de cada momento; pues desde hace unos años en Naciones Unidas se está viviendo un proceso de reinterpretación de los derechos humanos para acoger, en una nueva interpretación de la Declaración Universal de 1948 y otros instrumentos posteriores, los llamados “derechos reproductivos” y las “nuevas formas de familia”, expresiones de la ideología de género que engloban el aborto, la esterilización y el llamado “matrimonio” entre personas del mismo sexo entre otros nuevos derechos que se quieren amparar en la Declaración de 1948 para hacerlos universales y obligatorios para todos los Estados.En recientes documentos de Naciones Unidas se habla ya de una nueva ética universal, basada en estos nuevos paradigmas, que debe ir sustituyendo a las antiguas éticas privadas o religiosas, presentadas como enemigas de la universalización de los nuevos derechos humanos reescritos conforme a estas ideas.En España, en esta misma línea, las recientes reformas legales en materia de familia se han presentado políticamente como “ampliación de derechos”, cuando en realidad no eran más que demoliciones de valiosas instituciones humanas.Así, si las mayorías políticas del momento incorporan los “nuevos derechos” o los “derechos ampliados”, éstos pasarán, según el planteamiento seudo-ético de EpC a formar parte del “referente ético universal” y obligatorio para todos los alumnos de la escuela española.
(...)
Benigno Blanco
Presidente del Foro Español de la Familia

Torreciudad: 8ª Jornada Mariana de deporistas